Comparaciones odiosas

Ayer en mi empresa de por las mañanas estuve en medio de una conversación, de ésas que mejor no escuchar, porque te entra una vergüenza ajena (porque como todavía estoy buscando el espíritu de pertenencia, parecen ajenos a mí…) y dices tierra trágame.

Uno de los consultores (con su acento caraterístico, que hablan para oirse…) le estaba pidiendo a un compañero de Departamento las licencias del software que le habían solicitado, que se trataba de un programa que era imprescindible para la buena marcha del proyecto (estamos en pleno cambio de host…). Mi compañero le dice que todavía no ha recibido un documento donde se justifique la necesidad de ese programa de forma clara, que él solo ha recibido un correo donde se le dice que tiene que comprar 12 licencias de Photoshop última versión y no tiene claro que para qué se va a necesitar eso.

Le dicen que es para preparar las capturas de pantalla del nuevo entorno, para realizar los ficheros de ayuda del programa.

Aquí me empiezan a caer sudores fríos, o sea que yo pago a un fontanero, pero además le tengo que comprar un soplete (o 22 sopletes…) o busco un abogado para que me asesore y le dejo folios para escribir… esto de la consultoría es un negocio redondo, no sé que hago yo con una mísera tienda…

Pero siguen mis sudores, este tipo del traje, la corbata, el pelo engominado, el master, no sabe que para capturar una imagen, retocarla, reducir su peso… hay cientos de programas por la red, si hay hasta servicios en red que lo hacen.

Pero mi indignación va en aumento, cuando el consultor va y dice que total para xxxx (nombre de mi empresa de por las mañanas) que más le da gastarse dos millones de pestas más… y aquí mi compañero saltó y le dijo que el dinero todavía era nuesto y que con dos millones de pesetas se podían pagar muchas cosas más necesarias que 12 licencias de Photoshop que no sabía todavía para qué hacían falta…

Claro después de oir esto, ves noticias como que Caja Guadalajara migra sus PCs a software libre, pues te da por pensar que mala suerta la nuestra que escogimos a la consultora equivocada (o no…) porque los que han trabajado en Caja Guadalajara también saben hacer presentaciones y además a color (porque mira que en Massachusetts tiene que hacer mal tiempo, que todo lo ven en blanco y negro y por supuesto con Powerpoint, pero en Ally Mcbeal se veían colores…)

Ahora que es época de eso, los incentivos (bonus en otras lenguas) que podríamos repartir entre la plantilla con el ahorro de pasar de software propietario a libre… y eso por no hablar de la comodidad de no depender de un solo proveedor…