Hace un mes tuvimos una situación de esas curiosos en las Pymes. Un caso de como en ocasiones los encargados de gestionar la informática en la empresa creen que si van siempre a comprar lo más barato, lo más económico… será lo mejor para la empresa y que los jefes se lo agradecerán.
Muchas veces aquí (y en los comentarios que enviáis) criticamos a los jefes y dueños de pequeñas empresas (o de grandes) españolas por la ceguera que muestran muchas veces con la compra de hardware o software moderno como una forma de aumentar la productividad de sus empleados. Pero de vez en cuando nos encontramos son situaciones en las que los hechos desmienten esa afirmación.
Hace unos tres meses una Pyme de la comarca nos pide presupuestos para renovar un PC. De paso nos piden consejo para ver qué monitor le ponían al nuevo PC y también para buscar ideas para renovar varios monitores de otros PCs de la empresa. Como siempre hacemos nuestro primer consejo es montar un monitor 4K de 27” (para nosotros el tamaño más equilibrado) si les gustan los panorámicos, un 4K panorámico de 31” (aquí no hay modelos más pequeños a precios asequibles), si queremos bajar el precio ir a un panorámico Full HD de 25 o 29 pulgadas y si queremos lo básico un 24 o 27 pulgadas Full HD normal. Le indicamos al encargado de compras de la Pyme que se podía pasar por la tienda para ver ejemplos de esos monitores. Muchas veces cuando abres una Excel en un monitor 4K es cuando la gente entiende la ventaja de esos monitores en una Oficina.
Pero el empleado al final optó por la solución más económica. Nos compró varios monitores de 24”. Los empleados quedaron contentos con ellos (venían de 19 y 22” algunos HD solo) y daban una imagen más moderna a la Oficina. Luego en un par de casos concretos nos pidió otro monitor igual para tener dos monitores trabajando juntos.
Pero hace un mes nos llama el gerente de la Pyme. Le ha vista un portátil que le vendimos a un competidor hace medio año y le ha gustado. Además su portátil ya tiene 5 años y con el nuevo cuadro de mandos de la empresa va algo lento. Así que nos pide presupuesto de portátiles parecidos. Le pasamos varios modelos y se queda un equipo de gama alta. Cuando recibimos el portátil nuevo le pedimos que se pase por la tienda con el portátil viejo para ir migrando los datos. Quedamos así, porque si vamos a la Oficina al final no para de trabajar y la migración se hace eterna.
Cuando estábamos a mitad de migración entra otro empresario a la tienda. Venía a pedir presupuesto para un nuevo PC para su empresa. Nos pide que le pongamos un monitor panorámico como los anteriores, pero que está dudando entre el modelo Full HD y el 4K. Casualidad teníamos en ese momento en stock físico uno Full HD y se lo mostramos. El gerente que estaba migrando los datos de un portátil al otro se acerca y nos escucha atentamente. Cuando nos quedamos a solas con él, nos pregunta: “¿A mi portátil le puedo conectar uno de esos monitores anchos?” Le decimos que sí y además se lo conectamos en el momento. Le enseñamos como funciona en Windows 11 la división de pantallas en trozos y también el concepto del escritorio virtual.
Y nos dice que se lleva el monitor junto con el portátil. Al cabo de una semana nos llama y nos dice que trabaja mejor y sobre todo que nota que puede hacer más cosas en menos tiempo. Y que no entiende por qué no tienen monitores panorámicos todos sus empleados. Nos indica que a partir de ahora cada PC nuevo deberá venir con un monitor panorámico y que además va a planificar el cambio de los monitores actuales por panorámicos. No os cuento la cara que tenía el jefe de compras. Por supuesto que nos hicimos los locos y no dijimos nada de las anteriores adquisiciones de monitores.
