Estos días uno abre una web, conecta el TV, pone en marcha la radio u hojea el periódico… y allí está, el anuncio de la OPV de Loterías. Me ha llamado mucho al atención la publicidad radiofónica, muy bien hecha. Pero detrás de toda la dulzura de la propaganda, con eso de los sueños que nos quedan por vivir y los que podremos vivir juntos, se esconde una realidad mucho más sucia y amarga de la que queremos ver. La hipocresía de nuestros políticos y de nuestra sociedad es increíble con este tema. Aquí tenemos una empresa pública (aunque como ahora hay que hacer caja, pues vendemos un trozo) que se lucra excitando la pasión del juego.
A la vez, estos mismos políticos y esta misma sociedad, emprenden una cruzada contra el tabaco, contra el alcohol, contra la obesidad, contra las corridas de toros. Sin embargo, nadie se acuerda de la lacra del juego. Mirando a mi alrededor, no conozco a nadie de mi edad o más joven que haya tenido problemas de salud por ser fumador (tengo claro que con el tiempo tendrán más posibilidades de desarrollar una enfermedad que un no fumador), ni con el alcohol o la comida. Pero si que conozco muchos casos de familias destrozadas (real y literalmente) por el juego. Niños que han perdido la infancia, jóvenes que han visto truncadas sus esperanzas de una mejor educación, padres que han perdido los ahorros para su vejez… Y sin embargo hay tenemos a los de Loterías con el anuncio de los sueños, sin avisar para nada de todas la contraindicaciones que el juego tiene.
Me parece muy bien que en los paquetes de tabaco se inserten fotos de canceres provocados por esta adicción. Pero de la misma manera, deberíamos poner anuncios en los billetes de lotería, en los resguardos de la bonoloto, avisando de los problemas financieros a los que puede abocar el juego. Y de la misma manera, que alguien fuese por los colegios explicando las probabilidades estadísticas de ser agraciados con algún “sueño” digo premio de uno de estos juegos. Y luego podemos también hablar de las consecuencias de ser ganador de estos premios. Que eso ya es la monda, te tocan unos millones y en la mayoría de los casos se esfuman como vinieron y al final el ganador queda en peor situación que antes de ser un escogido por el premio
Una vez más la hipocresía pública. Nadie quiere explicar que el juego es una adicción tan mala como otras, pero como ésta le da a ganar mucho dinero al gobierno, no quieren renunciar a esos ingresos de ninguna manera. Además de la capacidad sedante que tiene para la sociedad el pensar que sin esfuerzo se podrá mejorar la situación económica particular de uno, sobre la ruina de muchos. No digo que se prohiba el juego pero si que se advierta un poco de su realidad, que los sueños pueden ser muy peligrosos y acabar en auténticas pesadillas, ya ganes o pierdas.
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Sinceramente digo que los avisos en ciertos objetos (como cajetillas de tabaco, anuncios de la DGT, etc…) son por el desconocimiento del mal que pueden causar. Y si no es por desconocimiento es por no querer saberlo, o ignorarlo directamente.
Te digo eso porque por esa regla de tres, todos los objetos que adquieras pueden causarte daños de mil formas, y no tienen que venir con una pegatina que ocupe medio objeto, ni hacer anuncios en la TV de ello.
Somos conscientes de que hay que hacer y que no, y lo aceptamos. En esos casos no se avisa de nada. Cuando es el caso contrario, se avisa.
Está claro, pero es curioso como hay cosas que si que prohibimos e informamos, como es el tabaco y el juego que es igual de adictivo… pues no contamos nada, porque ganamos más dinero con él. Luego está claro que la gente debería ser mayorcita. Personalmente yo no pondría ningún aviso en nada, que todo el mundo sea consciente…
Del tabaco se hablaba muy poco hasta tiempos recientes. Mientras dió dinero y poca alarma social. Que ahí también, me contaban mis tías que en los años 60 se puso de moda en España que la mujer fumase. Era “chic” tener el cigarrillo en la mano y todo un símbolo de mujer liberada (relativamente, ya sabemos lo de la violencia de género violento en los ámbitos domésticos en mujeres de aquella época).
Si sorteas un ordenador de 10 a participaciones de 1, y se apuntan 30 personas, obtienes un beneficio de 20.
Hay que tener en cuenta que la finalidad de la loteria del estado, es que el estado gane dinero de manera facil. Y el opio del asunto es vender que el que gana, gana millones.
La verdad es que no cuesta nada poner un aviso sobre la ludopatia, pero no es un juego para obtener beneficio propio (en cierto modo sí), es un juego para que el estado obtenga beneficio directo.
