Hay días en que a uno le cuesta ponerse a escribir, ora sea la falta de tiempo, ora el cansancio, ora el que escribo en otros sitios (los chicos de la Unidad de Ideas de mi empresa de por las mañanas están cansados de leerme) ora porque no venga la musa (sobre palabras raras) y de vez en cuando alguien te enciende la chispa. Esto ha sucedido esta tarde con un tweet de Fuckowski que dice así:
Llegará el día en el que la ignorancia será considerada una elección personal y una seña identitaria y estará mal visto considerar más capacitado para cualquier cosa a aquel que entienda algo del tema.
Y yo le he contestado que use el pasado y el presente en su frase porque el día hace ya mucho tiempo que llegó el día de los entendidos que no saben casi nada del tema.
Fuckowski es el seudónimo de Alfredo Hoces y ahora que hay algunos que piensan que se puede mejorar algo la educación con la introducción de nuevas tecnologías ya desde primaria, yo me conformaría con que en grados universitarios se leyese el libro Memorias de un Ingeniero de Alfredo. Para que la gente vaya acostumbrándose a lo que verán en su empresa. Es un libro con unos cuantos años a sus espaldas pero que está vigente en el año 2.020 todavía (y lo que seguirá estándolo).
Como de costumbre me he ido por las ramas. Voy a volver al título de la entrada y la frase que deseo comentar.
Estos años conforme la revolución digital dejo de ser revolución y se quedó en redes sociales hemos ido viendo como el argumento de autoridad ha ido perdiendo importancia a la hora de opinar y de seguir consejo de alguien. Cuando la gente solo se fija en el número de Me Gusta y no en lo que saben sobre el tema los opinantes la cosa se ha roto del todo. Pero es algo que en el mundo de las tecnologías digitales se nota más que en otros ámbitos.
Yo siempre digo que cuando se rompe el inodoro de casa poca gente recurre a los consejos del cuñado o del vecino… directamente van a buscar a un buen fontanero porque no quieren que la casa huela a mierda mucho tiempo. Sin embargo, en el mundo digital no es así. Cualquiera que habla es un gran entendido. Sobre todo, si la contrapartida es la de un profesional que quiere cobrar para llegar a fin de mesa de lo que él sabe. Por no hablar de los divertidos vídeos de Youtube que lo explican todo. Nosotros podríamos poner una sección en el taller de: así quedó tras seguir un vídeo de Youtube donde explicaban como instalar, reparar, modificar, ampliar… el PC. Y a veces pienso que, si esto nos pasa con la tecnología, no quiero ni pensar lo que puede suceder en otros sectores más sensibles a errores con consecuencias más importantes que quemar una placa case, como la salud, la alimentación, los vehículos, la enseñanza. Aunque en el mundo de la tecnología podemos tener consecuencias graves si guiamos nuestra seguridad digital por consejos de desconocedores del asunto.
Pero la invasión de la mediocridad lleva a despreciar el conocimiento. Y es la teoría de que todo es gratis en Internet lleva a mucha gente a buscar la solución que más simple le parece o bien la que menos exige o la más rápida. Y estas solución cortoplacistas casi siempre las darán los que no entiendan del tema.
Como de costumbre algunos ejemplos en la tienda. Estas semanas con el final del soporte de Windows 7, tenemos casos de todos los colores. Viene un cliente y nos pregunta presupuesto de un Apple. Dice que como con los Mac no pasa eso (podríamos contarle que trate de actualizar algún Mac con algunos años de vida a la última versión de MacOs… o que se compren un Office 2016 y no funcione con un Apple de 2.012…) y que además su vecino había intentado actualizarle el Windows 7 del portátil y no se podía hacer. Por supuesto que después de cobrarle una hora de trabajo se llevó el portátil con el Windows 10 instalado y sin perder nada de la configuración de su PC.
O esa cliente empresa que no nos aceptó el presupuesto de un NAS de gama profesional. El primo del cuñado de un padre de un compañero del colegio del hijo de uno de los socios, les contrató un plan de datos en Internet y les configuró allí las copias de seguridad. Un buen día les entró un virus de esos que encripta ficheros… todavía están buscando al primor del cuñado del padre… porque en la nube no había casi nada.
También tenemos otros casos donde avisas y la gente no te hace caso. Estas Navidades recibimos unos mensajes de WhatsApp con felicitaciones de fiestas preciosos. Pero había unos enlaces algo sospechosos en el envío. Nos bastó un par de consultas para comprobar que se trataba de una web que ofrecía las bonitas postales digitales con truco: trataban de colarte luego amigos indeseables en el sistema de receptor de la postal. Así que se lo decimos al cliente que nos lo había enviado. Al cabo de un rato recibimos otro mensaje suyo avisando a los receptores del error y pidiendo que borrarán los mensajes. Lo bueno fue que no era el único que había usado el mismo sistema para felicitar la Navidad a proveedores y clientes. Pero en los demás casos avisamos y no nos hicieron ni caso.
Resumiendo la ignorancia ocupa lugar y por ello se ve más que el saber.