Como la entrada anterior ha tenido muchos comentarios, me puse a contestarlos y me salió un comentario muy largo. Además estos días he tenido algunas cosas que enlazan con este asunto. Y nada, entrada con temática semejante.
En el comentario del otro día, yo me quejaba, de que tenía a varios clientes que después de acordar con nosotros un portátil, cuando llegaron con los hijos a la tienda, no cerramos la venta. Yo no me quejaba de que al hijo no le gustase el portátil que el padre había escogido. Eso me pasa todos los días. De hecho como lo sé, muchas veces soy yo el primero que tratar de que la compra sea consensuada. En los equipos fijos, que es más sencillo, después de cerrar un presupuesto con los padres, les digo que traigan al hijo a escoger la caja, o el teclado.
En los casos de los Sony Vaio, la gama CR, que son los portátiles que Sony hace con varios colores, hemos vendido bastantes y de casi todos los colores: blancos, negros, azules, rosas. Es normal, que cuando compramos algo que vamos a llevar encima, que vamos a enseñar, que nos llevamos a muchos sitios, pues que nos fijemos en su aspecto exterior. Y no solo con Sony, con otros portátiles, con los sobremesa, si muchas veces vendemos la impresora, porque es la que le va a juego al ordenador. No nos asombra, antes al contrario, en la mayoría de los casos el cliente escoge tamaños, colores, formas… esa es una de las claves de nuestra supervivencia como tienda pequeña.
Lo que me asombraba, era que en estos casos de la publicidad de Sony en Operación Triunfo, era que el motivo de escoger el equipo, era justamente haberlo visto en dicho programa. Me diréis que era una razón como otra cualquiera. Pero es que los clientes no querían ni ver ninguna otra opción, es decir eso era lo que salía en la televisión y eso debería ser lo que comprasen. No había discusión.
Aquí también se veía como los padres no tenían ni idea de lo que querían sus hijos, ni habían tenido la precaución de hablar con ellos antes de venir a la tienda. Así que discusión y follón directamente en la tienda. Porque si el padre sabía de la querencia de su hijo por un modelo especial, pues yo puedo mirar algo que se parezca, puede preparar con él la financiación.
Y como muestra de que somos conscientes de que mucha gente le da mucha importancia al aspecto externo, sobre las prestaciones puras, lo que hicimos el otro día. Se pasa por la tienda el contable de un cliente nuestro. Que la gerente quería un portátil pequeño, para llevárselo de viaje. Quería algo que cupiese en el equipaje de mano, pero como tenía que usar algunos programas que requerían cierta potencia, pues un miniportátil tipo Asus EeePC o Acer One, no eran suficiente para esos menesteres. Miramos y encontramos un Toshiba nuevo que por peso, potencia, baterias encajaba. Pero era un equipo totalmente negro, de arriba a abajo. Al contable, las prestaciones y el precio del Toshiba le gustaban. Pero yo no quería perder la venta. Así que además del Toshiba, le incluí un Asus muy parecido (algo más caro) pero totalmente blanco. Luego un Sony Vaio de color plata y un Lg plata y negro.
Tengo muy claro que este cliente puede comprar cualquier modelo, pero que tal vez vea solo el negro y no le guste. Así que dentro de las limitaciones de lo que quería hacer con su portátil, le saque varios modelos que solo diferían en el aspecto exterior. Así el cliente escoge el que más le vaya a su estilo.
En el caso de los hijos, mi consejo es explicarles el presupuesto que tenemos para informática, cerrar con la tienda un equipo que tenga las prestaciones necesarias y esté en un precio razonoble, pero dejar que ellos elijan algún componente. Es un portátil, que la bolsa y el ratón lo compren ellos, es un fijo, que la caja la escojan ellos. Y empezar a ensañarles que el dinero no crece en los árboles.
3 Comentarios
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Por increíble que parezca esto es así al 99%. Producto que la gente ve en televisión, producto que se lanzan a comprar. Y ya puede haber otros mejores, más económicos, más bonitos… Nada, si sale en la tele olvídate de insistirles que no los sacarás de sus 13.
Así que, como no puedes contra ellos, únete y aunque te repatée tenlos a mano porque son ventas prácticamente seguras.
Ains, la gente…
Eso es problema de los padres.
Los hijos pidieron un día una cosa, se la compraron, y se sorprendieron. A la segunda cosa que pidieron, se la compraron, y en vez de sorprenderse, aprendieron.
Y ya no hay vuelta atrás.
Tranquilo hombre, que al final me quedo el Toshiba negro 😀