Es curioso leer sobre la teoría de la larga cola. Estos teoría económica dice que la oferta y la demanda forman una curva y que en la parte donde hay más ventas, se concentran pocos productos. Cuando todo era físico, los productos que quedaban en la parte de la curva con poca demanda, no se podían encontrar, porque no era rentable ofrecerlos a los clientes. Pero que con la llegada de Internet, estos productos de menor demanda si que se pueden ofrecer, porque al reducirse el coste de su venta los vendedores ven rentable negociar con ellos.
Esta misma teoría se puede aplicar a la información. Hace unos años, montar un medio de comunicación era muy complejo. De tal forma, que el cuarto poder, se había convertido en un apéndice de otros poderes, sobre todo del político y del económico. Uno podía adivinar la opinión de los medios de comunicación, solo viendo quienes eran sus accionistas y los intereses partidistas de cada director. La llegada de Internet rompió con esto. Así en la parte baja de la curva de la demanda, algunos periodistas independientes (o dependientes, pero de ellos mismos y sus convicciones) empezaron a abrir nuevos medios de comunicación.
La inversión para arrancar en Internet es menor que en el mundo físico, así que se podía intentar salir de la oligarquía de los medios de información tradicionales en papel, televisión y radio. En papel es caro montar un nuevo proyecto y en TV y radio, más que el coste económico, el problema es el coste político, puesto que se necesitan licencias para arrancar.
Así que gracias a la red, pude volver a leer las crónicas de dos de mis informadores favoritos, en su estado más puro: Pablo Sebastián y Jesús Cacho. Ambos periodistas son personajes poliédricos, que nos podrán gustar más o menos, podremos estar más o menos de acuerdo con ellos; pero son profesionales que no nos dejan indiferentes y sabemos que siempre van a escribir lo que ellos piensan en cada momento.
Pablo Sebastián fundó EstrellaDigital y Jesús Cacho el Confidencial. Y desde el primer día fui seguido de ambos periódicos. Mientras Internet no dio mucha guerra, ambos periodistas siguieron en su línea de hablar de lo que quieren y como quieren, cada uno con sus fobias y amores propios.
Pero la larga mano del poder económico y político, se fue mosqueando, al ver como la parte baja de la cola de influencias mediáticas iba moviéndose hacía la red. Así hace un par de años, Pablo Sebastián salió de EstrellaDigital. Y hace unas semanas, también ha salido de el Confidencial, Jesús Cacho. Esta claro que las largas manos del poder, van imponiéndose sobre la libertad de la red.
Menos mal que en la red se puede empezar de nuevo sin muchos problemas. Así fue como Pablo Sebastián se reinventó con Republica.es. Y ahora espero que Jesús Cacho, haga lo mismo. O basta con que monté un blog y nos deleite con sus artículo semanales. Seguro que pronto recupera su brillo en la red… y a los que dilapidan el capital humano y la independencia por un plato de lentejas, que les den…