Yo no se si pondría etiquetas o no; lo que sí se es que no me parece decente que un estado fomente y regente un mecanismo de extraerle dinero a sus ciudadanos, de una manera que en muchos casos se vuelve destructiva sin que haya establecido ningún método de detectarlo para evitar que llegue a mayores;
Y que además a falta de estadísticas diría que se ceba más con la gente que menos tiene, que diría que es la que más juega, con la esperanza de acabar ganando. Que si al cabo de unos años sumaran lo que llevan gastado, se llevarían una sorpresa mayúscula.
Todos los temas que tocan el cuan paternalista debe ser el estado son complicados, pero una política totalmente congruente no estaría de más.
Totalmente de acuerdo con este enfoque tan hipócrita de los que regentan este tenderete llamado país. Como “documental” a mostrar en el cole, no estaría de mal algo similar a la película de “El Concursante” para que se pueda entrever cómo de “bonitos” son los “sueños” una vez te han tocado.
Dice mucho de sus respectivas sociedades la presencia y ausencia respectivamente del juego (amparado por el estado que buen rédito le saca) en España o Italia y la mayoría de países del norte de Europa, por poner un ejemplo.
Hace tiempo que llevo viendo que ese tipo de críticas, digamos de “reducción al absurdo” o, si lo prefieres, de “agravio comparativo” no funciona. Quizás porque, como buenos españoles, estamos acostumbrados al absurdo en todo lo que tiene que ver con la vida publica. Estamos totalmente inmunizados. Quizás porque el agravio comparativo es la norma en nuestra sociedad, en casos (nótese la jodida vuelta de tuerca) mucho más graves que los que planteas.
Cuando una buena parte de nuestros conciudadanos se encuentra con un alegato como éste, su reacción sería: “pues claro. Que se pongan también los avisos en los cupones, más grandes que el cupón, y ya puestos en los videojuegos, las páginas de Internet, los bares de copas, los alimentos envasados, los servidos a granel, los botellines de cerveza y las bebidas con cafeína” y se quedarían tan panchos. Y a lo mejor alguna de esas propuesas prosperaría para alegría de la decaída industria de impresión, papelera y maderera.
También tendríamos que llevar una enorme etiqueta en los vehículos, que advirtiese del peligro que representan y empeorase tanto el coeficiente aerodinámico, que el gobierno se vería obligado a reducir la velocidad de circulación en autopistas a 60 por hora.
A la gente se la sopla.
Independientemente del peligro que la ludopatía puede generar, que creo que en estos casos de “premio diferido” no es tan alto como en los juegos de “premio inmediato”. Lo que me asombra es que tomamos por normales auténticas tomaduras de pelo. Ya ha sucedido antes, con otras empresas públicas que, por el mero hecho de serlo, eran de todos nosotros y, sus beneficios revertían en el país, en Hacienda que, como ya sabéis, también somos todos. Ahora, lo que antes era nuestro por derecho, nos lo arrebatan, y nos lo vuelven a vender como si fuera el negocio del siglo y no una tomadura de pelo. Lo que antes era beneficio de todos sin gastar un duro, ahora será beneficio de unos pocos que se tendrán que aflojar el bolsillo para comprar algo que ya era suyo. Y los que no entremos al trapo, nos quedaremos compuestos y sin novia.
El negocio es maravilloso, ¿verdad?
Un saludo.
Hombre Nimrod, te falta decir que con el dinero que se obtenga de la venta de ese 30% de Loterías revertirá en beneficio de todos (“supuestamente”), e irá a pensiones, sanidad, educación … Lo que no quita que por medio saquen tajada algunos amigos(como en el caso de Telefónica). De todas maneras pienso que no deberían de venderla, que debería de seguir siendo pública. Nos lo venden como que sólo se transfiere la gestión … paparruchas, es una venta en toda regla.
En cuanto al tema principal, el de si habría que poner algo como con el tabaco, porque con el alcohol no es que se haga mucho …, mi opnión es que debería de ponerse con los anuncios de loterías las probabilidades de que te toque un premio gordo (1 entre 14 millones para la primitiva, etc). Claro que luego vendrían también las probabilidades de un reintegro y claro, esas mucho mejores, y con toda probabilidad tendrían un tamaño de letra mucho mayor.
En fin, es bastante peor, como dice Nimrod, los juegos de “premio inmediato”. He visto gente gastarse verdaderas animaladas en las tragaperras y luego ves que la familia no tiene para vivir … Eso sí que es destrozar una familia.
Alcohol, comida, juego, sexo o tabaco, da igual lo que escojas, El problema no es el uso, sino el abuso.
Por cierto, deberían prohibir los programas de “Llama y gana” que se emiten por la noche, rayan la frontera de la estafa.
La lotería es un impuesto para los que no saben matemáticas.
Me encanta la frase, no me acordaba de ella, sino la pongo en la entrada, muchas gracias por recordármela.