La LPI, alguna esperanza desde el mundo real

Sigo soltando entradas sobre la LPI, hoy voy a ver si hay esperanza para tratar de frenarla, y creo que si puede haber esperanza, pero solo desde el mundo real.

La gente que está normalmente conectada a la red, que postea en lo blogs, chatea, entra en los foros… en esos medios digitales descarga toda su rabia, su ironia, su inteligencia… atacando el canón y a la SGAE, pero luego en el mundo real todo eso no sirve de nada, no se nota. Al final dependemos de los políticos y tenemos que darnos cuenta de que ellos son los que dependen de nosotros. Así que hay que influir en los políticos, y eso solo se puede hacer desde el mundo real.

Es por ello que algunas noticias donde alguien en el mundo real denuncia el canón y a la SGAE son de las pocas que me dan algo de optimismo, aunque sé que a otros no les parecerá así. Vamos a tomar dos ejemplos: el asalto a la sede de la SGAE y los comentarios que Federico Jiménez Losantos ha realizado contra el canón.

Empecemos por el primero, por mucho que la gente se rasge las vestiduras, (aquí, aquí) estos hechos son necesarios, si en el mundo real no se ve nada de lo que se discute en Internet, el mundo real no cambiará. Tenemos por un lado a los chicos de la SGAE que se están jugando las habichuelas y que además tienen habichuelas para invertir en publicidad, en abogados y en políticos. Enfrente que hay, ni el ejército de Pancho Villa, porque mientras unos están en el campo de fútbol nosotros estamos con la videoconsola jugando al Fifa 2006. Ese es el problema, ante la dicotomía de las habichuelas de la SGAE o nuestros votos, los políticos solo se decidirán por nosotros el día que soltemos el mando de la consola y vayamos todos al campo de fútbol, unos a jugar contra la SGAE y el resto desde la grada (eso si, sin tirar nada al campo y sin violencia) a gritar y a animar a nuestro equipo. Cuando los políticos vean que todo el campo les grita, las habichuelas de la SGAE ya no significarán nada. Hay que tener en cuenta que las políticas de la SGAE no solo están detrayendo una pequeña parte de nuestro presupuesto mensual para pagarles el canón, es que están atacando directamente a pequeños comercios a los que se persigue y se extorsiona hasta límites insospechados y estos son los primeros pasos cuando la nueva LPI todavía no estaba aprobada, así que no quiero ni pensar qué sucederá a partir de ahora.

Resumiendo acciones de protesta en el mundo real son necesarios, hemos de convertir la protesta contra el canón en algo que se vea, que vean los políticos y al final tenemos que convertirnos en un Lobby, pero un Lobby que grite en el mundo real y no solo en el virtual. Eso sí, con buenas maneras y sin caer en la violencia fácil.

Sobre el asunto de que un comunicador del mundo real con una audiencia en expansión y fiel (y no entró a valorar el resto de sus opiniones, cada uno es libre de pensar y decir lo que quiera) se posicione en contra del canón, solo debe llenarnos de alegría. Tendremos a infinidar de radioyentes que no sabían nada de este asunto, enterándose y además oyendo una versión que nos favorece. Ante esto me parece un absurdo plantearse otras ideas, como si apoyos de este tipo pueden restarnos apoyos, más que ganarlos. No voy a repetir la frase famosa de Churchill, porque Jiménez Losantos no me parece el demonio, pero todo apoyo es poco en esta lucha. Ahora bien la reflexión que yo me haría es cuando Telecinco va a dedicarnos uno de los meses a la lucha contra la extor… digo contra el canón…, vamos solo me conformaba con que en Cuatro, o en la Ser informasen de este asunto, o en los periódicos de tirada nacional… pero las habichuelas de la SGAE son más que nuestras opiniones.

Resumiendo (otra vez) estoy de acuerdo con Ricardo Galli, cuando habla de la poca influencia que tenemos desde la red y por lo tanto solo si se nos ve en el mundo real podremos tener alguna perspectiva de éxito, pero en ésta y en otras batallas que tendremos que dar para conseguir que el mundo real no nos agreda.