Análisis de un lector de Libros Electrónicos: Papyre 6.1

Hace ya bastante tiempo, os conté que estaba pensando en comprarme un lector de libros electrónicos. Al final adquirí uno de estos aparatos hace varios meses, pero es de esos temas que se queda en el tintero y nunca sacas tiempo para escribir una entrada sobre él. Además escribir al poco de usarlo dice poco. Así que ahora que llevo ya más de medio año con él, mis comentarios serán un poco más reales.

Al final es aparato que escogí fue el Papyre 6.1. Los motivos para esta elección fueron sencillos: entraba en el presupuesto que quería gastarme, en los comentarios y correos que recibí con la entrada en la que estaba dudando que aparato, tuve tres de tres lectores del blog (y buenos amigos además). Los tres me recomendaban sin dudarlo en Papyre y estos tres lectores sé por experiencia propia que son muy exigentes y además profundos conocedores de este sector. Y el tercer motivo, fue que era en aquel momento el único modelo que podía adquirir en algún mayorista nuestro y que además si algún cliente me lo veía podía vendérselo yo (este último motivo cada vez más, me marca mis adquisiciones de hardware, hay cosas que ni me planteo comprarme, porque luego no puedo ofrecérselas a mis clientes)

Y dejo de rollos y razones, aquí podemos ver como es el Papyre:

Se trata de un lector de libros con los siguientes números:

– Tamaño de pantalla de 6 pulgadas

– Tecnología de tinta electrónica

– 4 niveles de grises

– Pesa 220 gramos

– Mide 18 cm de alto, 0,9 de grueso y 11 de ancho

– Batería con una duración de 3.000 páginas teóricas.

– Memoria interna de 512 megas aunque el modelo que yo compré venía con una tarjeta de memoria de 2 gigas

– Viene con funda, cargador de batería y un lector de tarjetas SD por USB

La pantalla tiene una calidad muy alta. Es como si uno estuviese leyendo directamente de papel. Se puede usar perfectamente a pleno sol sin ningún problema. Tal vez lo único molesto son a veces algunas luces indirectas, pero igual que si fuese papel. Podemos estar horas y horas leyendo, sin problemas con la vista. No tiene nada que ver con una pantalla LCD tradicional de un ordenador. Esto parece tinta y papel.

Eso si, al tener pocos niveles de grises a la hora de reproducir imágenes, pues deja muchísimo que desear. Este lector está pensado para leer libros de texto, novelas, teatro… todo sin gráficos. Si queremos leer manuales con fotos, diagramas, esquemas… tenemos que pensar en otros modelos superiores.

A la hora de tenerlo en la mano es cómodo, puesto que pesa muy poco y es muy finito:

Aquí vemos uno de sus laterales, donde están los botones con los que controlamos el volumen en el caso de estar reproduciendo alguna canción en MP3

Esta es la parte superior, donde se ve el botón de encendido y la ranura para introducir la tarjeta SD con la que podemos aumentar la capacidad de memoria del lector. El botón de encendido tiene una doble misión. Si lo pulsamos una sola vez, deja el lector en un modo de hibernación, donde no hace caso a los botones, consume menos electricidad, pero consume. Para seguir leyendo, basta pulsar una vez este botón. Si lo pulsamos y lo mantenemos pulsado se producirá el apagado total del lector. Aquí si que no consume electricidad. El consumo es muy moderado. Yo he llegado a tenerlo dos semanas en modo de hibernación y la batería aguante perfectamente. Lo normal es no necesitar una carga hasta no haber leído unas 2.000 páginas y sin apagarlo en los descansos. La carga es rápida, en unas tres horas lo tenemos otra vez listo.

Aquí podemos ver la parte trasera, con el compartimento de la batería un un agujero, donde va el botón del reset. Al final esto es un ordenador que corre con una versión especial de Linux. Y se cuelga. Yo en 5 meses que lo tengo, he sufrido tres cuelgues. Se queda congelado y no hace nada. Al final cogemos una aguja o algo fino y se mete en el agujero del reset y se reinicia el lector.

Aquí podemos ver una imagen de la pantalla principal. Tanto la memoria interne, como las tarjetas SD se estructuran por directorios. Así creamos directorios para separar los libros que tenemos en el lector. Cada directorio puede tener el nombre que deseemos y a su vez puede contener más subdirectorios. Para movernos por los directorios usamos las flechas de adelante y atrás que están o bien situadas a la izquierda del lector o bien abajo a la derecha. Una vez estamos en el directorio que queremos abrir, usamos el botón grande de OK situado debajo a la derecha. Si ya estamos dentro de un directorio, nos movemos por los libros con el mismo sistema. Una vez estamos situado encima del libro que queremos leer, pulsamos el botón de OK y se carga el libro. La carga de los libros es rápida, dependiendo del formato en que está el libro. Así los libros en formato nativo F2B, suelen cargar más rápidos que los PDF o los DOC. El lector recuerda porque página íbamos leyendo y nos lleva directamente a ella.

Una vez estamos en el libro, pasamos de página usando los botones de flecha adelante y flecha atrás. Si mantenemos uno de los botones pulsado unos segundos, avanzamos o retrocedemos de 10 en 10 páginas. Además podemos usar otras opciones de menú en situados en la parte inferior del lector. Así con el Zoom, podemos cambiar el tamaño de la letra, para conseguir la que mas nos guste en cada momento. Si cambiamos el tamaño de la letra hay que esperar a que el lector repagine el libro, para le nuevo tamaño de letra. También podemos acceder al índice del libro (si lo tiene) y podemos acceder a un menú de movimiento que nos puede llevar a una página concreta, nos deja crear un marcador e ir a los marcadores creados.

Esto que cuento, parece complicado, pero el manejo del lector es realmente sencillo. Uno se mueve por los menús, localiza el libro, lo abre y a leer. Cada vez que se termina de leer una página, se pulsa flecha adelante y se abre la siguiente página. Los cambios de página son rápidos, menos de un segundo. Al cambiar de página, parpadea una luz en
la parte superior izquierda y se oye un pequeño clic de confirmación. Si estamos leyendo un libro lo más cómodo es hibernar el lector y así al encenderlo está en la página donde nos habíamos quedado y la carga es instantánea.

Mi opinión personal sobre este aparato no puede ser más positiva. He leído más de 50 libros desde que lo tengo y no noto diferencia con el papel. Bueno, si que noto diferencia, esto no pesa, me lo puedo llevar conmigo a casi cualquier sitio y ponerme a leer en los ratos muertos que a veces tiene uno. Pero hay que tener en cuenta que está pensado para leer libros tipo novela. Como decía antes, para leer manuales o libros con imágenes no sirve.

En cuanto a los formatos, abre casi cualquier cosa. Pero se nota que con lo que mejor funciona es con su formato nativo, el f2b.