¿Y cuando el cliente quiere material de segunda?

Estaba leyendo el blog de “Servicio Técnico Dígame” y llego a esta entrada, sobre fuentes de alimentación. Interesante el razonamiento de Keko8, pero me quedo con el párrafo que abre la entrada:

“¿Cuántos clónicos con ventiladores y fuentes de alimentación de baratillo han vendido sabiendo que fallaban de más?”

Pues en nuestro caso bastante pocos. Pero la pregunta deberíamos hacerla a la inversa:

“¿Cuántos componentes de segunda has comprado solo por el precio, sin preocuparte si fallaban o si servían para el uso que le ibas a dar al PC?”

Esa es la clave. Vendedores los hay de todas clases, yo todavía me encuentro por ahí ofertas con material que yo hace años que no vendo, porque es más viejo que matusalén, pero te lo siguen vendiendo como nuevo. O me traen PCs a la tienda con placas y micros de primera, pero metidos en una caja, que no te explicas ni como arranca el ordenador. Y la culpa la tienen muchas veces más los compradores que los vendedores. Se busca obsesivamente el precio más económico sin fijarse en nada más.

Nosotros en la tienda, perdemos muchas ventas por estos temas. Cuando presupuestamos un PC con un procesador y una gráfica de cierta potencia, nos vamos siempre a una caja y una fuente de alimentación de gama media… y nos negamos a montar una caja genérica de 35 Euros, con un QuadCore y una nVidia 8600 GT, porque sabemos que en dos meses nos la devolverán a la tienda, con el micro, la placa o la gráfica afectados por un problema de tensión por la fuente de alimentación que no puede con el conjunto. Y claro, cuando se estropean los componentes el cliente no quiere que le recuerdes que se lo advertiste, quiere que se lo repares en el acto.

O la semana pasada, que perdimos la venta de dos portátiles, que los clientes entran así:

– Queremos un portátil por menos de 500 Euros, hemos montado un grupo de música, y con los portátiles, vamos a mezclar música, editar un vídeo promocional y también usarlo con el eMule, para bajarnos canciones y música…

Pues directamente le dijimos que no podíamos vender un portátil de 500 Euros, para no apagarlo en semanas (nos dijeron que así iba a ser) y para editar vídeo y música, pues era un candidato a volver a la tienda antes de un mes, o bien quemado o bien con quejas por su rendimiento; preferimos perder la venta.

Y aquí es donde muchas veces los vendedores más desaprensivos se aprovechan de estas circunstancias; y donde florecen las grandes superficies.