Hay veces en las que uno se coloca al otro lado de su destornillador y observa como otras empresas hacen su trabajo reparando algo. En muchos casos el conocer las interioridades de un Servicio Técnico, hace que nos comportemos de forma diferente a la de un cliente normal. Algo así nos pasó en casa hace unas semanas.
Hace más de un mes, me llama por teléfono mi esposa a la tienda. Que no tenía electricidad en casa, y me preguntaba si en la tienda teníamos. Le dije que si, que comprobase los diferenciales. Me llama al rato y me dice que efectivamente, había saltado un diferencial, pero que ya estaba todo resuelto… pero la avería volvió a repetirse unas cuantas veces. Al final nos dimos cuenta, que el problema estaba en la placa de vitrocerámica de la cocina. Al encender uno de los “fuegos” ponerlo a más del 50% durante más de dos minutos… pues saltaba el diferencial de la cocina.
Llamamos a la tienda de electrodomésticos, y nos dieron el teléfono del SAT de la marca. Llamamos y allí nos empezaron a marear, que si la visita del técnico era cara, que si con un aparato que ya tenía unos años a sus espaldas, mejor cambiarlo por uno nuevo… al final nos ofrecieron un seguro de reparación, que nos costaba aproximadamente el 60% del precio de la placa nueva, pero nos incluía cualquier reparación durante un año. Estuvimos mirando y nos gustaba la opción del seguro. Miramos una nueva y nos costaba encontrar un modelo igual, porque las medidas y las especificaciones del modelo que tenían no las encontrábamos en los nuevos. De momento íbamos tirando, porque al final, de los cuatro “fuegos”, dos iban bien.
Se lo comentó a mi socio y me indica, que hacía un par de meses, habíamos reparado un TPV para un cliente que había montado en el pueblo un servicio de reparaciones de electrodomésticos (originalmente tenía una tienda de electrodomésticos, pero como ya casi nadie los compra en el pueblo, pues se ha reconvertido). Así que lo llamamos por teléfono. Empieza a explicarnos sus condiciones generales… y rápidamente le cortamos. Le digo que entiendo perfectamente que quiera cobrarnos un mínimo por presupuestar la avería y que si repara el aparato, pues nos lo descontará, y si no aceptamos el presupuesto, pues cobra su trabajo. Así que al cabo de un par de horas, lo tenemo en casa. Nos desmonta la cocina, empieza a probarla y nos dice que parece que es un relé, que es sencillo, que se lo lleva al taller y en un par de días nos la devuelve reparada, que el precio será de unos 60 Euros. Nos parece correcto y se lleva la cocina.
Pasan los dos días y nos dice, que parece que no era lo que pensaba, que tiene que hacer más prueba. Y para que no nos quejemos, nos presta una vitrocerámica que tiene él para estos casos. No es como la nuestra, pero nos permite seguir funcionando en casa y podemos cocinar.
Y pasan los días y las semanas. Mi esposa lo llama un par de veces y el técnico, le va explicando, que todavía no ha localizado la avería. Al final, le digo yo a mi mujer, que no lo llame más: “Déjalo, nosotros tenemos cocina e imagino que él estará más agobiado que nosotros, porque algo que le iba a llevar una tarde… va ya para varias semanas”. Al final, al cabo de un mes, el técnico nos trajo la vitro nuestra reparada. Nos comenta que la avería le había subido más de los 60 Euros, pero que nos iba a cobrar solo eso. Le pregunté el precio real y fue ése el que le pagamos (que tampoco era mucho más elevado). El técnico nos dio las gracias y cuando le expliqué que yo también sufría los mismos problemas, fue cuando me reconoció, como miembro del gremio de reparadores. El conocía a mi socio y no me había relacionado con la tienda. Nos pasamos un buen rato, comentando anécdotas a ver quien contaba la más graciosa y la más inverosimil…
Al final, tengo mi cocina reparada, y hemos conocido a un profesional que nos ha gustado como hace su trabajo.
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Prueba y error, en algunas reparaciones no hay mas remedio, especialmente desde que las marcas no proporcionan manuales de reparación para sus productos…
Si señor, o incluso cuando no ponen especificaciones en los componentes de las placas…
Como la mayoría de los aparatos eléctricos, por lo general las vitros petan por los condensadores, ya que es la parque química de la electrónica. El calor y los años los van secando hasta que dejan de hacer su función.
Es cuestión de pillar destornillador y soldador, y por cuatro duros dejas la vitro como nueva para tirar otros tantos años. Los únicos que requieren algo de nivel son los SMD (los pequeñitos de las placas), que hay que ser muy ninja para reemplazarlos por otros iguales, pero no suele haber problema por cambiarlos por unos de tamaño normal con los que sea mucho más fácil trabajar.
Si los aparatos fueran realmente diseñados para durar, los condensadores se tratarían como consumibles de larga duración y vendrían en zócalos.
Pero los SMD no se estropean como los electrolíticos. Por eso ahora las placas base ya llevan condensadores sólidos. Yo he reparado un par de cacharros cambiando condensadores electrolíticos. El ordenador de pueblo tiene la placa con un par hinchados pero por ahora aguanta.