Es curioso, que en el tema de monitores grandes casi todos los jefes entienden que si el empleado ver mejor (más nítidas, con más resolución y calidad) las imágenes y los textos y además van a poder abrir varios programas a la vez rendirán más. Tenemos comprobado que en la mayoría de los casos si el jefe ve un monitor panorámico y sobre todo si lo usa él… toda la empresa los usará. Ya no les dolerá gastar un poquito más en cada nuevo monitor.
Creo que hay un error:
“Casualidad teníamos en ese momento en stock físico uno Full HD…” me da la sensacion de que debería poner 4K porque un monitor full hd hoy en día es algo que no impresiona
Pero era panorámico con resolución 2560×1080 que si que llama más la atención y el precio es contenido…
Ahh, ahora entiendo
Se me había pasado, cuando enseñamos un 31″ panorámico cuesta más venderlo. El paso de 29″ a 31″ los clientes lo ven como un escalón difícil de asumir, pero tenemos ya varios 31″ 2K o 4K en las oficinas de los más valientes…
Diría que 31″ ya entra en el territorio mental de “es como si hubiera cogido la tele del salón” y da la sensación de ser como muy grande para el día a día sobre todo si la empresa empezó con pantallas de 14″
Mi hijo tiene un 32″ y me pasa lo que tu dices. Pero por contra él está encantado… puede ver los videos y las fotos mejor con el TV que me compré cuando yo me case que nos parecía enorme y era un 28″ cuadrado. Por ese uso doble se venden para casa muchos monitores de más de 30″
¿Abrimos entonces ya el melón de qué es mejor: monitor panorámico o múltiples monitores? Yo soy del segundo grupo. Me gusta tener todo más segmentado físicamente que con las opciones de distribución de ventanas via software.
La respuesta al final es fácil: lo que más le guste a cada uno. Lo malo es cuando te obligan a algo que no te gusta. Yo trabajo ahora normalmente con un 27″ 4K. No suelo usar la separación de ventanas, salvo que esté haciendo algo durante un plazo largo donde necesite dos tres programas fijos en pantalla (por ejemplo haciendo resúmenes de temas). Los escritorios virtuales los uso cuando estoy trabajando con algún proyecto de software concreto más de un par de días. Me creo el escritorio virtual con todo lo que necesito para ese proyecto y luego dejo el otro escritorio con todas las cosas diarias diferentes…
Y después tenemos a los que necesitan más de 2 pantallas o a los que les vienen mejor (o les gustan como un cliente de hace un par de meses) las pantallas verticales. Como dice la canción de Un Pingüino en mi ascensor: “en la variedad está la diversión”.
Ya te digo. Mi caso es un poco exagerado. Yo ahora mismo uso 4 monitores + escritorios virtuales. La pantalla principal es una 4k de 32”. En los laterales tengo dos de 19” 4:3 en vertical. Y debajo de la principal, justo delante del elevador del monitor, tengo un monitor portátil de 15” inclinado. Esto me permite tener abiertos editores, documentación, email, código… etc. Para las tareas intensivas uso los escritorios virtuales, moviendo todas las ventanas relativas a la tarea a un nuevo escritorio virtual y dejándolo “aislado” del resto de aplicaciones del día a día. Pasar a una única pantalla con las ubicaciones determinadas por software (con powertoys por ejemplo, que también lo suelo usar) se me haría muy cuesta arriba ahora mismo. Pero vamos, que a todo se termina acostumbrando uno 🙂
Lo que yo te decía es la necesidad de cada uno y la manera de trabajar que más le gusta a cada uno. Lo de probar con pantallas pequeñas al lado lo he hecho yo. Pero mi problema es la vista y las cervicales. Por eso me apaño con un solo monitor a la altura y distancia donde lo veo bien.
Con el tema de los monitores no se dan cuenta hasta que llegan a la edad de la presbicia.
