El mundo del software empresarial solo avanzará de verdad, cuando traten a los programas y a los proyectos como su fuesen tomates, o pollos o merluzas. Vamos que un programa y un proceso tiene que ser natural, tal y como una fruta de la huerta.
Me explico, cuando un agricultor está cultivando sus tomates, no se le ocurre hacer alguna de estas cosas:
– Recoger las flores de los tomates y tratar de venderlas como futuros tomates.
– Recoger los tomates pequeñitos y verdes y venderlos. Cuando el cliente trate de comérselos en la ensalada y no pueda, irá a quejarse. Y el agricultor le dirá: “Estaban algo verdes, pero vamos por el buen camino, en tres semanas estarán en su punto, pero no era cuestión de desperdiciar tres semanas de buenos tomates verdes”
– Probar nuevos pesticidas sin saber que efectos secundarios tienen. Cuando los cliente vengan con diarreas o algo peor, no dirá: “Si no innovamos, nunca llegaremos a ningún sitio”
– Venderle al cliente un tomate, cuando éste pide una sandía. Y le dirá: “Si se parecen mucho, los dos son rojos y verdes, los dos son redondos, uno es más grande, pues te llevas más tomates y si les pones azúcar a los tomates estarán dulces como la sandía. Y además así no tendrá que quitar las semillas al comértelos ni desperdiciarás la piel. Si un tomate es una sandía pequeñita”
– Servirle al cliente conserva de tomate, cuando éste quiere tomate fresco.
Pero en el mundo del software empresarial se hacen cosas que en cualquier otro sector más natural sería imposible de imaginar. Así:
– Cualquier hoja de cálculo (perdón Excel) con dos fórmulas enlazadas y compartida en la red, se vende como una versión previa del gran software que va a resolver todos nuestros problemas.
– Cuando el programa apenas tiene dos ventanas operativas, se obliga a todo el mundo a usarlo. Vamos, no podemos dejar que esto tan maravilloso solo lo tengan disponibles los programadores que lo están terminando.
– Introducir nuevas herramientas en la empresa, sin saber si son compatibles con otras que ya se tenían o si van a dar problemas con otros softwares.
– Poner en producción una aplicación que hace albaranes, cuando lo que se necesitaba era un control de cheques. Pero vamos, si un albarán se convertirá en una factura y una forma de pagar facturas en un cheque, pues ya estamos cerca
– Terminar la versión definitiva de la herramienta, cuando ya no nos hace falta para nada y tenemos a todo el mundo usando la Excel de la futura cojoherramienta.
Así que vale la pena dejarse de tantas tonterías de management moderno y enviar a unos cuantos jefes a la huerta a que conozcan el mundo real.
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Amén.
bueno..ese es un gran problema de los gerentes y comerciales, que venden un producto como si fuera la panacea y luego, nosotros, los desarrolladores, tenemos que “inventar” y mejorar lo que ellos han vendido.
Actualmente estoy con un lenguaje creado en 1999 (framework en perl) para CMS que no tienen ni calidad ISO y asi , las empresas importantes y bancos , NO LO QUIEREN (aparte la licencia cuesta minimo 25.000 Euros).. pero lo venden como lo mas de lo mas y claro, encima tratan mal a los desarrolladores (estos, se van al ver que no hay futuro de evolucion en lo que hacen, ya que es un lenguaje tageado de servidor unico) y unos crean y otros, que entran despues, sin tantos conocimientos, tienen que resolver dudas.
Es tal, que aqui en Madrid, hay 2 preparados para ese lenguaje de los 12 que habian… y uno de ellos soy yo, apartado de proyectos, por que el “comercial principal o director como se hace llamar el”, no le caigo en gracia por que pregunto demasiado y hago mis horas justas (el, hasta domingo por la noche, llamando al movil personal para ver como va el proyecto).
Pero lo que cuenta es el cliente.. tras venderle la moto… luego se da cuenta que tiene mas humo que otra cosa.(es tal, el servicio que presta que tienen que tirar de programadores eventuales de Argentina, currando mas de 12 horas al dia, para terminar los proyectos cerrados).