Desde su despacho, el General T miraba por la ventana, hacia el puerto, donde los barcos de transporte empezaban a fondear, esperando el momento. También miraba con ansiedad el teléfono, esperando la llamada de los primos del otro lado, que eran lo que vendrían a apoyar el desembarco; cada vez estaba más cerca el momento decisivo. Miró su micrófono de plata y pensó que podría ser buena idea ponérselo ese día en el cinto, iban a enterarse esos desarrapados del otro lado del canal.
El Mariscal J iba cómodamente sentado en la parte posterior de su limusina de 7 metros. Fumaba un puro, un habano cubano, debía notarse que él no había olvidado la Revolución. Miraba por la ventanilla y pudo ver a un par de emigrantes que estaban vendiendo bolsos, otros dos vendían relojes y más allá alguno vendía películas. Los miró y pensó que faltaba menos para terminar con aquella pesadilla. Cuando estaba ensimismado mirando las piernas de una bella peatona, sonó el intercomunicador por satélite que llevaba en el coche. Pulsó el botón de madera de caoba y apareció una bonita pantalla de 20″ que bajó desde el techo. Durante unos segundos la imagen parapadeó, hasta que por fin pudo ver al Vicepresidente V, que le miraba:
– Hola J, te he llamado el despacho, y me han dicho que habías salido.
– Tenía que revisar a las tropas, estaba con los paracaidistas jurídicos, no quiero que cuando establezcamos las cabezas de puente salga nada mal.
– La presidente P, quieres discutir con vosotros la fecha del desembarco, hay que cerrar el tema, antes de que llegue el mal tiempo y tengamos que volver a aplazarlo. Y cada día que pasa y no nos movemos, la muralla del enemigo sigue creciendo y sus divisiones son cada vez más numerosas.
– Eso es solo propaganda, están casi acabados, falta solo dar una patada en la puerta y todo el edificio caerá por su propio peso. Está carcomido, además tenemos a la resistencia y a la quinta columna de nuestro lado. Solo falta la decisión de la Presidenta y caeremos sobre ellos.
– Pues se trata de eso, queremos un informe sobre la fecha que mejor os vendrá a vosotros y nos reuniremos con la Presidenta para cerrar la fecha
El Mariscal sonrió, y pensar que se reían de él cuando pedía la Revolución. Ahora iba a pasar a la historia, acabaría con ese nido de piratas y con todo ese ejército de ignorantes y les traería la verdad, aunque fuese a la fuerza. Pulsó otro botón de su escritorio de caoba y conectó con el General T:
– Amigo T, esto se acerca. Me acaba de llamar el Vicepresidente V, que hagamos un informe con los planes de desembarco y propongamos una fecha.
– Ya de decía yo, que la carta de la Coronela C al Vicepresidente iba a causar impacto. Ten en cuenta que estudiaron juntos, y esas cosas no se olvidad. Además la Coronela sabe muchas cosas del Vicepresidente y de la Presidente.
– Pues felicita de mi parte a la Coronela, dile que en cuanto reciba el nuevo cargamente de habanos del comandante, le enviaré una caja, que sé que le gustan.
– ¿Quereís que nos reunamos en nuestro Palacio?
– ¿Pero nos verá alguien?
– No hay problemas, tenemos la seguridad activada al máximo, nadie os verá entrar.
– Pues llama al Almirante y al General del arma aérea, y nos vemos después de comer en el Palacio del Derecho y el Progreso.
El General T, avisó a la guardía para que redoblarán sus tareas de vigilancia. Activó los interceptadores de señal, para que ningún gadget digital pudiese funcionar dentro del edificio. La única forma de conseguir la seguridad absoluta, era evitando teléfonos móviles, ordenadores, portátiles, reproductores de MP3, agendas electrónicas, lectores de libros electrónicos, discos duros portátiles, fotocopiadoras, impresoras… todo, todo quedaba frito cuando se activaban los interceptadores de señal. Aquello tenía algunos efectos secundarios, por ejemplo todo debía mecanografiarse con máquinas de escribir manuales, no fucnionaban las fotocopiadoras, si se necesitaba una copia, pues se ponía carboncillo en la máquinad escribir. Cuando comenzó la campaña de seguridad en el palacio, los administrativos del V ejército, eran 110 soldados, ahora ya eran 12.300 y todavía hacían falta más. La verdad es que el Ministro C, los había felicitado, por aunar de forma tan eficiente la seguridad con la disminución del paro.
