Estas días, estoy viendo una nueva serie americana: House of Lies. Basada en una novela de Martin Kihn: House of lies: How Management Consultants steal your watch and then tell you the time.
La serie no me ha parecido gran cosa desde el punto de vista digamos que artístico. El guión no termina de decantarse por la parte dramática, por la cómica o por las historias de sexo. Y esa indefinición no le hace bien al desarrollo de la historia. Los personajes me parecen demasiado artificiales; pero todo lo compensa el ambiente en donde transcurre la acción
Como alguien habrá adivinado por el título, la serie está ambientada en una empresa consultora de gestión. Tenemos un grupo de alto nivel, formado por los cuatro protagonistas, que en cada episodio van a una empresa a resolver algún problema interno. Se recurre a un artificio, consistente en que el protagonista puede parar la acción de vez en cuando. Todo el mundo queda congelado, menos él y se dirige al espectador (a nosotros) para explicarnos algo más de lo que está pasando. En el primer episodio, es impagable la reunión con los jefes de la empresa que van a analizar, donde con una serie de carteles va resumiendo la filosofía de estas consultoras:
- Escucha bien al cliente
- Dile que vas a hacer, lo que él te ha dicho.
- Dale la razón en todo
- Si te pilla, pues nada habla en consultores, para que no te entienda y te convoque a otra reunión.
Es un guión que a lo largo de mi vida profesional he visto muchas veces. Y todos los consultores de gestión que he sufrido lo aplican de forma excelente. Y todos los jefes se tragan el anzuelo hasta dentro siempre.
Pero a pesar de todo, estoy siguiendo la serie. Sobre todo, porque me sirve de terapia. Además mi mujer va viendo como muchas de las cosas que le estoy contando desde hace más de una década sobre los consultores de gestión… pues eran verdad. Uno puede ver como la misión de estas empresas, no es resolver problemas, sino redirigirlos allí donde más beneficios les van a generar. Se ve muy claro en la serie. El primer mandamiento siempre cuando llegan a una nueva empresa, es quedarse. No importa lo que tengan que hacer (corromper, sobornar, acostarse con alguien, mentir, estafar…) ellos tienen que salir de la empresa cliente con un contrato a largo plazo de asesoría. No importa que el cliente no necesite consejos, ni que sea número de su sector, ni que no tenga remedio su situación… ellos deben arrancar un buen contrato. Y sino, pues se juega con la información reservada para conseguir un buen contrato de la competencia.
Y eso que en USA no tienen la consultoría a entes públicos tan extendida como aquí, sino tendríamos otros temas muy jugosos, porque mezclar consultoras con dinero público… eso ya es la bomba.
Y si alguien no me cree, pues nada que le pegue un vistazo al panorama de los bancos y cajas de ahorros españolas. Si alguien tiene curiosidad, que vaya pensando en las empresas que asesoraban sobre todo a la mayoría de cajas de ahorros que ahora van como zombies por ahí. Eran hombres de negro, a los que les importaba un pimiento el negocio de sus clientes (se pueden ver los excelentes resultados que consiguieron, hundieron a todos ellos) lo único que les importaba eran sus honorarios y sus bonus a final de año. Como casi siempre, Scott Adams resume en una sola viñeta parte de lo que estoy diciendo yo aquí con tanto rollo:
En resumen, recomendable ver esta serie a los sufridores de consultoras de gestión, para que veamos que no estamos solos y que en casa entiendan un poco nuestras histerias pasadas.
7 Comentarios
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Justo anoche vi los dos primeros episodios y comparto las impresiones: como entretenimiento no termina de cuajar, pero es fantástico ver como refleja el mundo de los consultores, especialmente los que estamos en contacto con ellos diariamente.
Por cierto, que por ahí anda Kristen Bell, mítica Veronica Mars… esa sí que era una gran serie.
Buenas Tendero, te agradeceria que pongas “Atencion, Spoiler” o algo similar, ya que hablas sobre la trama.
Si no he contando nada…
Es un tema que nunca he entendido. Supongo que en una microempresa pueda ocurrir que no hay el cúmulo de conocimientos necesario entre todos los empleados, pero en pymes de 2.000 o más empleados siempre hay alguien que sabe cómo hacer las cosas, y que además estará encantado de ayudar, ya que redundará también en su beneficio. Un empleado que esté dentro dominará mucho mejor cómo hacerlo en su trabajo que alguien que viene de fuera.
Por otra parte creo que muchos de los jefes se tragan el anzuelo de las consultoras voluntariamente, bien por incompentencia, o bien por miedo al fracaso propio. Aún no he visto un fracaso de consultoría que haya repercutido sobre el que les contrató.
Donde la emiten o donde esta disponible, en castellano si es posible…
Carlos estará disponible en el futuro (si cuaja). Mientras tanto inglés y canales americanos.
Ya te ha contestado Excelso, de momento versiones americanas, con subtítulos. Lo único que he leído que ya han aprobado la segunda temporada, así que por lo menos allí parece que ha tenido audiencia.