Estos días de agosto, voy tachando más libros de mi lista de pendientes. Es lo que tiene disfrutar de algunos días de vacaciones. Así que me puse con una novela de Ciencia Ficción moderna, que no parecía una obra para adolescentes. Así que me puse a leer Lexicón de Max Barry.
Lo malo de ser un lector empedernido como yo (y sobre todo de Ciencia Ficción) es que cuando lees un libro, muchas veces empiezas a recordar otro con un argumento parecido. Y éste no es una excepción. Como siempre, aviso de spoiler, vamos que se me puede escapar algo del argumento de la novela. Este libro entraría en el grupo de: Organizaciones que mediante el uso de una técnica desconocida para el resto de la humanidad, tratan de controlarla. Y los aficionados a la Ciencia Ficción saben que hay varios libros que tratan de este tema ya escritos.
A mi esta obra me recuerda mucho a una de Greg Bear: Vitales. Lo malo es que tenía claro el argumento de Vitales, pero no recordaba ni el título ni al autor (lo malo de la edad). Así que he emprendido una búsqueda de dos días tratando de localizar el nombre del libro. Esta obra la leí en su día en formato físico, pero luego la volví a leer en formato digital. Pero no hubo suerte, me puse a buscar entre mis ficheros digitales… nada. Luego me fui a la biblioteca, pero aquí en el mundo físico, tengo la mala suerte de tener mis libros en tres lugares (no me caben en una sola casa…). Como no encontraba nada, me puse a buscar por la red, tenía claras las palabras concretas, pero nada, no había suerte, lo más, me llevaban a La Radio de Darwin del mismo autor. Al final, en La pizarra de Yuri, un comentarista me dejó la respuesta.
Volviendo a Lexicón, dado el título, parece claro el sistema que se usa para querer controlar el mundo: “Las palabras”. Ya decían los clásicos, que “La pluma es más poderosa que la espada” Y más cerca en el tiempo y en el espacio, Gabriel Celaya nos decía que “La poesía es un arma cargada de futuro”. Y esta claro que hoy me va a salir una entrada larga y llena de desvíos… vuelvo al libro.
Lexicón es una obra de un autor… australiano. Ya os decía la semana pasada que esta año, parece el de los escritores de Australia en mi biblioteca. El libro va contando una historia que nos va atrapando. Eso sí, parte del interés es por la estructura. Pero esto es puro artificio. Me explico, el autor ha recurrido a algo que cada día es más frecuente en los libros modernos. Nos cuenta la historia desde el punto de vista de diferentes protagonistas y también desde varias ejes temporales. Eso significa, que va contando un presente que va hacia el futuro (es decir hacía el desenlace de la obra) mientras va intercalando flashbacks donde cuenta las bases de lo que pasa en el presente de la obra. Y es un estilo muy tramposo. Y no solo pasa en este libro, sino en muchos más. Parece que es lo malo de usar ordenadores para escribir libros. Me explico, cuando un autor se enfrentaba a una novela con papel y lápiz o papel y máquina de escribir, este tipo de virguerías técnicas eran más complicadas de conseguir. Pero hoy la técnica con los programas adecuados es muy sencilla. Y eso provoca que las historias vayan dando esos saltos. Pero bueno es lo que hay.
La historia es conocida, pero interesante. Eso si, más o menos por el ecuador de la obra, ya tenía claro como iba a terminar. Hay que agradecer que no es un libro muy voluminoso y que es conclusivo, es decir la historia acaba en este volumen, no es una trilogía ni cosa parecida. Eso si, el final permitiría una segunda parte.
En resumen, libro que parte de una idea muy tratada, pero con un enfoque novedoso. Bueno, aquí otra digresión. Realmente la idea tampoco es tan novedosa, porque al final parece semejante al Maestro Cantor de Orson Scott Card (de cuando no se dedicaba a hacer interminable la historia del pobre Ender).
Volviendo a Lexicón, obra entretenida de Ciencia Ficción moderna, que es fácil de leer y puede hacernos pasar un buen rato a los aficionados al género.l