Uno de los puntos a favor de usar consultoras externas en las empresas, es la supuesta efectividad que aportan. Es decir no se paran tanto en los procedimientos, sino que buscan el resultado rápido y directo. Por ello sus empleados suelen ser titulados de importantes universidades, versados en todo tipo de materias… apoyados por gerentes de alto nivel… y claro la gente de provincias como nosotros no podemos entenderlos muchas veces. Pero ellos tienen el verdadero conocimiento y las mejores técnicas de análisis, diseño y programación.
El otro día estaba buscando una historia para enviar a VersionCero, cuando me encontré con una pequeña anécdota en un proyecto donde tengo a algunos amigos. Paso a resumirlo:
En un proyecto de integración de hardware y software muy grande (más de 500 personas colaboran en él) liderado por la consultoria Realcerr&Brother. El otro día estaban probando un módulo de comunicación con una empresa externa. Este módulo se usaba para un tema de firma electrónica y consistía en recoger unos documentos generados en formato de Microsoft Word (.DOC) y convertirlos formato de Adobe Acrobat (.PDF) y añadirles encriptación antes de enviarlo a la empresa externa.
El módulo en su momento lo programó un cliente nuestro que entró como becario a la empresa para hacer este trabajo y al final se quedó como empleado fijo. Vamos un programador de pueblo (eso sí, con título universitario, pero sin masters…).
Empiezan las pruebas y los resultados no son los esperados, los ficheros .PDF dan errores de formato, llevan símbolos extraños en su interior… al final llaman al programador que hizo el módulo original y la respuesta que llegó a los de Realcerr@Brother fue lacónica: “En las especificaciones iniciales se indicó que el módulo de exportación funcionaba recogiendo ficheros en formato Microsoft Word en el directorio xxxx y los convertía a fichero en formato Adobe Acrobat en el directorio zzzzz. Por si no lo sabéis para pasar de un fichero .RTF a un fichero .DOC no basta con cambiar la extensión al fichero, hay que hacer algo más.”
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Jeje, muy bueno. Con esa filosofía se podrían haber ahorrado el módulo de conversión. Podrían directamente haberle cambiado la extensión a .PDF 🙂
Un saludo.
Porque no usan Adobe Acrobat para eso?
Tomy, yo diría que lo malo no es que no supieran cómo, sino que no supieran qué. Por cierto, no es estrictamente necesario gastarse dinero en el Acrobat. Se puede instalar el controlador de postcript que Adobe tiene en su web, imprimir el doc en la impresora virtual y convertir el ps a pdf con las utilidades de GhostScript.
Gracias por la aclaración Nico.