Cuando vi la primera temporada de la serie de televisión Silo me quedé pensando en que había leído alguna novela de Ciencia Ficción de los años 70 con un argumento parecido. Así que me puse a repasar las tapas de viejos libreo y apareció El Mundo Interior de Robert Silverberg (y alguno más que dejará para comentar otro día). Como no era muy larga aproveché el redescubrimiento para volver a leerla.
La novela se parece al Silo, pero justamente a la inversa. En el mundo interior la humanidad pasa a vivir en unos grandísimos rascacielos de cientos de plantas y donde se apiñan casi un millón de personas por edificio (monadas las llaman en la novela) son como una ciudad y excepto por la comida son autosuficientes. La novela está redactada en forma de capítulos. Cada uno de ellos protagonizado por un habitante de una de estos edificios enormes. Vemos la visión de una sociologo, de un músico, de un político, de un programador de computadoras… y de esta manera vamos haciéndonos una idea de como viven los hombre sin salir nunca de su rascacielos. La idea que mueva a la novela es ver como el hombre, la sociedad humana tienden a cambiar sus reglas para poder aclimatarse a la forma en que viven. En esta sociedad que imagina Silverberg, al vivir tantas personas tan juntas, la privacidad es algo que no se tiene en cuenta. Igualmente el conseguir el placer es algo que no se discute. Las vida sexual de sus habitantes es muy curiosa. El argumento del autor es que solo así se podría convivir en un espacio reducido sin que los hombres estallen con disputas entre ellos.
El libro no es muy largo y se lee de un tirón. Es una historia que nos puede hacer reflexionar un poco sobre las relaciones humanas y la organización de la sociedad. Tal vez no vivamos todavía en grandes rascacielos, pero algunas de las ideas que el autor muestra en el libro podemos verlas ya hoy en día… recomendable.