Potencia móvil

Ayer el mostrador de la tienda tenía una apariencia desconocida. Sobre él tres portátiles de gama alta estaban siendo preparados para entregárselos a los clientes. Incluso a media tarde nos trajeron otro que no desmerecía del grupo para configurar un ratón Bluetooth.

Aquello parecía una parada naval, con las pantallas al viento (en lugar de velas) y con un enorme Toshiba de 17” que parecía el portaaviones de un grupo de combate (lo que en inglés llamarían Task Force, y me recuerda a un jefe que tuve, que durante unos meses todo lo quería arreglar organizando una tasforse especial. Yo creo que pensaba que se trataba de ir a robar a la tasca de la esquina) otro Toshiba de 15” y un Acer de 16” haciendo de escoltas.

Los tres portátiles eran semejantes, pero diferentes. El 15” de Toshiba era un diseño muy sobrio, un modelo de la clase Tecra, con un P8600, 4 gigas de Ram un disco de 500 gigas a 7200 rpm, gráfica en placa base. El cliente, un programador, buscaba algo sólido que le durase, de buena marca y sin pijotadas.

El Toshiba de 17” era el tope de gama de la familia Satellite. Un P8700, 4 gigas de Ram, también 500 gigas de disco duro, pero altavoces Halmon, una gráfica dedicada bastante potente, teclado enorme y con la parte numérica incluida, un diseño muy llamativo. El cliente también era programador, pero buscaba algo más para usar en el tiempo libre y olvidarse de los PCs serios de la oficina.

El Acer era un 16” , un pelín menos potente que los anteriores. Con pantalla 16/9, disco también de 500 gigas, tarjeta gráfica dedicada y pensado sobre todo para ser usado como un centro multimedia de reproducción. El cliente quería algo potente que le sirviese para el trabajo entre semana y para el ocio los fines de semana.

Lástima que ayer estuviese yo con un migrañón enorme toda la tarde y no pudiese hacer la foto de los tres equipos en formación. Por cierto los tres financiados con un Plan Avanza (y la historia de la financiación de uno de ellos dará lugar a una entrada próximamente).

Menos mal que todavía vendemos algún portátil potente para ayudarnos a llegar a fin de mes. Este recién terminado mes de agosto ha sido el mes de los portátiles económicos. Lo que nos salva es que a veces la compra se contagia. Hemos tenido algunos casos de clientes que se llevan un portátil de 300 euros, al rato te llaman, porque el cuñado ha visto el folleto y quiere uno igual, cuando vienen a recogerlos les acompaña el hermano y se lleva un tercero y hemos acabado vendiendo cinco iguales para todo la familia. Al final por la cantidad mejoramos el margen…