Ayer encontré un artículo en Tomshardware que trataba un tema que siempre me ha gustado y del que ya he hablado antes en el blog: la relación entre la agudeza visual, la distancia y la resolución de las pantallas.
Tomshardare hacía referencia a otro artículo de Techexplorer donde se hacían eco de un estudio de la Universidad de de Cambridge y Meta Reality Labs en el que habían investigado la capacidad del ojo para ver el detalle de resoluciones altas de pantalla según la distancia a la que esté situada la persona. Los autores el estudio lo justifican indicando que conforme los fabricantes de hardware ofrecen más resolución en las pantallas es importante saber si el ojo humano es capaz de aprovechar ese aumento de resolución (vamos si puede ver los pixeles de más que hay en la imagen). Ya que esas pantalla son más caras de producir y consumen más energía, requieren más ancho de banda… y si al final el ojo no lo ve… es un desperdicio.
Una cosa que hicieron los investigadores fue medir los pixeles por grado, es decir cuantos pixeles caben en un grado del campo visual. Así podemos contestar a la pregunta de ¿Cómo se ve esta pantalla desde donde estoy sentado). Para este tipo de mediciones se emplea el Test de Snellen. Pero ese test se creo en el siglo XIX y con letras. Así que los investigadores se pusieron a actualizarlo. Para ello emplearon pantallas que se podían mover para que estuviesen más cerca o más lejos de la persona. Y se dieron cuenta de que la capacidad de ver pixeles por grado dependía también de los colores y del tipo de imagen. En imágenes con grises o blanco y negro el ojo puede discernir más pixeles. Para colores como el rojo y el verde baja, y para el amarillo y el violeta baja más.
Al final los investigadores crearon una calculadora que nos puede servir para comprobar nosotros mismos las distancias según la resolución. Así que a la hora de comprar un dispositivo de alta resolución tener en cuenta que a más distancia de visionado, más grande debe ser para notar la mejora.
Pero hay veces que cuando uno está pensando en una tema interesante como el anterior, vas y ves otro artículo que toca un tema parecido e igualmente apasionante. En Igorlabs comentan un artículo de Winfuture sobre otro estudio de una Universidad sueca. Aquí están creando una pantalla donde cada pixel de la misma se corresponda con una sola célula sensorial de la retina, llegando a 25.000 pixeles por pulgada.
Para ello han investigado en la tecnología del papel electrónico y la han mejorado con nuevas técnicas. Se trata de una pantalla que usa la luz ambiental, no hay retroiluminación, no hay leds, no hay capas de color. Es como la pantalla de un lector de libros, pero mejorada. Sobre todo con una frecuencia de actualización mayor que le permite mostrar imágenes en movimiento. Estas pantallas parecen ideales para usarse en futuros sistemas de realidad virtual o gafas de realidad mixta.
De momento son prototipos de laboratorio, muy caros y difíciles de fabricar. Pero se empieza por aquí y luego ya vendrán los procesos industriales y la producción en masa para abaratarlos. Pero le veo futuro al tema.