Estas semanas he iniciado la lectura de los primeros libros de varias series de ciencia ficción. De esta forma si el primer libro me gusta, y tengo los siguientes listos para leer.
Una de las series que quería comenzar (había leído buenas críticas de ella) era la de la Cultura de Iain M. Banks así que me puse manos a la obra con su primer volumen: Pensad en Flebas.
La novela es toda una Space Opera. Y ese es un subgénero que me gusta mucho. Reconozco que las historias donde pasan muchas cosas, hay protagonistas claros, hay largos viajes en naves espaciales, enfrentamientos entre civilizaciones diferentes y mucha acción me encantan. Y de todo eso hay un montón en Pensad en Flebas.
El protagonista de la historia es el malo. Bueno sería el malo si la civilización de la Cultura es la buena, algo que no está del todo claro. El protagonista es miembro de una subespecie de humanos, los cambiantes que son capaces de modificar su aspecto físico para asemejarse a otras personas.
La historia transcurre en el principio de la guerra entre el Imperio Iradiano y la Cultura. Hay un artefacto que las dos civilizaciones quieren conseguir, en un planeta protegido por una tercera civilización (los Dra’Azon) con tanto poder que ninguna de las dos anteriores se atreve a desafiarlos directamente. El cambiante es la persona adecuada para ese misión. Pero es capturado por una nave de mercenarios. Y empieza una viaje por la galaxia en la nave de mercenarios, mientras son buscado por la Cultura.
Al final llegan a un hábitat artificial (un orbital, remeto del Mundo Anillo de Liven) donde tratan de robar en un barco que es más grande que una isla. Tras varias peripecias, terminan en el planeta donde está el objeto que buscan todos. Por el camino, a bordo de la nave ha llegado un miembro del servicio secreto de la Cultura, que tiene que impedir que el cambiante consiga su misión. En un momento dado, casi se hacen amigo. Se monta una batalla final muy sangrienta y mueren casi todos.
El libro tiene un epílogo donde parece que todo lo que ha pasado en la novela no ha servido para nada. La guerra continua y al final termina con la victoria… bueno, a leerla a ver quien gana.
La novela se lee bien, pero hay algo en su estilo que no me ha terminado de gustar. Está bien escrita, pero a veces se entretiene demasiado en algunas escenas que no las veo importantes y no aportan nada a la trama. Y luego en otras partes, pues pasa muy de puntilla. Así las aventuras del protagonista ocupan mucho espacio, y sin embargo la historia de sus antagonistas, la Cultura apenas se cita.
Si te gustan las Space Opera, esté libro hay que leerlo, si este subgénero no te apasiona, pues mejor dedicar la horas de lectura a otra cosa.
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Hola, Tendero. Como siempre, hablando de lo humano y de lo divino 🙂
Si te gusta las space opera, modestamente te recomiendo la saga de los Aznar (http://es.wikipedia.org/wiki/Saga_de_los_Aznar)
La leí hace muchos, muchos, muchos años y me impresionó bastante. Sobre todo, porque es española y para la época que se editó, la ambientación no era políticamente correcta (había uno de los malos, que tenía bastante tufo a dictador)
Saludos y gracias por tu blog
A mi me gusto mucho la Trilogía de los Mundos de Joe Haldeman, pero la tercera parte no la tradujeron al español.
Tendero, y digo yo, como te da tiempo a tener dos trabajos, ver series y peliculas, estar con la familia, y encima leer?? cuando duermes? xDDD
Ese es uno de los primeros libros que escribió.
Te recomiendo que leas a continuación “Matter” de la serie “The New Culture” y vas a alucinar con el universo de la Cultura 50.000 años mas tarde…
También “The Algebraist” es un grandísimo libro de Iain M. Banks.
Por cierto en inglés, es infinitamente mejor, y ese estilo que citas, en inglés es espectacular.
Hola,
A mí éste en su día no me convenció, creo que peca de exceso de grandiosidad. Vale, es una space opera, pero me dejó la sensación de q
(perdón, se me han caído los dedos en el teclado)
Como iba diciendo, todo tenía que ser lo más grande, lo más impresionante, lo más increíble del universo universal, y me acabó cansando.
El final, está bien por lo que tiene de original, pero también me dejó un poco frío.
Mención aparte, las gambadas en la historia. Me acuerdo concretamente de la escena de la isla del caníbal (¿spoilers?): Dice que altera gravemente el equilibrio de los electrolitos de su organismo… y no se vuelve a saber nada del tema. Y pierde un dedo, pero más adelante parece que lo ha recuperado (¿?).
Por otra parte, ya que mencionáis la ciencia ficción española, me permito recomendar “Mecanoscrito del segundo origen” (Manuel de Pedrolo), que hay que reivindicar lo propio.
Saludos,
J.M.
Menudo ladrillo te acabas de meter para el cuerpo, indigerible este libro, si es de los primeros que te has leído puede quitarte todas la ganas de seguir leyendo este genero…
Si quieres un libro de ciencia ficción a mi de los que más han alimentado mi imaginación han sido Hyperion de Dam Simmons y Neuromante de William Gibson.
Un Saludo.