Cuando entré en mi actual empresa conseguí monitor extra porque cuando me dijeron que no se daban monitores con los portátiles, me presenté con mi propio monitor de casa, al ser menos de 10 empleados en el departamento de informática, cantó mucho mi llegada con el monitor bajo el brazo, y mi jefe le dijo al chico encargado de montar los equipos que me consiguiera un monitor. Ya me había acostumbrado en mi anterior empresa a trabajar con un monitor y la pantalla del portátil, y con el tipo de programas que manejo, con numerosos menús y pestañas que se pueden mover a ventanas, aparte del “lienzo” donde vas depositando los objetos que vas usando al programar, no me planteaba volver a trabajar con la pantalla del portátil, así que prefería poner yo el material que trabajar incómoda (por el mismo motivo tengo mi propio teclado, los teclados de los portátiles no son ergonómicos a largo plazo, gracias).
Pasan 5-6 años, y mi jefe es atacado por la presbicia, y de repente descubre las ventajas de los monitores 4K de 27 pulgadas, a pesar de tener mejor pantalla en su portátil que el resto de los mortales. Todavía hay gente trabajando con la pantalla del portátil (no en mi departamento, pero por otros departamentos mucho más grandes es más común), pero ya no tienes que luchar tanto para conseguir un monitor.
Lo de un 4K de 27 pulgadas no es proporcionado por la empresa (salvo a la gente de plató que está editando los vídeos y promociones), pero al menos algo que al abrir una hoja excel con 10 campos no tengas que usar la barra de desplazamiento. En mi departamento otros compañeros se han acabado trayendo sus propios monitores, el encargado de la web se compró un monitor panorámico de 32″ que sinceramente a mi me sobra, pero bueno, él ha llegado a trabajar con 4 pantallas.
Lo que tengo pendiente es aprender a sacar partido de los escritorios virtuales, sospecho que trabajando con dos pantallas no lo encuentro tan útil, pero puede resultarme interesante saber cómo funciona realmente por si acaso sí le encuentro utilidad. Con uno de los programas que manejo acabé aprendiendo el concepto de workspace que estaba presente en numerosos programas y no había llegado a usar, y una vez aprendí a sacarle partido me ha resultado de lo más útil.
Ana: como la tuya te podría contar yo varias… eso de llegar con un monitor debajo del brazo lo hice yo hace 20 años… aparecí en la Oficina con un monitor plano de 20″ cuando tenía un CRT de 15″ curvo. Y estuve años usando teclados mecánicos que me llevaba yo, ratones ópticos, trackballs…
Lo de trabajar con la pantalla de portátil yo solo lo entiendo cuando estás en movimiento, en cuanto estés en tu Oficina o casa y vayas a echar horas mejor un monitor grande y también un teclado.
Los escritorios virtuales es lo que le decía a Lolo. Yo lo uso cuando tengo proyectos donde necesito un entorno concreto y voy a estar varios días con ese proyecto. Abro un escritorio virtual y pongo allí los programas que voy a usar con ese proyecto. Dejo en el escritorio principal todo lo que abro normalmente… Además de ver solo lo que necesito me deja muchas veces concentrarme más al perder de vista las aplicaciones que quitan la atención que quedan en el escritorio principal.
Y ya que estamos, ¿qué usáis para reabrir esa cantidad de aplicaciones y ventanas después de reiniciar? Porque yo con 3 monitores y 2 escritorios me lleva un rato tener todo de nuevo operativo.
Pues mira, en mi caso tengo las aplicaciones básicas en la barra de tarea y las abro al arrancar con win+2, win+3, win+4… etc 😀 La mayoría me salen en la pantalla donde las cerré. Hay veces que alguna se vuelve loca. Quedo pendiente por si hay alguna alternativa (quitando meterlas en el arranque, claro)
Yo hiberno siempre, asi arrancó don de lo dejé. Una vez al mes reinicio. En ese caso aprovecho para guardar cosas por si acaso, pero dejo los navegadores sin cerrar (siempre tengo muchas ventanas y a su vez muchas pestañas abiertas). Windows 10 y 11 lo hacen bien si reinicias y vuelven a cargar todo, y eso sí a veces tarda un poco.