La reunión comenzó a las 17 horas. El General T, se sentó en un lado de la mesa, el Mariscal J, se puso en la cabeza de la mesa, a su vera, estaba el Almirante A y el General de Aviación G. El Mariscal J, miraba la pared y echaba de menos el no poder usar su proyector, con lo bonita que le había quedado la presentación en PowerPoint. Menos mal que había podido imprimirla antes de salir de su despacho. Un ordenanza estaba repartiendo la presentación entre los asistente. Mientras, un Capitán de la V división estaba copiando en la pizarra en grande, los gráficos de su presentación. Cuando iban a empezar, se oyó un fuerto ruido que provenía del patio del palacio. Un par de disparos, dos frenazos y un sonido a cadenas… todos miraron por los ventanales y abajo, veían dos tanques, rodeados de un pelotón de abogados suicidas. De uno de los tanques, salió el General De C, que gritaba:
– Nosotros somos los más grandes, somos los primeros que nos enfrentamos a este enemigo, somos los más perjudicados por ellos, y ahora no queréis que estemos aquí. Nuestras tropas son la más grandes, tenemos una, dos, tres divisiones de abogados, las que hagan falta. Teneís que dejarme subir, el honor de P, está por encima de vuestros intereses partidistas… Además tenemos ya por fin el apoyo de las divisiones de Finanzas, no hay banco que se nos resista.
La verdad es que la escena era cómica, con sus casi dos metros de altura, el General De C parecía una antena más de su tanque. Y a los lados los abogados buscaban su próximo blanco. Llamaron a la Presidenta y ésta les dijo que debían contar con el General De C, que el enemigo era muy peligroso y que cuantos más fuesen al desembarco mejor.
El General De C, subió las escaleras de dos en dos. Se sentó en el otro extremo de la mesa, frente al Mariscal J. Lo miró y recordó cuando el Mariscal era un cabo furriel de su división. Pero eso fue hace mucho tiempo, antes de la guerra del Cricket, antes de la batalla de… ya ni se acordaba del nombre de la batalla. El Mariscal jugó bien sus cartas y paso de cabo a Teniente Coronel, se fue a una división periférica y poco a poco fue quedándose con los mejores elementos de las divisiones del General De C, y ahora estaba al frente de las fuerzas de desembarco.
El Mariscal empezó con algo de historia. Resumió en dos páginas la situación en la que estaban y como habían llegado a ella. Todo comenzó con la música, el ejército de las redes, había conseguido recodificar las insignes obras de los artístas musicales, y pudo capturar su esencia. Además les fue fácil transmitirse la música de unos a otros, y así se ahorraban de pagar lo que realmente la cultura musical costaba. Ellos habían contraatacado, habían conquistado la fortaleza de Napster, habían cerrado muchos fuertes del enemigo, cortado cables, encerrado a los que se negaban a pagar… pero no había servido de nada. Las bajas seguían en aumento, no había forma de recuperar la región de la música, que ya estaba casi toda en manos de los ejércitos del cable. Luego contó la guerra del los programas. Aquí debían enfrentarse por un lado a los que no querían proteger sus programas y los entregaban directamente a los ejércitos del cable. Además tenían que contar, con los incontables descifradores del mundo del cable, que no paraban hasta reventar cualquier fortaleza que se pusiera alrededor de la región de los programas. De momento seguían resistiendo, pero no sabían por cuanto tiempo. En la región de las películas, la situación también estaba mal, el frente se había estabilizado, pero poco
a poco los comandos jurídicos, iban consolidando algunas cabezas de puente en el territorio enemigo. Caían algunos de los jefecillos más peligrosos del enemigo y los demás veían que no les iba a salir gratis su actividad.
Y ahora llegaban a lo que de verdad le interesaba al Mariscal, a la televisión:
– Como ustedes pueden ver en los siguientes gráficos, el consumo de televisión desciende de forma alarmante entre la franja de edad de los menores de 30 años. Cada vez, consumen más el producto del enemigo, se pasan más tiempo en las redes de cable, que viendo la televisión. Y luego están los que disimulan. Parece que ven la televisión, pero están viendo los programas que ellos quieren, cuando ellos quieren , en la calidad que ellos quieren y con la publicidad que ellos quieren. Esto solo tiene un nombre: LIBERTINAJE y DEGENERACION. Están pervirtiendo a lo mejor de nuestra sociedad, a nuestros jóvenes y no lo podemos permitir. Vamos a sacar el nuevo producto, la televisión digital de pago. Vamos a venderles algo digital, que parece que les gusta. No vamos a cobrar mucho, pero como queremos que sean muchos los consumidores, esperamos tener un buen benefición. Hay que aprender de los errores del pasado…
Y mientras el Mariscal J, hablaba de errores del pasado, se mostraban imágenes de la Línea Criptinot, que fue burlada varias veces por los miembros del ejército del cable.
– La seguridad absoluta no existe (seguía el Mariscal) pero si expulsamos a todos los piratas del cable, si nos aseguramos que no quede ni uno… entonces si que tendremos la seguridad de que todos valoran la cultura, de que todos valoran lo que vamos a hacer, de que todos pasan por caja.
Al final se decidió pedir a la Presidenta:
- Empezar el desembarco cuanto antes.
- Preparar el terreno con algunas maniobras de distracción, varios comandos ya se habían introducido en filas del ejército del cable para ello
- Una vez empezado el desembarco, no parar, las tropas debían usar la política de tierra quemada. Ni un solo ordenador debía quedar en marcha, ni una sola red podía quedar en pie. Era mucho lo que se jugaban. Las redes de cable debían ser prohibidas y eliminadas de raíz.
- La división judicial debía estar apoyada por nuevas leyes, todo lo digital, excepto su televisión debía ser prohibido.
