Seguimos con obras de Ciencia Ficción que no son muy largas. Esta semana le toca el turno a Viaje de un siglo del ruso Vladimir F. Tendryakov
Se trata de una novela corta o cuento largo. El libro a pesar del dibujo de la portada no tiene mucho de naves espaciales. Si de viajes interplanetarios, pero de otra manera. El autor nos lleva a un futuro idílico donde la humanidad ha logrado contactar con otra raza inteligente. Como no disponen de forma de viajar hasta allí, planean escanear el cerebro de un hombre y reconstruirlo en un ordenador. Y luego enviar la imagen hasta el otro planeta con instrucciones para que lo reconstruyan y lo inserten en un ser vivo allí.
A partir del momento del envío la novela se centra sobre todo en el hombre que se usó como prototipo para generar la imagen. Vemos como se desarrolla su vida, crea un familia, se convierte en el nuevo jefe del laboratorio que gestiona el contacto con el otro planeta. Pero en todas estas páginas lo que vemos son los pensamientos y dilemas morales de este protagonista y de sus familias. Curiosamente se produce una doble dirección: por un lado el autor dedica un capítulos a glosar las glorias de la Revolución Rusa y de Lenin sobre todo. Parece como si fuese una manera de quedar bien con la censara soviética con la que Tendryakov ya había tenido encontronazos. Y frente a este publicidad tenemos una muestra de lucha entre socialización e individualismo. Esta parte se vuelva muy filosófica. Incluso en algunos momentos hay ejemplos de moralina rápida… pero es interesante reflexionar sobre muchos de los razonamientos que el autor expone… ya que como siempre pasa en estos casos nos pueden servir para aprender más de nosotros como individuos y de nuestra esfera social.
Al final del libro, conforme se aproxima el plazo de retorno de la imagen del humano enviado al planeta alienígena, la obra vuelve un poco a la Ciencia Ficción. El final es simple y queda abierto.
En resumen: un libro entretenido que además de Ciencia Ficción ofrece ideas para reflexionar sobre ellas.