Estos días nos han llamado clientes que han decidido con prisas y carreras prepararse para poder trabajar a distancia en sus empresas. Y pasa lo que pasa cuando las cosas se dejan para última hora.
Un ejemplo: empresa con un par de empleados en cuarentena. Su trabajo es de los que se pueden hacer sin problemas desde casa en un 90%. Estos últimos años les hemos pasado varios presupuestos para configurar VPN, Terminal Remoto, virtualización a distancia, configuración de datos en un NAS con acceso exterior… y al final todo les parecía muy caro o en el mejor de los casos para alguna emergencia, tiraban de un TeamViewer gratuito.
Como ahora si que necesitan algo para poder acceder a los datos desde fuera de la Oficina física para varios empleados nos piden que montemos lo que sea ya, que lo pagan. Así que buscamos una solución de acceso remoto que es compatible con el hardware y software del cliente. Sabemos que tienen fibra de alta velocidad y conocemos el router que es de la cablera local. Ya nos hemos peleado antes con estos equipos para abrir puertos y configurar seguridad de cara a conectar con el exterior, así que un problema menos
Configuramos una VPN, instalamos servicios de terminal remoto y los accesos al servidor desde el exterior. Probamos y en local funciona. Sacamos el móvil, nos conectamos por 4G y tratamos de acceder: error, no vemos los servidores internos. Revisamos la configuración del router y está bien. Volvemos a probar y seguimos fallando. Por si es cosa del 4G, llamamos a la tienda y tratan de acceder desde allí con la conexión de fibra… error. Así que preguntamos y uno de los que todavía están trabajando en la Oficina nos dice: “Creo que hace unos meses instalaron algo los de la Voz IP”. Nos vamos al router y empezamos a seguir los cables. Y encontramos en el archivo dos routers más, uno moderno y que por la marca y configuración parece el que gestiona la Voz IP y el otro un repetidor Wifi con más de un lustro de edad. Tratamos de acceder a los routers… pero llevan contraseña y no la conocemos. Y nadie más en la empresa los conoce.
Así que ahí terminamos. Ahora estamos esperando que vengan los de la Voz IP y que alguien sepa para que se instaló el otro router y qué contraseña tiene… pero de momento se quedan sin poder conectar desde fuera. Es lo que tiene dejar las cosas para el final.
Pero no son los únicos con los que estamos teniendo estos problemas por correr ahora que le han visto las orejas al lobo. Tenemos otros casos parecidos donde ahora por temas externos o configuraciones mal escogidas en su día… cuesta más de lo normal configurar el teletrabajo con garantías de seguridad y calidad. Pero es lo que tiene acordarse de Santa Bárbara solo cuando truena.
4 Comentarios
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Siempre a ultima hora, a nosotros nos han llamado por lo menos 8-10 clientes que el lunes tienen que estar teletrabajando.
y cuando les dices que no es tán facil (si lo quieres hacer bien), encima van y se enfadan
En mi empresa estamos igual. Tenemos varios clientes que en los últimos meses les instalamos equipos en condiciones y en minutos lo teníamos configurado, pero luego están (los mas) que siempre nos rechazaron las propuestas y ahora lo quieren para ayer. Si es que solo aprenden por las malas. Evidentemente, y teniendo en cuenta los confinamientos, muchos se van a quedar y otros se tendrán que conformar con lo que se pueda hacer en remoto que no sera mucho.
Está claro que se trata de algo general. Lo único que espero (aunque tengo mis dudas) es que alguien aprenda para el futuro.
No tengas dudas, no lo harán.