La Presidenta estaba en el Palación de la M, esperando que el Ministro I, llegase. Acababan de salir de la sala de reuniones el Marical J, el General De C y el resto de militares. Tenía en sus manos el informe y estaba de acuerdo con lo que allí se decía. No se podía dejar por más tiempo que el ejército del cable campase a sus anchas. El futuro de la juventud dependía de ella. Eran muy jónvenes para ver claro, no entendían que Internet era un invento del diablo y ella tenía la misión de salvarlos.
El Ministro I, era uno de los miembros más veteranos del gabinete. En su juventud ya había sido ministros con el Gran Presidente, y la Presidenta estimaba en mucho su experiencia y su consejo.
– Hola I, casi llegas.
– Ya se han ido todo.
– Si, me han dejado aquí el informe, su opinión unánime es que debemos empezar el desembarco ya, que el próximo lunes puede ser una buena fecha.
– No Presidenta, le próximo lunes no va a ser posible.
– ¿Porqué no?
– Dentro de tres semanas son las elecciones de las provincias septrentionales… y los sondeos están muy ajustados. Sabes que hay muchos votantes que miran con simpatía al ejército del cable, y si los atacamos ahora, perderemos votos.
– Pues dentro de un mes, cuando pasen las elecciones de las provincias septrentionales…
– No, tampoco es posible, un mes después son las elecciones municipales. No podemos perder si un solo voto.
– Entonces está hecho, cuando se celebren las Municipales, empezamos el desembarco.
– Eso no me parece buena idea, porque un par de meses depués vienen las elecciones continentales. Yo lo dejaría para después de las continentales. Además como son el día 7 de junio, pues ya llega el buen tiempo, el verano, las vacaciones… y la gente no se fijará tanto en la batalla y no nos costará muchos votos.
– Entonces está decidido, el día 7 de junío será el dia “D”, la hora “H” las 20:30 horas, cuando se cierren los colegios electorales.
13 Comentarios
Comentarios Cerrados
No sé porqué estoy pensando en la fallida alianza SGAE – Redtel 😉
Menuda parrafada te has gastado!
Algun espabilad@ aun entendera que el superejercito podra hacer lo que le de la gana con sus supertanques…
Recomendación para futuros post:
Por normal general ladrillos como éste son eludidos por los posible lectores. Los post cortos y con imágenes si es posible.
Se esta acotando de forma increible la libertad que representa la red, y la pregunta es, ¿hay algun partido politico que defienda estos puntos? Porque parece increible que ahora el PP diga que esta en contra de ellos y el PSOE a favor, cada vez mayor confusión.
“Por normal general ladrillos como éste son eludidos por los posible lectores. Los post cortos y con imágenes si es posible.”
Que pena que no todos piensen como tú, si fuera así los tebeos de Teo resurgirian de entre las cenizas y no solo para publica infantil.
Buen relato tendero, pero la fecha no es el 7 de junio, es mañana día 6 en el parlamento europeo. Una vez que consigan controlar internet (el derecho a cerrar una web sin pasar por un juez) y cortar la conexión a los que no estemos de acuerdo, no habrá forma de plantar batalla.
http://blackouteusp.wordpress.com/
Es nuestra última oportunidad, hazle llegar tus quejas a los eurodiputados españoles. Mañana será tarde:
http://xmailer.hacktivistas.net/es/message
Al final el “estado mayor” al completo va a acabar en la hoguera, junto con los politicuchos del tres al cuerto que los defienden:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/04/espana/1241465705.html
Alguien debería dar a conocer todas las actuaciones estelares de esta gentuza y organizar una menifestacíon contra ellos frente a su cuartel general.
un saludo
Maaaaadre mía que ladrillo !! Pero MUY BUENO !!!
Ahora ya sé porqué últimamente había tan pocos posts… 😉
Y lo gracioso es que los que deciden son los que no saben nada del asunto…
alguien podria enviarlo a meneame.net
Se acerca el día “D” (I)…
Desde su despacho, el General T miraba por la ventana, hacia el puerto, donde los barcos de transporte empezaban a fondear, esperando el momento. También miraba con ansiedad el teléfono, esperando la llamada de los primos del otro lado, que eran lo q…
what??!!!
Pues yo que pienso que toda acción tiene su reacción… Creo que dentro de unos años la cosa seguirá igual, o peor para los lobbys del entretenimiento. La historia es lo que es y llevamos mas de 20 años con intentos parecidos (no tan vestías, pero del mismo tipo) que lo único que han conseguido es que el intercambio de ficheros crezca (no la piratería “asaltar barcos”), a la par que su negocio. Lo que esta chusma no comprende, es que ningún mercado crece exponencialmente de forma indefinida.
Pero es que parece que la cosa se va a complicar más: me parece que leí ayer en el periódico (el país por mas señas) que el congreso usaca había puesto a España en “vigilancia especial” por no combatir la piratería eficazmente, no ilegalizar programas P2P … Y que podría acarrear consecuencias económicas.
Eso es gordo, y no me está gustando ni un pelo …