Hay veces que uno trata de separar su vida profesional de la personal y entra en el infierno de los usuarios y permisos.
Este mes de agosto una noche decidí separar un poco algunas esferas de mi vida digital para tratar de tener visiones diferentes. En ocasiones el mezclar agendas, mensajes, avisos… todo en los mismos lugares me complica el responder y gestionar mejor. En mi caso tengo una cuenta de correo donde van a parar los avisos de otras cuentas. Lo mismo con las agendas y calendarios. Luego puedo separar por cuenta origen. Pero a veces la cosa se complica.
Así me hice un esquema y decidí dividir entre:
- Cosas de mi empresa de por las mañanas: aquí no es complicado porque la mayoría de las cosas van centralizadas contra mi cuenta de correo de la empresa. Incluso ahora tenemos un portátil de empresa donde está todo. Lo que hice fue eliminar los restos de aplicaciones, VPNs… que tenía en mis PCs y llevarlo todo al portátil. Me llevo unas horas, pero no tuve muchos problemas.
- Cosas de la tienda: aquí tengo un par de cuentas mías. Por defecto las tengo derivadas a la cuenta personal. Así que me puse a separarlas. Tampoco tuve muchos problemas en ello. Eso sí, estuvo un buen rato redireccionando permisos en las diversas aplicaciones donde entro con estas cuentas.
- Cuenta personal: mi idea era separarla en dos partes. Más que nada porque quería dejar una como ésta y definir una nueva cuenta para algunas nuevas tareas personales que voy a iniciar. Para estas nuevas tareas necesitaba gestión de calendarios, tareas y acceso a herramientas de mensajería. Y aquí fue donde acabe siendo padre e hijo a la vez.
Soy mi padre y me hijo a la vez según Microsoft
Voy a contar la última parte. Las nuevas tareas que quiere emprender a nivel personal tienen que ver con algunos cursos y tareas educativas que estoy planificando. Uno no puede dejar de aprender. Así que reactive una cuenta que tenía en uno de mis dominios y que no usaba desde hace muchos años. Eso fue fácil. Entre al gestor de uno de nuestros dominios y la di de alta.
Enlazarla con el correo electrónico tanto en versión Web, en cliente pesado y en el móvil también fue sencillo. El problema fue cuando traté de darla de alta en Microsoft. Empleo algunas herramientas suyas (Todo, Teams, Skype…) que me interesaba tener asociadas a esta nueva cuenta. Así que entré a asociar la nueva cuenta de correo como cuenta Microsoft. Entonces creo que cometí el error de indicar que la nueva cuenta iba a tener un uso mayoritario para la educación. Fui completando un cuestionario y decidí no mentir. Me dieron a escoger entre finalidad empresarial, doméstica o educativa.. Al final de este el sistema decidió que la nueva cuenta era de un hijo mío… La borré, creé una nueva… mismo resultado. Al final estaba cansado y acepté. Entonces me pidió conectarme con mi anterior cuenta personal a Microsoft. Tuve que proporcionar permisos a mi nueva cuenta que a pesar de poner mi edad real el sistema se empeñó en que necesitaba la tutela de mi yo digital anterior en Microsoft. Y cuando le di permisos a acceder a todo tipo de contenidos a un usuario con más de 50 años… ya fue el colmo.
Pero no acabo la cosa ahí. Google decidió que no quería ser menos que Microsoft y decidió también demostrarme que MI cuenta y MI teléfono son más SU cuenta y SU teléfono.
Mis cuentas no son libres en un móvil de Android:
En el PC acabe la configuración tras declararme hijo de mí mismo sin más problemas. Uno correo Web normalmente. Así que entre al Outlook que lo tenía muy abandonado y le asocie la nueva cuenta de correo. Hice lo mismo con el resto de las aplicaciones donde deseaba emplear esa cuenta.
Para no mezclar cosas, decidí instalar el Microsoft Outlook en mi móvil Android. La idea era dejar en el Gmail la cuenta personal actual y dejar en el Outlook la nueva cuenta de correo. Me parecía una buena forma de separarlo todo: calendarios, correos, alarmas. Además, luego también iba a configurar el Skype del móvil y el Teams con la cuenta nueva.
Esa era mi idea. Pero los planes de Google eran otros. Yo entraba al Outlook y ponía la nueva cuenta… no podía darla de alta. Acababa en una ventana de Google donde me decía que la cuenta asociada al móvil era otra. Y venga dar vueltas. Al final me di cuenta de algo en lo que no había pensado. La nueva cuenta de correo es de un dominio mío. Pero está en una Google WorkSpace comprado a Google… Seguí dándole vueltas. Para acabar pronto. Tuve que asociar la nueva cuenta al móvil. Pero seguía sin funcionar. Entonces me acordé de la solución universal para problemas informáticos: encender y apagar. Y por fin pude poner la nueva cuenta en Outlook… pero dura poco la alegría en casa del pobre. Al dar de alta la cuenta nueva asociada al móvil ahora la tengo en Gmail y en todas las demás aplicaciones de Google. Que era justamente lo que yo no quería…
Al final tuve que hacer la del tonto. Una vez la nueva cuenta configurada en Outlook me fui al panel de cuentas de Android. Busqué la cuenta y la eliminé… problema solucionado.
Pero no consigo entender la cerrazón de los grandes o la entiendo demasiado bien. En un PC con Windows el Outlook asocia la nueva cuenta sin problemas. Pero en un móvil con Android el sistema no se lo permite.