Cuando llegaron los servicios de streaming vimos la puerta abierta a la felicidad: disfrutar de películas y series de TV sin publicidad. Si a ello le sumábamos los SmartTVs que tenían su procesador, sistema operativos: ya no dependíamos de ningún otro aparato para poder sumergirnos en nuestro contenido multimedia favorito.
Pero la rueda del destino nos tenía preparado un final infeliz tras esos momentos de alegría: ahora estamos sumidos en una maraña de gasto de servicios de streaming, publicidad de los servicios, publicidad que nos muestran los SmartTV y publicidad embebida en las series. Así que la situación es peor de la que teníamos de partida.
Como hay tantos servicios de streaming, si quieres ver lo que te gusta hay que suscribirse no a varios… sino a muchos. Entonces la factura mensual se dispara. Si queremos rebajarla y vamos a planes con publicidad la cosa se pone imposible. Amazon Prime Video está colocando 6 minutos de publicidad por hora de visualizado. HBO lo mismo, y si hemos leído al Lazarillo de Tormes, pues Netflix o Disney estarán por los mismos tiempos. Pero si a esa publicidad le sumamos la embebida en las propias series ya tenemos más de seis minutos. Es divertido ver como en las series de Amazon siempre aparecen repartidores de Amazon, el protagonista que compra algo en Amazon… en las de Apple, pues ya sabemos que solo existen iPhones, no hay otra marca de teléfonos. Y además hacen la publicidad sin ninguna imaginación (tratar de ver el episodio de Arrested Development donde tenían que hacer publicidad encubierta de una famosa cadena de hamburguesas y ver en qué lo convirtieron los guionistas).
Aquí además podían programar mejor sus módulos de publicidad las cadenas de streaming. Acabas de ver la tercera temporada de una serie. Pones una película y te arrancan un anuncio de dos minutos para que veas…. si la serie que acabas de terminar. Pero inútil ya quieres que vuelva a verla.
Y cuando pensábamos que ya nada malo nos podía suceder… llegan las SmartTV que empiezan a ponerte publicidad quieras o no quieras. Pero la televisión no era mía… no error ya le hemos dicho muchas veces… no es tuya, te la han prestado. Y ya tenemos varios aparatos que se conectan al TV para reproducir multimedia que también han empezado a mostrar publicidad…
Al final la gente vuelve a sacar los tutoriales del torrent y del eMule, conectan otra vez el viejo HTPC o un portátil al televisor, le quitan el Wifi al televisor y tratan de volver a esa experiencia de ver series y películas sin publicidad y sin arruinarse en el intento.
De locos, cada vez tenemos menos dinero para gastar y cada vez la publicidad nos asedia más y más para exprimirnos al máximo.