Hay veces que la gente normal todavía me sorprende. Este fin de semana, el domingo, tuvimos un ratito de sol. Como llevábamos dos días sin salir de casa por los aguaceros, decidimos aprovechar las buenas condiciones climatológicas y salir con los niños de parques.
Estuvimos en un parque de una población vecina. Mi mujer llevaba el periódico dominical, con todos sus suplementos, panfletos de publicidad, regalos varios… Mientras mis hijos jugaban con los toboganes y columpios, nosotros leíamos la prensa. Al cabo de un rato, mi hijo nos pide cambiar de parque, que ya se aburrían de tirarse siempre del mismo tobogán. Así que volvimos a nuestro pueblo. Cuando terminé de leer el periódico, decido hacerle algunas fotos a los niños. Le pregunto a mi mujer que donde había dejado la cámara. Ella me dice que no sabía que me la había traído. Vuelvo al coche y allí no estaba. Hago memoria, y me la había dejado en el parque del pueblo vecino. Al irnos, tratamos de poner orden en el periódico y sus dominicales y la cámara se había quedado encima del banco.
Sin mucha confianza, vuelvo al primer parque. Aparco y me dirijo al banco donde habíamos estado sentados. En ese momento se levanta una mujer y me pregunta: “Estás buscando una cámara gris, grande?” Le contesté que si y me entrega. Me dijo que sus hijos jugando la habían visto. Que la había guardado por si volvíamos y sino pensaba llevarla al cuartelillo de la Guardia Civil.
Así que recuperé mi cámara, cuando no tenía ninguna esperanza de que la encontrase. Menos mal que todavía queda gente buena.
13 Comentarios
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Hola. Nunca comento tus entradas pese a que son muy interesantes, pero esta vez no quería dejar pasar la ocasión.
Nunca pierdas de vista que la “gente buena” es mayoría, y suele ser silenciosa y discreta. La “otra gente” hace más ruido, simplemente. Pero no son más. Empezando por nosotros mismos, porque ¿verdad que somos buena gente?
Saludos y a seguir con el blog.
Toastman
Está claro que la mayoría de la gente es buena… pero yo una hora después no me las tenía todas conmigo. Y me lleve una gran alegría, más que por el valor de la cámara en si, por el hecho de recuperarla
El problema no es que exista más gente “mala” que buena… el problema es que son más rápidos ;D
Como gotas de miel en un océano.
Quisiera creer que la gente honrada es mayoría.La cosa es que si pasan 100 personas honradas y un ladrón por delante de la cámara, o una persona honrada y 100 ladrones el resultado es el mismo, que te quedas sin cámara.
Por cierto, ¿lo de cámara gris “grande” no se será porque es una reflex? En ese caso la señora puntúa doble.;-)
Sólo he tenido 2 casos similares y con resultados bastante curiosos: en uno de ellos se me cayó el móvil del bolsillo (un 6230i) estando sentado en la barra de un garito. Un chaval lo recogió y me picó la espalda para preguntarme… entre flipado y contento me quedé, que el móvil era bastante goloso por aquella época.
Y en el otro caso, me olvidé la bandolera en la butaca del cine, con la cámara de fotos dentro. Salimos de los últimos y, según llegábamos a la puerta de la calle, me di cuenta y corrí adentro de nuevo. 2 minutos en llegar a la puerta, 20 segundos para explicárselo al “puerta” y otros 10 para llegar a mi butaca… y la bandolera ya no estaba ahí.
Desde entonces, cada vez que uso la cámara, aunque sea para sacarle 4 fotos al gato, la tarjeta la vacío en el ordenador de inmediato. Que ya no es por la cámara (me jode pero me la suda, oye), pero es que las fotos son irrecuperables y en aquella cámara iban no menos de 120 fotos sin volcar.
Yo soy un humano tonto que sigo pensando que la gente es buena. A medida que me hago mas adulto la desconfianza con la gente va en aumento, no me gusta esa parte de mi, pero es inevitable y claros ejemplos diarios me lo van confirmando.
De todas formas, tambien me pasan casos contrarios, pero los cuento con los dedos de una mano y me sobran dedos. A mas edad, mas malas personas, o distantes o no se como llamarlo, nos hacemos con la gente de fuera de nuestros circulos habituales y mas dificil es creer que existan buenas acciones que provengan del “exterior” de esos circulos.
Otro más del tipo yo no comento nunca pero.
