Hace un par de semanas, vimos en casa la adaptación de la novela de John le Carré, el Topo (o Calderero, Sastre, Soldado o Espía, el título original) del año 2011. Como también habíamos visto hacía unos meses la versión que hizo la BBC en el año 1979, pues aproveché para hacer un ejercicio. Volví a leer el libro original (creo que ya es la cuarta vez que lo leo).
Y resulta curioso, poder hacer el ejercicio de ampliar la discusión sobre si es mejor el libro o la película, a añadir en al discusión la serie de Televisión.
Quien no la haya leído, la novela El Topo de John le Carré es una de las mejores novelas del género del espionaje. Cuenta como un espía inglés (George Smiley) es despedido por el fracaso de una misión. Y luego es llamado por el gobierno, para que inicie una investigación extraoficial, para ver si hay un Topo (un agente doble) ruso en el mando del Servicio Secreto inglés. Así Smiley inicia sus pesquisas sin apenas apoyos y tratando de encontrar alguna pista que le lleve, primero a asegurarse que de verdad hay un topo, y luego una vez tenga esa certeza a tratar de descubrir quien es.
La novela es muy densa, hay que leer con mucho detenimiento y lo primero de todo, entender la jerga de le Carré y las diferentes divisiones dentro del servicio. Es muy divertido ver como esta novela (al estilo de Rubicon) muestra unos espías que no tienen nada que ver con las películas de 007; todo es muy gris y muy aburrido.
Si se consigue pasar las primeras 50 páginas, la novela engancha. Empieza entonces una progresiva identificación entre el lector y Smiley, tratando de averiguar el significado de los pasos que éste va dando para tratar de capturar al topo.
La serie de TV, recuerdo que la vi en su día en blanco y negro, cuando en España solo había una televisión. Ahora en color, la verdad es que gana mucho. La serie, se trata de una obra de prestigio de la BBC, con un Alec Guinnes que borda el papel de Smiley. Realmente yo siempre la había imaginado tal y como lo interpretaba Sir Alec en la serie. Y el resto de actores de la serie tampoco le iban a la zaga. La serie tenía seis episodios de 1 hora, con una producción muy cuidada, con esa calidad de series de la BBC, que parece más que estemos viendo una película en trozos, antes que una serie de TV. La adaptación de la serie, es muy completa, casi no hay pasaje importante de la novela que no aparezca en la misma, con gran fidelidad al texto.
La película, pues al principio choca ver a otro Smiley. pero la caracterización y la interpretación son también buenas y enseguida nos acostumbramos al cambio. Como el tiempo es más limitado, tienen que usar otros recursos narrativos, para acortar el argumento (por ejemplo, cuando Smiley se entrevista con Karla de joven, en la serie le dedican un buen número de minutos, en la película lo que hacen, es deja que Smiley se lo cuente a otro agente y en un minuto han zanjado el asunto. Pero en líneas generales la película consigue ser muy fiel a la novela. Eso si, casi es obligatorio haber leído la novela o bien ver la película dos veces, para entender el asunto.
Así que en este caso, no está claro que es mejor, si el libro, la serie o la película. Para mi, el libro es mejor que la serie por muy poco, la serie ganaría a la película, pero también por escaso margen.
Por cierto, dos cosas que me han llamado mucho la atención. La primera es esta costumbre de la BBC de serializar novelas famosas. Podríamos importarla en España.
La otra, es lo divertido que es ver una investigación solo analógica. Me explico, en las novelas, series de TV y películas modernas, los guionistas abusan mucho de los digital, Me explico, todo lo resuelven, hackeando un PC, consiguiendo unas imágenes de satélite, pinchando un teléfono móvil, mirando imágenes de cámaras de vigilancia… y al final aburre esa forma tan plana de encontrar el malo. Aquí tenemos un ejemplo de una investigación analógica. Smiley tiene que robar libros de registro (en papel) para saber que pasó una noche en el Circus. Lo más moderno que vemos es un magnetófono, para escuchar llamadas de teléfono grabadas. Podían aprender los guionistas modernos.
9 Comentarios
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Coincido, qué gran novela.
Pues no veo mucha diferencia entre robar libros de registro (en papel) y hackear el ordenador del registro. Y grabar llamadas de teléfono… ¿no es lo mismo que pincharlo?
Total, que lo que cambia es el contexto tecnológico en el que se desarrolla la historia… A mí me gustaría mucho ver una de James Bond moderna ambientada en los 40, cuando el cuchillo escondido en el maletín era el colmo de la tecnología.
El problema es que en la actualidad quieres robar un libro de registro tines que hackear un ordemador, todo el mundo habla por el movil, manda correos electronicos o Whatups y las camaras de vigilancia estan por todas partes. Hay un numero muy significativo de Etarras cogidos o identificados por ellas.
No es un abuso el problema es que es la realidad en laque vivimos.
Puestos a comparar, podrías comparar “El Cuarto Protocolo”, tanto el libro de Frederick Forsyth como la película de Don Siegel.
Puede que te lleves una grata sorpresa… (o no) XD
No es por ser tocapelotas, pero “El Cuarto Protocolo” es de JohnMacKenzie, creo, que trabajo con Michael Caine en alguna película mas (El cónsul honorario, me parece)
Razón tiene usted, que me lie.
Lo de las adaptaciones literarias que hizo la BBC en los 70 es de hito en la historia de la TV, y lo mejor es que sirvieron como molde tanto en los USA -no se si alguien se acuerda de series como “Centennial” o “Capitanes y Reyes”- o España con cosas como “Ramón o Cajal” o “Teresa de Jesús”.
Y ahora, en la tv, pues el lunes enciendo para ver CSI en T5 y me encuentro a Mercedes Milá. Esto es hora la tv en España.
La serie Castle no está nada mal, es fresca y original. 😛
Y podríamos comparar la serie con los libros de Niki Heat, que se publican y se venden…