Si no teníamos bastante competencia en este sector de unos años a esta parte tenemos a las compañías de seguros de hogar ofreciendo en sus pólizas servicios de SATs para los equipos informáticos o servicios de recuperación de datos de dispositivos digitales.
Y luego tenemos clientes que llegan a la tienda después de dar vueltas con el SAT de su seguro de hogar. Y como siempre nos enteramos de una pequeña parte de casos… porque la mayoría las desconocemos.
Teniendo en cuenta el importe de un seguro de hogar no sería rentable ofrecer este servicio si realmente sus asegurados lo conociesen y lo usaran. Imagino que juegan con la idea de ofrecerlo para que el cliente se decida a firmar sabiendo que luego pocos lo van a usar.
Aquí algunas averías que habían pasado antes por un SAT de un seguro de hogar:
- Los datos NO se pueden recuperar y ya está: como éste hemos tenido dos casi iguales en estas semanas. Clientes que nos llama y nos comenta: “Mi madre (o hermana o tía o sobrino…) ha conectado el disco duro externo donde tiene todas las fotos y vídeos de comuniones, bautizos, bodas, cumpleaños y celebraciones varias y no arranca, no lee el disco ¿podéis echarle un vistazo?” Le decimos que sí. El cliente nos trae el disco externo. En este caso tenemos un PC con varias herramientas de recuperación (y conexiones para todos los buses de discos del pasado por si acaso) y hacemos un primer diagnóstico. Si es algo claro lo reparamos nosotros. Si es un tema físico lo enviamos a un servicio externo (un antiguo empleado de la única compañía que trato de censurar el blog hace unos años, que ahora se ha independizado). Miramos el disco y lo vemos muy manipulado. Le preguntamos al cliente si alguien ya ha tratado de recuperar y si han abierta la unidad. El cliente no sabe nada y llama a su familiar. Al final le cuentan (él tampoco lo sabía) que habían enviado el disco al SAT de la compañía del seguro de hogar. Que le habían dicho que era una avería tan importante que los datos habían desaparecido del todo y no se podían recuperar.
Conectamos a nuestro PC y no vemos nada. Así que contactamos con nuestro proveedor externo. Le contamos la historia y dice que tiene ya varias iguales. Le pasamos fotos del disco y nos confirma nuestras sospechas. Habían abierto tanto la carcasa externo, como la interna del disco. Que se lo enviemos y nos dará su opinión sobre si la recuperación es posible.
Al final el proveedor externo pudo recuperar los datos. Tardó varios días y al factura subía bastante más que una cuota del seguro. Pero como él decía: los datos estaban ahí pero tenías que saber leerlos. Parece que esa cualidad no la tenían en el SAT de la compañía de seguros.
- El ruido delator: nos llama otro cliente. Nos pide presupuesto para ampliar la ram de su PC porque va muy lento. Y nos comenta que eso que ha estado varias veces hablando con el SAT de la compañía de seguros de su padre que cubre averías informáticas. Que incluso se han conectado en remoto. Que le quitaron el antivirus que nos compró, que desactivaron el Windows Defender… y varias cosas más que desconocía… pero que aquello seguía yendo lento. Por eso le habían dicho que ampliase la RAM. Mi socio por el teléfono escucha un ruido raro, unos clicks extraños y le dice al cliente si puede acercar e teléfono al PC. Al poner el teléfono al lado del PC mi socio confirma sus sospechas.
“¿Al PC nuevo al final le conectaste el disco mecánico de 250 gigas el PC viejo?, ése que te dijimos que no conectaras” El cliente dice que sí. Mi socio había escuchado el ruido inconfundible (para la oreja entrenada) de un disco mecánico con problemas. Le dice que apague el PC, desconecte el disco y vuelva a probar. Al hacerlo el PC recupera su velocidad perdida…
- La pila escondida: un cliente nos trae un portátil. Un equipo de gama alta en su día. Nos dice que no arranca. Que lo ha llevado al SAT de su seguro de hogar y que le han dicho que no tiene arreglo. Lo metemos al taller y vemos la avería: la pila CMOS está agotada. Pero la pila está un poco escondida en ese portátil. Creo que en el taller tuvieron que desmontarlo casi entero para sustituir la pila. Al final le cobramos la mano de obra y le regalamos la pila… pero el portátil volvió a funcionar. Imagino que para el SAT de seguro sería caro.
Y como digo estos casos son los que nos llegan al final a nosotros. Cuesta entender eso de “Zapatero a tus zapatos”.
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Imagino que en los SAT de los seguros, trabajaran cuatro chavales por cuatro duros sin muchos recursos, y no querrán meterse en cosas muy liosas, preferirán decir “esto no tiene arreglo”
En las llamadas intentaran quitarse el marrón de encima sin perder mucho tiempo en la llamada.
Tiene pinta de:
*subcontratado
*Precio fijo por reparación
*Reparaciones que se salgan de lo normal (esa pila medio escondida por ejemplo) resultarán tan farragosas de justificar que no compensarán
*Saturación