Lo de trabajar de cara al público, nos convierte de vez en cuando en lo que no somos. La tienda es como un gran teatro, teatro de la vida que dirían los clásicos. Y nos toca interpretar el papel que el cliente quiere en cada momento.
Hace unos días pasamos por unas de esas situaciones, en las que el cliente no ve al tendero, no ve al SAT, ve a otra persona…
Hace unas semanas, el hijo de un cliente se lleva el portátil a casa de su novia. Parece ser que el padre le había prohibido sacar el portátil de casa, por experiencias pasadas. Pero el hijo al final se fue con el equipo. El lunes el portátil fue reintegrado al domicilio paterno, pero con un añadido que no llevaba cuando salió: alguien había derramado un vaso de líquido encima del teclado.
Nos trajeron el portátil a la tienda. Yo desde el primer momento les dije que tenía poco arreglo. Traían el portátil la madre y el padre. El hijo en estos casos, siempre tiene otras cosas más importantes que hacer. Bueno a lo que íbamos. Ya he sufrido varios incidentes donde se mezcla algún líquido y un portátil y nunca acaban bien. Así que les digo a los padres que se preparen a comprar un nuevo portátil. El padre me dice que eso no puede ser. Le pregunto si el PC estaba en marcha cuando decidieron ducharlo y me dice que no lo sabe. Le explico que si lo han puesto en marcha estando mojado, pues reparación difícil. Si no se ha mojado, pues podemos ver qué hacer. Al final le doy entrada al taller.
Nos esparamos unos días antes de tocarlo. Lo desmontamos y eliminamos los restos de humedad. La verdad es que no había nada. Imagino que alguien le había dado con un secador antes. Al final arrancamos el equipo, y para nuestra sorprese se pone en marcha bien. Avisamos al cliente y se lo lleva bastante aliviado. Al día siguiente vuelve el portátil a la tienda, presenta algunos fallos intermitente en el touchpad. Le dejamos un ratón externo y le pasamos precios para cambiarle el touchpad.
Dos días después vuelve el portátil a la tienda, esta vez ha muerto del todo. Nos dicen que se paro en seco y ya no arrancó. Lo enviamos al SAT oficial de la marca para que nos hagan un presupuesto. Es un portátil que tiene 18 meses y en su día era un gama alta. Lleva un Core2Duo 5400, dos gigas de Ram, WebCam, disco de 160 gigas… El SAT nos pasa el presupuesto de la reparación: cambio de placa base, memoria, touchpad… en total 245 Euros.
Llamamos al cliente y cuando le damos el precio, empieza a vomitar por la boca una bonita sarta de insultos hacia los estafadores del SAT, (según el cliente, a mi no me parecía cara la reparación, vistos otros presupuestos que nos han pasado desde otros SATs últimamente) hacía nosotros… y claro nos llevamos la bronca que no se llevo el hijo… que claro también tenía otra cosa más importante que venir a ver que le pasaba a su portátil.
Así que durante un rato, hicimo de hijo del cliente y hombre no te gusta que te digan ciertas cosas, pero son gajes del oficio.
9 Comentarios
Comentarios Cerrados
Pues la verdad no entiendo pq teneis que aguantar que os griten… no habeis derramado el vino vosotros encima del portatil ni tampoco poneis el precio de la reparación en el SAT…
Yo le cuelgo y que me llame cuando vuelva a encontrar la educación.
Hombre, gajes del oficio, en mi caso es que 5 min antes de salir se me tumbe un servidor, en el vuestro que tengais que llamar al cliente para pedirle disculpas por que la reparacion se va a estirar mas de lo debido por que alguien ha metido la pata y se ha cargao un disco duro por poner un ejemplo.
De ninguna manera considero gaje del oficio tener que aguantar los gritos o los insultos de un cliente por que el precio de la reparacion de su portatil no le gusta.
Si no esta de acuerdo, que pille el portatil, y se lo lleve.
¿Se puede saber la marca del portátil? La reparación de la placa base, memoria y touchpad no me parece nada cara.
Scan y Neesur:
Yo llevo muchos años de cara al público, y son más problemas de estar abiertos a la calle, más que de ser un negocio informático. De todas formas no fue una cosa demasiado fuerte… y sobre todo teníamos claro que la cosa no iba con nosotros. En esos momentos, pues desconectas. Además son clientes conocidos y que sabemos que tienen esos prontos
Javi:
Era un Asus y nos sorprendió a nosotros también el precio.
La conclusión es que el fulano tiene el hijo que merece.
Efectivamente, son gajes de tener una tienda… de lo que sea. Cada X sabes que te va a tocar la china hagas lo que hagas, y no, no es agradable, yo a veces lo paso muy mal; pero sabes que te toca siempre, quieras o no.
Una mierda para el del portatil que se joda, le avisaron que se comprara uno ,que seria mas barato, trabajas pones la cara y encima te insultan solo le falto decirte que tiene un “pringao howtoo” que es el novio de la hermana que es informatico, te acompaño en el sentimiento tendero
Mientras solo os “comierais” las palabras…
Encuentro gaje del oficio tener que aguantar las quejas de un cliente, vayan o no por ti. Otra cosa es la falta de respeto. Pero en este caso la falta de respeto la tuvo con el SAT.
Si a mi un cliente, después de informarle del precio que pone el SAT suelta algo al estilo de:
“Que que? chorrocientos euros por eso, estos cabrones de *poner aqui la marca* que se han creído, que el dinero sale de debajo de las piedras? para la próxima vez se pueden meter todo lo que venden por el agujerillo del culito!!!”
Pues mira, se aguanta, al final le sueltas “que se le puede hacer, las marcas tienen la paella por el mango”, el tío se ha desahogado, a ti no te salpica nada y has aprendido vocabulario soez, que para ciertos casos nunca viene mal, jeje.
Eso si, si te suelta “palabras malsonantes” hacia tu persona sin escusa alguna pues luego actuas, pero sino… tu tienes que mantener tu cliente, luego si compra asus o toshiba es otra cosa, pero el cliente es tuyo.
Pues ese cliente vuestro es un cretino, con todas las letras…
Si el hijo es el que ha hecho el cafre, y se ha cargado el portátil, que le castigue… pero ni tú ni tus socios teneis culpa de que su hijo se pase lo que diga el padre por el arco del triunfo.
Yo desde luego no me hubiese callado, aunque tampoco le hubiese insultado… en todo caso le habría recordado quién se ha cargado el portátil, y que uno está allí para ayudarle, no para aguantarle.