Hace unas semanas nos llamaron del ayuntamiento de nuestro pueblo. Toda una gran noticia… hacía más de dos décadas que no nos llamaban para nada. Y las últimas veces que lo hicieron (reitero: hace más de 20 años) era para que les enviásemos presupuestos. El primero que nos pidieron nos lo tomamos en serio… el segundo algo menos… y el tercero ya ni lo respondimos. Solo querían nuestros presupuestos para tener tres ofertas y poder cumplir la legislación: la compra ya estaba decidida a algún proveedor de fuera del pueblo.
Nos llamaban de una empresa que había contratado nuestro ayuntamiento para dinamizar el comercio local. Nos contó que estaban haciendo unos vídeos y fotos con historias de compras en las tiendas del pueblo para fomentar el consumo en el municipio. Nos decía si podía pasarse al día siguiente para contarnos lo que quería hacer. Mi socio le dijo que sí y quedaron para la tarde (que ahora son muy tranquilas en la tienda).
Se pasa un empleado de la empresa que nos había llamado. Y le cuenta a mi socio la idea que llevaban para el vídeo: “Que un señor o señora mayor entrase a la tienda para pedir asesoramiento para comprar una webcam con la qué poder comunicarse por videoconferencia con la familia que vivía fuera del pueblo”. Y mi socio no sabía si llorar o reír. Le explicó al publicista que esos clientes existen, pero que realmente son complicados de atender. Si vendemos una WebCam podemos tener un margen bruto de como mucho 3 o 4 Euros. Solo el tiempo que un cliente de ese tipo se pasa para decidirse ya es antieconómico. Pero hay que añadir que querrán que se lo instales, les configures la cuenta, pruebes el software y casi seguro que vuelve un par de veces más con dudas. En estos casos si les dices que vas a facturar las horas… pues se van y no haces ninguna venta.
Mi socio entonces le dijo que porque no cambiaban el enfoque: “Cambia el vídeo: coge al hijo del señor/a mayor, que esta sudando tratando de montar el PC que el nieto del señor/a mayor ha comprado en Internet y que no funciona fino: explícales que en el pueblo hay media docena de tiendas donde le habrían asesorado, aconsejado y vendido un PC al nieto configurado y funcionando sin problemas al llegar a casa. Y por raro que parezca con un precio muy parecido (sobre todo si contamos los costes ocultos)”. Pero esa idea no le convenció… y no hemos vuelto a saber nada más. Lo divertido es que no veo ningún rastro de esta campaña en la web ni en las noticias del ayuntamiento de nuestro pueblo.
Un ejemplo más de las intenciones que no son ni buenas, son ajenas a la realidad de los vecinos que les pagan el sueldo a los gerifaltes de la casa consistorial. Cuando mi socio me lo contó yo le dije que su idea era buena, pero que había una mucho mejor: “Hacer un anuncio donde se vea que el Ayuntamiento compra la tecnología digital en tiendas del pueblo, que contrata a programadores locales para hacer aplicaciones, que busca a empresas de publicidad digital locales (el que vino a vernos no era del pueblo…) para hacer sus campañas, que compra los consumibles informáticos en las tiendas del pueblo”. Si tenemos en cuenta que tienen más de 400 empleados solo con esa política las tiendas de informática del pueblo tendríamos una facturación fija muy interesante. Y los especialistas en software, diseño y marketing no tendrían que irse a trabajar fuera… pero eso no interesa.
Así que aquí estamos pagando impuestos para que luego se acuerden de nosotros con ideas peregrinas y totalmente fuera de la realidad. Pero es lo que tenemos. Y algún día hablaré de como en mi pueblo en lugar de hacer un marketplace digital para reactivar el comercio local, han decidido hacerlo de ladrillo… la diferencia es que el presupuesto es de unas 20 a 40 veces superior.
Tal cual lo cuentas. Nosotros también tenemos una empresa en una pequeña localidad, y no son pocas las veces que el Ayuntamiento cuenta con empresas de fuera para contratar sus trabajos.
Después se les llena la boca con el apoyo al pequeño comercio, a las empresas y vecinos, cuando, como bien dices, con que tan solo el Ayuntamiento realizara todas las compras y contrataciones en su localidad, el tejido comercial/industrial se vería muy beneficiado, y por consiguiente, más puestos de trabajo, más vecinos viviendo y trabajando en la localidad,…
Por cierto, lo del marketplace también se hizo aquí, en este caso digital, pero lo mismo de todos los casos, dinero tirado.
Es falta de voluntad y más cosas que me callo. El otro día estuve en un pueblo vecino. De un tamaña muy parecido al mío. Tuve que callejear mucho para llegar a mi destino. Y en dos ocasiones termine con vehículos de la Policía Municipal delante de mi. Como soy muy curioso miré en la matrícula la publicidad del vendedor del coche: en los dos casos concesionarios del pueblo y por cierto diferentes. En mi pueblo desde del siglo pasado no se compra un vehículo municipal en el la localidad.
Y no es solo el hardeware… con el software podríamos decir lo mismo.