Hay veces en las que cuando tenemos que gestionar los problemas de nuestros clientes debemos llamar a los servicios de soporte de programas (normalmente verticales especializados y nada baratos) para descubrir que muchas veces sabemos más nosotros de ese programa que el SAT.
Es algo a lo que ya estamos acostumbrados. Pero hace unos días tuvimos dos conversaciones con un par de SATs de lo más absurdo. Al final ya no sabía si quien nos atendía realmente trabajaba en esa empresa o en otra.
Se trata de dos clientes importantes que tenemos. Todo el hardware y el soporte lo tienen contratado con nosotros. Pero el programa de gestión (son negocios que requieren programas muy específicos y no baratos) lo compraron ellos. En ambos casos nos piden con días de diferencia lo mismo. Deseaban aumentan la digitalización de sus procesos administrativos. Así que requerían para un par de acciones que se repiten mucho en su práctica diaria poder interactuar con sus clientes y proveedores de forma digital.
Nos pusimos a mirar soluciones. Localizamos alguna solución externa que mediante Apis podían conectar con sus aplicaciones y usaban el hardware de sus clientes y proveedores. Los problemas podían venir por la poca madurez de la solución, que los clientes no lo entendiesen… y por último por un precio muy alto.
Otra solución que encontramos constaba de un software general junto a un hardware específico. Esto encajaba más con lo que buscaban nuestros clientes y con los conocimientos de sus clientes. Pero nos costaba un poco integrarlo con su software actual. El caso es que revisando los manuales del programa vertical que tenían… descubrimos que había un módulo que hacía lo que nuestros clientes deseaban. Solo faltaba el hardware adecuado y éste ya lo teníamos… además según el manual era compatible.
Así que un día a última hora cuando ya no estaban atendiendo clientes nos vamos a una de estas empresas. Nos conectamos al servidor y vamos a activar y parametrizar el módulo que nos interesaba… pero por más que buscamos no aparecía en ningún sitio. Entonces pensamos que o bien nos faltaba alguna actualización o bien que era algo que se facturaba aparte. Por lo tanto, pasamos la consulta al SAT de los dos programas…
Lo divertido es que la respuesta doble era idéntica. Desde los SATa nos preguntaban que dónde habíamos visto ese módulo. Fue algo violento tener que enviarles el manual de su propio programa indicando la página donde aparecía el módulo en cuestión…
Al cabo de un día nos vuelven a responder: “Estos de marketing que corren mucho… eso se pensó en ponerlo… pero al final no lo programaron… nos tomamos nota para eliminarlo del manual, gracias por el aviso”
Y me pregunta ahora si esto pasa más, y me respondo que sí. Pero una cosa es que el comercial te diga que en unos meses tendrán un módulo que necesitas y luego tarden unos años en programarlo y otra es ir al manual del programa y que allí aparezcan módulos que ni se han programado.
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Me ha pasado un par de veces, llamo al servicio de soporte de una aplicación que uso situado en la India (inciso, uno de mis antiguos jefes se refería a esas llamadas como mis invocaciones a los demonios del submundo, juro por Dios que una de las veces parecía que estaba hablando en inglés con un indio con acento francés).
Una vez consigo pasar las numerosas peticiones de logs y ficheros que no tienen que ver con el problema, consigo que medio entiendan lo que estoy intentando hacer y el punto del manual donde se indica cómo hacerlo… y me cierran la incidencia diciendo que es un bug de la documentación y que corregirán el manual en próximas versiones.
Por supuesto, lo que quería hacer en un principio no está soportado y me tengo que buscar una ñapa para conseguir algo parecido o abandonar la idea.
Ana: lo nuestro era más sencillo, el SAT está en España y atendido por españoles… pero el resultado el mismo. Por lo menos la comunicación es más sencilla