El otro día contaba de pasada en la entrada sobre otros servicios, que le estábamos explicando el funcionamiento de un portátil a un cliente de 82 años. Como me pidieron más información, pues nada, a contarlo.
Estas semanas hemos tenido algunos clientes parecidos. Gente ya jubilada, que accedía por primera vez a su ordenador. El record, como contaba en la otra entrada, uno de ellos ya con 82 años.
A este cliente le gusta mucho leer la prensa diaria, así que acudía todas las tardes después de comer al Casino de nuestro pueblo a leer los periódicos en su biblioteca. También a departir en testulia con algunos amigos. Pero este invierno ya había cogido una buena gripe, por el contraste de temperaturas, salía calentito de casa, frío en la calle, mucho calor en el Casino y vuelta a la calle… así que los hijos le habían mostrado como por Internet se puede leer también la prensa. El tema de la tertulia era más complicado, pero cuando el cliente descubrió los foros… y sobre todo un par de foros que hablan de asuntos domésticos de nuestro pueblo, pues aquello comenzó a gustarle.
Así que ahora el PC es un sustituto de ir al Casino los días que hace frío, porque el cliente ya nos dijo que en cuanto volviese el buen tiempo a él sus salidas no se las quitaba nadie.
Los otros casos, pues semejantes. La gente mayor, que no ha vivido la informática en su trabajo, que casi no se han peleado con cosas digitales, descubren que un PC no muerde, y que gracias a Internet pueden estar conectados, enterarse de las últimas noticias, hablar con viejos amigos, chatear con los nietos…
Un uso muy curioso que hacen estos clientes es el de digitalizar los viejos recuerdos, para que no se pierdan. Hemos vendido varios escaneres de gama media y gama alta, para esto justamente, para coger las fotos de los abuelos, los negativos en blanco y negro y con amor y paciencia digitalizarlos. Luego se catalogan y se graban unos cuantos DVDs que se regalan a los nietos para que la historia de la familia no se pierda.
Y el mejor caso, un caso donde con un procesador de textos y mucha paciencia, ha escrito una historia completa de su familia. Y ahora que le hemos explicado que puede usar algún servicio de publicación a la carta por Internet y editar el libro en una tirada corta… pues está entusiasmado.
En resumen, que nunca es tarde para acercarse a un ordenador.
8 Comentarios
Comentarios Cerrados
Y la solución intermedia… El ordenador con Internet que había hace muchos años en el Casino 😀 😀
Me hace mucha gracia, esta bien que la gente mayor, aprenda a manejar un PC, pero de todas formas, yo no veo a mi madre y a mi tia tocar un PC en su vida.
Que maravilla de gente¡¡¡ Bravo por ellos quizas sean los mejores usuarios de las nuevas tecnologias. Ojala mis usuarios aprendiesen de esos abueletes que se pasan por tu tienda.
Ojo con lo de grabar cosas en dvd. Si es posible que sea uno de marca contrastada y que realicen varias copias de seguridad. Más que nada para que no se lleven la desagradable sorpresa, al cabo de pocos años, de que sus preciadas fotos no se pueden ver. 🙂
Por lo demás una entrada muy bonita. La tienda del tendero haciendo una labor social muy interesante. 😉
Mi experiencia me dice que el papel dura más que los datos digitales, aunque también es cierto que con los datos digitales cada 2-3 años pueden volver a hacer una copia y no se pierde calidad por el camino.
Cuando sea mayor quiero ser como ese cliente de 82 años (y, por si hay alguna duda, lo digo sin el más mínimo asomo de ironia).
Yo estoy en pleno proceso de digitalización de fotografías familiares, con ayuda de mi padre y mis hermanos. Luego nos las copiamos todos y las subimos a una cuenta de flickr para que toda la familia pueda acceder al álbum completo por internet. Vamos pidiendo los viejos álbumes de fotos… 🙂 Es una muy buena solución para poder compartir las fotos entre toda la familia.
Mi padre no llega a 82, pero con 70 y tantos se ha metido de lleno en la edición de artículos y hasta un modesto libro como auto-obligación para su “escuela de mayores”, y la paciencia que hay que tener explicándole las cosas… y no hay manera, sigue teniéndole miedo, graba los archivos dos veces, en el disco duro y en disquetes (para que no se llene el disco duro de 120Gb), luego borra uno y no recuerda dónde está el otro, o imprime y ya que lo tiene impreso, decide que el archivo digital ya no le interesa, lo borra y por supuesto luego lo echa de menos para modificar algún asuntillo. Le desaparecen misteriosamente las barras de herramientas que no sabe recuperar, o bien toca alguna tecla que le hace un zoom y no sabe deshacer el entuerto, me pide que le busque n-mil cosas en la web, muchas de ellas de historia del arte que no hay quien las encuentre (cómo se me ocurriría a mí decirle que en internet estaba todo), y el colmo … total, que me gustaría ver al santo Job ayudando a mi padre con el ordenador… no sería tan santo