El viernes, casi hacemos pleno, acertamos cinco de seis. Lástima que no fuese jugando a la Bonoloto o la Primitiva. Se trataba del transporte. Esperábamos varias entregas, en total seis pedidos pendientes. Y solo nos llegó uno. Además como siempre, el que menos falta nos hacía.
Lo mejor, es que habíamos comprobado a primera hora de la mañana y todos los pedidos habían salido ya del almacen del mayorista. Y según las compañías de transporte, estaban en reparto. Pero parece que el reparto los viernes es más lento que otros días.
Así que a esperar si hoy llegan todos y no falta nada. Y claro, el viernes por la tarde tranquilidad, sin poder terminar tres PCs y ahora esta semana le comenzamos con prisas, porque se nos juntará la faena que no hicimos el viernes y el sábado, con la de esta semana. Esto es casi lo peor de los retrasos del transporte, que nos rompen nuestras previsiones de trabajo. Y ahora para recuperar la normalidad a lo mejor pasa una semana entera. Y si a eso se une que este jueves es fiesta autonómica, que el viernes tendremos un puente… pues ya hasta la semana que viene vamos a estar arrastrando el retraso producido por estas entregas que no llegaron a tiempo.