Experiencia, conocimiento ni riman con rentabilidad

Si el otro día os comentaba la relación directa que veo entre usabilidad y rentabilidad, hoy quiero comentar la que existe entre experiencia y conocimiento y rentabilidad;  que como ya ni riman no son tenidas en cuanta absolutamente para nada en la gestión de las modernas empresas (que justamente por esto motivos no serán nunca empresas veteranas) 

El otro día hice un pequeño ridículo en mi empresa de por las mañanas. Una de las compañías que tiene subcontratado una parte de nuestro sistema informático, detectó un error bastante grave en un proceso nocturno. Llevaban ya un par de horas dando vueltas, tratando de encontrar donde estaba la causa del problema. En ese tiempo, teníamos a muchos de nuestros empleados sin poder usar ese módulo, por el error. En sus indagaciones, aciertan a venir a preguntar al compañero que se sienta a mi lado. Y no puedo evita escuchar parte de la conversación. Así que viendo que aquello era grave, les apunto una posible solución. Les pregunto que me den algunos ejemplos de los errores. Les recuerdo que la semana anterior, se hizo una modificación en unos programas (que mantiene otra empresa externa diferente y por lo tanto ellos no sabían nada del asunto) que pueden estar provocando el error que ahora aparece. Les digo que lo voy a confirmar, que me esperen cinco minutos y sabré algo más 

Me levanto y me voy al segundo piso. Allí está una tercera empresa, que es la que mantiene las bases de datos de la aplicación que yo pienso que está causando problemas. Yo voy buscando a un programador en concreto, que es el que mantiene directamente esa base de datos. Sé que este programador, además de los backups automáticos que se generan, lleva un listado de cambios muy bien documentados, que ya nos ha servido para resolver problemas parecidos en el pasado. Quiero ver los cambios que se han hecho en una tabla concreta en los últimos siete días para ver si la otra empresa ha introducido registros erróneos. Y cuando llego al pasillo donde se sienta, no lo veo. Pero lo que me empieza a preocupar en que en su mesa hay sentada una persona que no conozco. Así que pregunto: ¿Dónde se sienta ahora Javier  Programador Excelente? Y me veo azoramiento en la cara del que está sentado en su mesa y me dice: “No lo sabes, el contrato con su empresa ha cambiado ahora a la nuestra, somos de BluffBit y ahora nos encargamos de las bases de datos en lugar de Primonet. Dinos a nosotros lo que necesites”. 

Y allí estuve casi una hora explicándoles lo que andaba buscando. No hubo forma, cuando me di cuenta que estaba dando gratis una clase de bases de datos, pero que ya llevaba mucho tiempo más sin resolver el problema me despedí. Y yo que pensaba tener la respuesta en cinco minutos

Al final tuvimos que reconstruir la base de datos de forma manual. Solo tardamos dos días, para lo que habríamos hecho con Javier Programador Excelente en dos minutos. 

Así que grandes jefes, la experiencia y el conocimiento tienen mucho que ver con la rentabilidad. De nada me vale que los nuevos programadores que se sientan en la mesa de Javier, cobren un 20% menos, si rinden un 50% menos y durante los primero meses ni eso. No es así como se construye una empresa que deba durar.