La verdad cuando he termiando de leer se me han puesto los pelos como escarpias, no seria la primera vez que me olvido cosas (la nadolera en la universidad por ejemplo, con unos 50€ dentro) y a la hora ya no estava en su sitio, aun cuando no quedava nadie en clase cuando me fui.
Bien cierto és que hay mucha otra gente de buen agradecerm y eso es lo que cuenta.
He tenido que pensar dos veces que haria si, en mi caso, me encontrara un IPhone 5, o un Samsung Galaxy S3, pero siendo como soy se que lo devolveria, o intentaria devolver-lo a su propietario o la comissaria.
Tengo un amigo que no lo devolvió, simplemente se quedo con un Galaxy Nexus que encontróo por la calle, no me enorgullezco de haberle ayudado a cambivar la rom para borrar datos (no sabia q era perdido).
Lo que he pensado leyendo el ejemplo del nokia 6230i, es que la próxima vez qu eme ocurra eso, si es en un bar por ejemplo, invito a quien me lo devuelva a una cañita!
Lo triste es que nos sorprendan estas actitudes cuando debería ser lo más común y normal en nuestra sociedad.
Desgraciadamente depende muchísimo de la actitud recibida, y en ese sentido veo que la educación y el respeto son valores a la baja…cada vez más. Y aquí no hablo del sistema, hablo de los padres, que son los que deben inculcar los valores ciudadanos a sus hijos y no lo hacen.
Yo siempre recuerdo en estos casos cuando de nano encontré una cartera con 5000 pesetas, una pequeña fortuna a mis ojos, en el año, digamos 83-84 (yo rondaría los 14 años). La llevé a casa y se la enseñé a mi padre que me soltó “hala, que suertudo ¿que vas a hacer con tanto dinero?”, y yo le dije ‘lleva un DNI donde pone la dirección, y está al lado del colegio, voy a ir a devolverla”, y solo me contestó ‘muy bien’. Devolví la cartera a un señor mayor que era el padre de la chica que la había perdido, me miró, abrió la cartera, vió que estaba toda la documentación, cogió 3000 pesetas y me las dió y me dijo ‘ten, esto es lo justo, no sabes la de faena que nos has ahorrado’, lo rechacé un par de veces pero a la tercera que me insistió lo acepté y le dí las gracias.
Si hubiera dicho a mi padre cualquier otra cosa que no fuera devolver la cartera, simplemente la habría devuelto igual y además le habría defraudado.
Tendero centrate y que no te descentre la prensa jiji.
Yo tb pienso que abunda la buena gente sobre la mala pero como dicen por aqui arriba “los malos” hacen màs ruido.
Camping del Pirineo, camara reflex digital, objetivo de los gordos (de 1.500 € no pasaba el conjunto) alli estaba apoyada en un muro, nadie alrededor. La deje en recepcion, con un gracias por parte de la porpietaria de la camara me habria conformado. Vi vomo la recogia. En fin….
A ti con un simple gracias te sirve, pero según el Código Civil (art. 616) hay derecho a un premio.
Código Civil
Libro tercero. De los diferentes modos de adquirir la propiedad
Título I. De la ocupación
Artículo 615
El que encontrare una cosa mueble, que no sea tesoro, debe restituirla a su anterior poseedor. Si éste no fuere conocido, deberá consignarla inmediatamente en poder del Alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo.
El Alcalde hará publicar éste, en la forma acostumbrada, dos domingos consecutivos.
Si la cosa mueble no pudiere conservarse sin deterioro o sin hacer gastos que disminuyan notablemente su valor, se venderá en pública subasta luego que hubiesen pasado ocho días desde el segundo anuncio sin haberse presentado el dueño, y se depositará su precio.
Pasados dos años, a contar desde el día de la segunda publicación, sin haberse presentado el dueño, se adjudicará la cosa encontrada o su valor al que la hubiese hallado.
Tanto éste como el propietario estarán obligados, cada cual en su caso, a satisfacer los gastos.
Artículo 616
Si se presentare a tiempo el propietario, estará obligado a abonar, a título de premio, al que hubiese hecho el hallazgo, la décima parte de la suma o del precio de la cosa encontrada. Cuando el valor del hallazgo excediese de 2.000 pesetas el premio se reducirá a la vigésima parte en cuanto al exceso.
Saludos,
En los pueblos pequeños no suele pasar nada… un día fuimos a tomar café a Lumbier y al volver a coger el coche vimos que tenía una de las puertas abierta totalmente: nos la habíamos dejado al bajar a los críos… el coche estaba intacto