Vamos con una nueva maqueta. Parece que me está dando por hacer parejas en los últimos tiempos. Llevo en danza todavía el T6-Texan español y ahora me meto con otro entrenador que llegó a España a la vez, el T-33A. Y también estoy cogiendo otra manía a la hora de maquetar: construir y pintar aviones concretos. Si el T-6 era un aparato que está todavía en vuelo, el año pasado estuve con el Lockheed Vega 5B que también era un avión único en la aviación republicana en la Guerra Civil, ahora de este T-33A voy a hacer un avión recientemente restaurado, el E-15-9.
Arriba podéis ver el avión que voy a tratar de reproducir.
El T-33 fue un avión de entrenamiento a reacción. Derivaba de uno de los primeros cazas a reacción desarrollados en EEUU al final de la Segunda Guerra Mundial, el P-80 que fue desarrollado por Lockheed. Su diseñador fue Kelly Jonhson que estuvo en el desarrollo entre otros del P-38, del U2 y del SR-71. Jonhson y la Lockheed ya habían empezado a bosquejar una avió a reacción en el año 1.939 (el mismo año que los alemanes volaron el Heinkel 178, el primer avión a reacción) pero el Ejercito norteamericano no se interesó. Sin embargo a mediados de 1.943 al descubrir los primero Me-262 a reacción alemanes llamaron a Lockheed y les pidieron que desarrollasen los más deprisa posible un avión a reacción. Jonhson se comprometió en tenerlo listo antes de medio año … y así fue. A principios de 1.944 ya volaba el prototipo. Los primeron P-80 de producción llegaron a Europa a finales de la guerra y no llegaron a intervenir.
En los turbulentos años tras acabar la Segunda Guerra Mundial, la aviación avanzaba muy deprisa. Y el P-80 se quedó obsoleto muy pronto. Pero el Ejército americano pidió propuestas para un entrenador a reacción que sirviese para ayudar en la transición de los pilotos a los cazas a reacción que ya eran el presente. Y Lockheed cogió el prototipo del P-80, le añadió la segunda cabina y lo convirtió en el T-33. Este aparato tuvo un enorme éxito. Fue la variante más construida. Durante las décadas de los 50, 60 y 70 era el avión de entrenamiento a reacción más usado en el mundo occidental. En muchos países su vida operativa llegó a los años 80.
Cuando en plena guerra fría España firma el primer tratado de amistad con EEUU en el paquete de ayuda militar llegan a España los T-6 Texan como entrenadores avanzados con motor de pistón y los T-33A como entrenadores a reacción. Eso fue en el año 1.953. Una primera remesa entró por Santander. Pero el avión que me interesa llegó al puerto de Barcelona. He encontrado una foto del transporte de ese grupo de T-33:
Los aviones se trasladaron por tierra desde el puerto al aeropuerto del Prat desde donde despegaron para llegar a sus bases. El aspecto que lucia el avión en sus buenos momentos sería parecido a éste:
Pero lo que me llamó la atención de este T-33 con el numeral E-15-9 es que se trataba de un aparato que llego de EEUU con un camuflaje ártico en aluminio y con paneles pintados en rojo para aumentar la visibilidad. Algo parecido a la imagen de abajo:
Eso lo hacía atractivo para mí. Por un lado ese esquema ártico siempre me ha gustado, por otro lado tengo un par de bichos a al espera de montaje con esquemas de pintura con aluminio y rojo, pero más complejos que el T-33, así que pensé que podría ser un buen campo de pruebas.
La historia del E-15-9 es curiosa. Llegó a España y de momento se limitaron a pintar encima de las insignias USA las españolas, pero ni se pintó la cruz de San Andrés en la cola ni se tradujeron los carteles de avisos. A los dos meses de su entrada en servicio, el E·-15-9 realizó un aterrizaje duro que lo averió. No se reparó y el avión quedo como aparato escuela en tierra para introducir a los pilotos y que practicasen los mecánicos. Y así estuvo hasta que se almacenó y quedó en el olvido:
Pero hace unos años con la ayuda del Museo del Arte y del Espacio, el E-15-9 fue rescatado del olvido y restaurado para se instalado en la ABA de León.
Y aquí os dejó un vídeo del proceso.
Entonces me llegó una promoción con la maquete de GWH del T-33 a 1:48 y conecté con el T-6 que estaba montando y la compré. La idea era hacerla después del T-6, pero como el Texan es un avión gafado… al final para desahogarme me he puesto con el T-33 con el esquema de rojo ártico con las insignias españolas en mente.
La maqueta llegó bien embalada y con un plástico con un aspecto excelente:
Y cortó aquí que esto se ha hecho muy largo. A ver si tengo más suerte con el T-33 que con el T-6 y aunque a diferente escala tendré los dos entrenadores que llegaron de USA a principios de los años 50 para modernizar la aviación española.
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