Estos días he estado siguiendo la noticia del ataque DdoS a las páginas de la SGAE, Promousicae y el Ministerio de Cultura. Y todavía no tengo una opinión clara del asunto. Tal vez por eso tardo tanto en escribir sobre el asunto. Pero hay cosas que mejor pensarlas cuando están frías.
Si miramos un poco por la blogosfera veremos que hay opiniones para todos los gustos. Aunque creo que ganan más lo que están a favor de los ataques que los que están en contra. Incluso tenemos algunas páginas donde un día dicen que si y otro que no. (Hay multitud de enlaces, pero sin ánimo de ser exhaustivo: Error500, Enriquedans , Alt1004, Rebelion , Merodeando, Kriptopolis
Podemos sintetizar las opiniones de cada bando antes de seguir.
Para los que se oponen a usar este tipo de ataques:
– Van en contra de la libertad de expresión
– Pueden provocar una mayor regulación de la red
– Abren la puerta a futuros linchamientos, donde la víctima tal vez no se lo merezca
Los que están a favor, suelen emplear otros argumentos:
– La libertad de expresión de los que protestan también cuenta
– Demuestran el poder de la red como nuevo lugar donde protestar
– La red tiene sus propias reglas
Y aquí está uno enmedio de todo pensando que bando le gusta más. Os podeís preguntar porque me importa pensar en este asunto. Pues porque lo veo interesante y sobre todo, lo veo como una señal de los problemas éticos que en el futuro cercano vamos a seguir viendo. En mi caso tengo una tensión entre dos impulsos. Por un lado la defensa de la libertad de expresión de los atacados, me hace colocarme de lado de los que niegan la legitimidad a los ataques. El dejar a alguien (aunque sea la SGAE) sin página en la red, no es algo que me guste. Pero por otro lado, cuando están cegados otros mecanismos de protesta, pues el emplear la red para poder expresarla no está mal.
Una cosa que no me ha gustado del asunto, es que el ataque se incia allende de nuestras fronteras. Aquí una vez más podemos ver como desde el punto de vista de conocimiento de la red y uso de la misma, nuestra nación todavía va retrasada. No podemos olvidar que han sido extranjeros los que han iniciado el ataque. Ahora bien, esto que puede verse malo, tal vez no lo sea. La red no es nacional, la red es planetaria. Yo cuando me comunico con alguien en la red, cuando visitos una página, no miro la nacionalidad. Así la red se presenta como el futuro de un planeta donde las fronteras cada vez signifiquen menos y las personas signifiquen más. Así que cambio de opinión, me molesta que alguien de fuera venga a enseñarnos como hacer algo, pero por otro lado, me gusta que eso revele una imagen internacionalista de la red.
Pero volviendo al núcleo de la cuestión, ¿veo legítima esta forma de protesta?. La cosa sigue sin estar clara. Vivimos en una sociedad donde las leyes nacen sobre todo como resultado de la presión de grupos organizados y como forma de pagar favores electorales. Por otro lado la administración de justicia es más accesible para las organizaciones y empresas con recursos para poder pagar abogados (y cursillos a los jueces) que para el ciudadano común. Cuando el administrador de un web, el administrador de una tienda, una pareja que se está casando, el dueño de un bar … son demandados judicialmente por la SGAE, sufren un ataque totalmente desproporcionado. Es decir, ellos tienen un gabinete judicial perfectamente engrasada y ya prepagado con nuestro sudor, y el particular no tiene forma de defenderse de forma proporcional. Incluso vemos esa indefensión en los medios de comunicación tradicional. Los gabinetes de prensa empiezan a trabajar y vemos noticias sobre detenciones de piratas, sentencias judiciales a favor de la SGAE… que cuando rascas un poco no son nada claras.
Estaba pensando en esto, cuando el otro día, leí una entrada en Halondisparado que creo que pone algo de luz sobre el asunto. Cuando alguien discute en un bar y le dice al contrario que cuantos más tiene detrás, es importante tener cerca a algunos amigos. Esto mismo podemos aplicar a nuestras relaciones con la SGAE y con futuros enemigos de la red. Los ataques solo representan un pequeño porcentaje de los más que podemos tener detrás. Ellos pueden tener políticos, jueces, abogados, policías… pero no tienen gente común. Mirándolo así no veo mal los ataques. Es una forma de enseñar un poco los dientes. Al final de alguna forma tendremos que poder protestar y defendernos de lo que nos hacen en el mundo real.donde las leyes no se dictan mirando el interés general, sino algunos intereses particulares.
