Lo más complicado de nuestro trabajo es tratar de hablar con un lenguaje que los clientes puedan entender. En ocasiones lo logramos aunque así y todo no conseguimos convencer al cliente, a pesar de que ahora entienda lo que le decimos.
Hace unas semanas tuvimos un caso que hacía tiempo que nos encontrábamos. Nos pasa un mensaje un cliente con una configuración de un PC Nuevo que su hijo se quiere comprar para jugar a un par de juegos sobre todo. La configuración del PC tenía un procesador Xeon de hace 10 años, con memoria DDR3 y una gráfica AMD de hace 4 generaciones (también con una década de vida). No cumplía los requisitos mínimos de uno de los juegos y cumplía los requisitos mínimos en gráfica del otro juego. Le hicimos un presupuesto de un PC nuevo con dos opciones, una con AM4 y otra con AM5. Y le explicamos al cliente que la configuración que quería comprar su hijo no era nueva, sino muy veterana.
El cliente nos decía que en la web del vendedor ponía que el PC era nuevo. Como conocíamos al cliente y sabíamos que todo en su casa es de Apple, al final recurrimos a la marca de la manzana. Le dijimos ¿Tu último Mac, que lleva un M3 o un M4?. Nos dice que un M3, pero que está ya pensando en cambiar a un M4. Entonces le decimos que si un Mac con una Intel Core i7 6700 (misma época y núcleos que el Xeon del presupuesto del hijo) y el cliente nos contestó que ni se le ocurriría. Pues eso es lo mismo pero en el mundo de los PCs.
El cliente entendió lo que queríamos decir, pero parece que el hijo convencido que un procesador de servidor de hace una década tendría más desempeño que un procesador moderno de uso general no lo entendió, así que la venta la perdimos.
Estas semanas hemos hecho muchos presupuestos y ningunos ha salido de PCs parecidos a éste. Los clientes no entienden algo de lo que ya he hablado otras veces, aquí hace dos años, algo que no pasaba hace casi dos décadas, cuando la inflación era deflación en el mundo del hardware y eso que ahora no tenemos problemas de stock. Retomo el asunto, los clientes veteranos no entienden que el hardware se comporta como el resto de cosas que compramos: sube de precio y no baja. Así que te piden PCs para jugar por 600 Euros y les dices que imposible. Lo mínimo que nos fiamos de montar para “jugar” es algo que está por encima de los 700 euros. Podemos montar cosas más económicas, pero que entonces no vengan dentro de unos meses quejándose de los FPS ni de que los juegos se arrastran o simplemente que no cargan… pero como digo ya no somos la excepción, sino que nos comportamos como cualquier otro mercado afectado por la inflación de precios actual.