Ya que hoy estamos de fiesta, y en media España está lloviendo, un par de libros que encajan en la fecha en que estamos y que por lo menos a mi me gustaron mucho.
“Ines del Alma Mía“, de Isabel Allende, la historia de la conquista de Chile, vista desde un prisma femenino. Muy curioso ver la trastienda de este tipo de empresas. Y observar la valentía y la osadía de las dos partes en el conflicto. Además la conquista de Chile es interesante, porque por un lado se trata de un territorio que de entrada no ofrecía los típicos recursos en oro y plata de fácil acceso y por otro lado representa como los habitantes originarios de América podían aprender de los españoles y plantarles caras casi en igualdad de condiciones.
“Hernán Cortes” de Salvador de Madariaga. Este libro es más denso, tiene bastantes más páginas que el anterior y la lectura es más complicada y compleja. Madariaga va desgranando la vida de Cortes a través de su hazaña más conocida, la Conquista de Méjico. Si este Cortes hubiese sido inglés o francés en lugar de español… Es muy interesante ver como Hernán Cortes a la vez que va conquistando los territorios de los aztecas siempre trata de dar una justificación legal a todo: funda ayuntamientos, dota de derechos a sus habitantes… y su conquista no es solo rapiña, sino establecimiento de una nueva civilización.
Así que si alguien emprende la lectura de estas obras, puede ver otras visiones de la conquista de América, distintas a las simplistas que muchos libros de texto muestran. Por un lado la conquista de Chile, que siempre suele palidecer al lado de la de Méjico o Perú, vista además por un chileno actual. Por otro lado la vida de Hernán Cortes, para mí el personaje histórico español más grande que hemos tenido… Del autor, de Salvador de Madariaga, no puedo evitar la anécdota que se cuenta de él, cuando en una reunión con un diplomático mejicano, éste le recrimino que sus antepasados hubiesen cruzado el océano atlántico para conquistar el impero azteca y entonces Madariaga le dijo: “Serían los suyo, porque los míos se quedaron en España”.
Lo mejor de que los descubridores de América fuesen los españoles, es que ahora podemos comunicarnos con todos ellos en una lengua común. Desde aquí en este día del encuentro entre dos continentes, un abrazo a todos mis lectores del otro lado del atlántico.