En resumen, de primera no me gusta la idea de este tipo de ataques, pero como forma de enseñar los dientes no están mal, es una forma de que nuestros políticos vean que no somos pocos.
10 Comentarios
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Me parece muy atinada tu entrada. O al menos yo estoy totalmente de acuerdo contigo.
Te felicito por ello y te lo agradezco por tu tiempo y el interés que tomas en ello.
Me da tendero que estas equivocado… no creo que el ataque sea iniciado por un extranjero, sino que mas bien se ha usado un nodo extranjero para iniciarlo (para despistar y esas cosas), hay numerosos expertos en seguridad en España capaces de ese tipo de cosas, y lleva habiendolos muchos años… me acuerdo, por ejemplo, del mitico Salteador…
Yo participé en el bloqueo, no, no fue en un ataque, abrí mi navegador y me fui a las páginas de la SGAE, de Promusicae y del Ministerio de (in)Cultura. Unas veces por que no respondían y otras por que me interesaba mucho lo que leía ( :p ), actualicé con frecuencia las páginas. No, esto no es un ataque, es una forma ligt de manifestación.
Respecto del argumento de la libertad de expresión de los “atacados”, me parece una estupidez, esas páginas han estado bloqueadas unas horas, pasadas las cuales funcionan con normalidad, no se ha impedido la libertad de expresión de nadie, como mucho, se ha dificultado unas horas. Si se tratase de organizaciones que no tienen otro medio de expresión, podría plantearse un problema por bloquearlas unas horas, no muy grande de todos modos, pero estas organizaciones no carece de acceso a casi cualquier medio de comunicación.
Lo que no me ha gustado mucho es que muchos de los que participaron lo hicieron a través de un programa que realizaba las peticiones, es verdad que el método manual es menos efectivo, pero mucho más representativo (que es lo que se buscaba en realidad).
En cualquier caso, haciendo la protesta del modo que yo lo he hecho, me parece un medio perfectamente legal y ético de protestar, aunque quizás demasiado cómodo.
[…] This post was mentioned on Twitter by Ruyman Gil García, tenderodigital. tenderodigital said: Nuevo post: Tu y cuantos más? https://changlonet.com/blog/?p=4648 […]
Hola, Tendero, tiempo sin hablar contigo:
Estoy muy de acuerdo con tu artículo, sobre todo con la dualidad de sentimientos que te provoca el DDoS. Aunque a mí me tira más el sentimiento negativo, porque para mí el respeto a la Ley es lo primero. Y no me vale el argumento de patio de preescolar de “ellos empezaron primero”.
Pero a lo que iba: si con algo estoy en desacuerdo de tus argumentos es con tu queja sobre que SGAE e industria cultural tienen a los jueces de su lado. Lo siento, es todo lo contrario. No hay ni una sola sentencia penal contra webs de enlaces que se haya ganado en juicio. Las poquísimas que hay (ahora mismo, me viene a la cabeza sólo una de Logroño) fue por conformidad del acusado, que accedió a declararse culpable. En cuanto a los juzgados de lo mercantil, la tendencia empieza a ser similar, con el palo que se llevó la SGAE en Barcelona, y el que les acaban de dar en Huelva, donde además de perder en vía penal y civil, en esta última les han condenado en costas por mala fe procesal.
En suma, no tienen ni a la Justicia, ni a los jueces, en el bolsillo, sino al revés. Precisamente por eso, han tenido que sacarse de la manga una Ley como la de Economía Sostenible, que comenzó apartando a los jueces del procedimiento, y ahora ha hecho una componenda para que tengan que limitarse a dar un veredicto formal, sin poder entrar en el fondo del asunto. Es decir, como contaba David Bravo, como ven que no pueden ganar el partido, quitan al árbitro y cambian las reglas a su medida.
[…] Al otro lado sobre el tema del Ddos a SGAE y al ministerio de cultura. […]
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A mi no me parece para nada mal un ataque de este tipo, siempre que no pase de ser un ataque de este tipo. Me explico:
Un Ataque DDoS no deja de ser una “manifestación en la puerta de las oficinas” pero en la red.
No es un destrozo del local, no son palizas a los empleados, no es ningún robo de datos. Un DDoS no es mas que impedir la entrada en un sitio para que la gente se pregunte “por qué?”. Una vez la gente se ha hecho esta pregunta… a continuar como si nada hubiera pasado, la “empresa” continua igual pero la gente tiene una nueva idea en la cabeza, que es lo que interesa.
Siempre que no se llegue al robo de datos, a la eliminación de estos mismos o similares… me parece totalmente proporcionada la respuesta.
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