En el mundo del Derecho Penal se le suele dar importancia a la causalidad de las acciones; no en vano las condenas dependen de ello. Sin embargo en el mundo digital este concepto no está tan claro para muchos de sus intervinientes. Y no estoy hablando del usuario de a píe que se pone a formatear y reinstalar el Sistema Operativo porque no entra a Internet, sino a niveles donde se supone que debería residir mucho más conocimiento y educación.
Imaginemos una gran empresa que ha hecho cambios en el sistema informático. Más que cambios, ha hecho la revolución, todo es nuevo. Uno de los comerciales, logra una operación valorada en miles de millones de pesetas (queda más impresionante así que decir que son unas decenas de millones de euros). Y cuando va a dar de alta la operación en nuevo y revolucionario sistema informático, aparece un error que no consigue descifrar. Llama al Departamento de Soporte y allí se pasan horas buscando el significado del error. Al final descubren, que el sistema de evaluación de clientes, está dando un error general para ese cliente que va a hacer esa gran compra.
Llaman al informático que controla el módulo de evaluación de clientes. Resulta que la identificación del cliente (que es un tipo de sociedad algo especial con un Cif con muchas letras) no viene bien informada, así que para no generar un error con los sistemas externos que informan de los impagados del cliente, pues corta la operación. Y como pensaban que ese error no iba a darse casi nunca, el texto del error no está muy depurado.
El Departamento de Soporte sigue investigando para al final descubrir que todo el problema viene del módulo de conversión del sistema antiguo al nuevo. Resulta que esos clientes con los Cifs raros, se habían convertido con un formato especial. Mientras todo quedase en casa, no pasaba nada, pero al salir a un sistema externo, pues no funcionaba.
Pero claro, en la hoja de incidencia, se apunta como causa del bloqueo de la operación, que el módulo de evaluación de clientes, rechaza a un cliente correcto… y aquí el informático autor de ese módulo, monta en cólera y con razón. Además se le obliga a meter a capón una rutina, para que deje pasar a ese cliente especial sin devolver error. Pero nadie se va a resolver la causa real del problema en la conversión de clientes…
Y los jefes tan contentos, la operación gorda ya ha salido, y la emergencia ha terminado. Hasta que dentro de unos meses, otro comercial consiga otro contrato con una empresa que tenga un Cif especial… y vuelta a empezar. El culpable, el último mono. La causa del problema, eso no vale la pena investigarlo.
Y cuanto más grandes es un desarrollo y en más módulos está dividido, situaciones como las descritas aparecen cada vez más. Y la culpa casi siempre es del que lo hace bien y comprueba los parámetros de entrada, no del que general parámetros malos.
7 Comentarios
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Tendero:
-Diseñar bases de datos sólidas es cansado.
-Invertir en desarrollo es caro.
-Hacer las cosas bien está mal visto.
-Encabronar al informático es deporte nacional.
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Y luego se extraña el personal de que el resto vuele y nosotros nos arrastremos.
En la última línea sobra una ‘l’ en “general”, tendero 🙂
Suele pasar hasta en las mejores familias, el que más pringa es el último mono.
Lo malo viene cuando ese susodicho primate eres tú…
/agree
A mí últimamente me toca probar, revisar y retocar las tripas de módulos que han hecho otros, sin comentarios ni ningún tipo de documentación.
Y como soy el último mono de una subcontrata, de otra subcontrata, de otra subcontrata, etc … pues Ajo y Agua.
Y según están las cosas últimamente… Y que no falte.
Estoy totalmente de acuerdo
klsdfj
Esto nos pasa continuamente en los programitas que cogemos a medias