En el siglo XX corría por mi empresa de por las mañanas un cuento sobre una competición de remo entre japoneses y españoles. Como buenos trabajadores finiseculares del XX, nos pasábamos el cuento fotocopiado de Departamento en Departamento. Aquí podéis leer una versión digitalizada.
El otro día, me di cuenta que la historia se había quedado algo desfasada. Así que como el autor del original es anónimo y no creo que me denuncie, he escrito la versión 2.0 de la historia: los remeros españoles vs remeros chinos:
La visita de los jefes a China para abrir mercado, había sido un éxito. Habían estrechado los contactos con varias empresas orientales y las habían ayudado a instalarse en España. A los pocos meses de la visita, en las naves que seguían vacías de la última ampliación, los chinos abrieron sus nuevas fábricas en España.
Para mejorar las relaciones entre las plantillas nacionales y las chinas, se organizaron unos juegos deportivos. El plato fuerte, era una competición de remo en el puerto. Los chinos que nunca habían visto un remo, empezaron a preparar la competición. Tres meses antes, iniciaron un plan de entrenamiento. Buscaron y compraron el mejor barco que pudieron encontrar. Hicieron un examen para ver quien tenía más capacidades para ser el timonel. Una vez localizado, lo enviaron a un curso de especialización y práctica sobre dirección de piraguas.
Mientras, los jefes españoles le encargaron al primo del Director General, que formara un equipo. Este se gastó toda la asignación en organizar algunas farras con sus amigos. Así que la noche antes de la competición, tuvo que usar su influencia, para que le prestasen un barco, cualquier barco. Menos mal que el tema del timón estaba resuelto, gracias a la Comisión de Dirección y Gestión del Rumbo y la Ruta que se había organizado, compuesta por los 23 miembros del Comité de Control de la empresa española y que eran los que se habían comido y bebido todo el presupuesto.
Casi puede comenzar la carrera, porque la CDGR2 (Comisión de Dirección y Gestión del Rumbo y Ruta) no cabía bien. Hubo que desalojar a la mitad de los remeros españoles. Los chinos les sacaron 11 minutos de ventaja en la meta.
Al día siguiente hubo reunión de urgencia en la octava planta del edificio de la empresa española:
– Esto ha sido una vergüenza. Quiero ya mismo un informe indicando las causas de la victoria china y necesitamos un plan de acción, pera ganar la revancha. Bramó el Director General.
Esta vez su primo decidió no fallar. Así que contrató a una consultora LCC (Laker Consulting Group). Estos le impresionaron desde el primer momento, con sus trajes todos de color morado oscuro y las corbatas con rayas amarillo. Los LCC, detectaron varias deficiencias en los remeros españoles: estaban muy gordos, entrenaban poco y eran todos demasiado veteranos. Así que les impusieron una dieta de comida china, para que adelgazasen. Se creo una comisión de seguimiento de adelgazamiento. Y por más rollitos de primavera y sopa de aleta de tiburón que les daban a los remeros españoles, estos no adelgazaban. Además los planes de entrenamiento no iban bien. Tenían que acabar un pedido urgente en la fábrica y estaban saliendo a las 8 de la noche de trabajar. Y entrenar en la oscuridad hasta las 12 de la noche, con el estomago lleno de rollitos, pues no les sentaba bien. Las bajas en los remeros empezaron. Los de la LCC, además habían detectado más errores. La Comisión de Dirección y Gestión del Rumbo y la Ruta, no estaba bien organizada. Tocaba una división de tareas. Así se crearon las Subcomisiones de Control del Viento, la de Seguimiento de Olas y la de Previsión Meteorológica. Al frente de cada una de ellas, un socio sénior de LCC hacia de enlace con al Comisión de Ruta. No había que dejar nada al azar.
El día de la carrera, los chinos les sacaron 18 minutos de ventaja. Solo acabaron la carrera tres remeros, que debían impulsar una nave con 43 jefes y 18 consultores.
Por supuesto que esto no iba a quedar así. El Director General volvió a gritar. No podía permitir que los chinos volviesen a humillarlo. Su primo se puso de nuevo manos a la obra.
Le pidió un esfuerzo a la LCC, para que buscasen soluciones. Para azuzarlos, contrató como encargados de gestión de remeros a la consultora Ementiris. Los consultores de Ementiris realizaron un test a los tres remeros que quedaban y concluyeron que ninguno iba a ser capaz de ganar la competencia. Así que contrataron a 20 remeros de Higirad, su empresa filial de mano de obra de campo. Le dijeron al primo del Director General que iban a traer a campeones olímpicos de remo de todo el mundo. Iban a enterarse los chinos de lo que era la globalización. Empezaron a reclutar por todo el mundo a remeros profesionales. Pero cuando estos leían el contrato de trabajo y veían lo que les ofrecían, rechazaban todos venir a remar a la bella ciudad española. Al final los de Higirad contrataron a dos amigos de antiguos trabajadores, que habían remado en su lejana época de universitarios, pagándoles la mitad del salario mínimo interprofesional.
Mientras LCC, mejoró las subcomisiones de control de viento, que ahora se dividía en la Jefatura de Alisios y en la de Generación Eólica (que alegría les dieron a los de Responsabilidad Social Corporativa). La subcomisión de Seguimiento de Olas se fraccionó en la Jefatura de Olas Medianas, Calma Chicha y Grandes Olas. La subcomisión de Previsión Meteorológica se desdoblo en: Previsión Diurna y Previsión Nocturna, con ramas de Previsión a Corto Plazo, a Medio Plazo y a Largo Plazo. Se alquiló el uso de un satélite de comunicaciones y otro de previsión meteorológica para mejorar el desempeño de la subcomisión. Además se regaló a cada jefe de la Comisión de de Ruta y Rumbo un iPad 2 con GPS. Esta última medida provocó que se tuviese que comprar un nuevo barco, los 126 jefes que se apuntaron a la carrera, no cabían en la nave original.
Esta vez los chinos ganaron con una diferencia de 33 minutos.
Nadie se atrevía a entrar al despacho del Director General al día siguiente. Esa misma noche, se convocó una Task Force Evaluadora. Los de LCC, Ementiris e Higirad, estuvieron haciendo horas extras sin parar. Al final, salieron con un PowerPoint, explicando los puntos que habían llevado a la nueva derrota:
- Los informes de seguimiento de los remeros no se habían procesado de forma correcta.
- Los remeros no habían proporcionado informes de cumplimiento en fecha. Puede ser que esto estuviese provocado, porque los informes de cumplimento de hacían con Excel 2010 y los remeros solo tenían el Office XP instalado en sus PCs
- Los remeros no habían cumplido los informes de evolución de la carrera. De acuerdo a lo previsto por Ementiris, en el minuto dos de la carrera, debían ya sacar una ventaja de dos cuerpos a los chinos. en el minuto 5, dicha ventaja debía haberse ampliado a los cuatro cuerpos. Pero los remeros no habían cumplido esos informes.
- Los remeros habían entrenado de forma correcta
Como primera medida iban a contratar a la consultora Tundra, para que trajese un simulador de regatas. Iban a entrenar en el simulador al remero que se iba a quedar, para que en la siguiente carrera cumpliese los planes de avance.
Además tres nuevos consultores iban a proporcionar copia en papel al remero, para que cumplimentase los informes de seguimiento en tiempo y plazo a la Dirección.
El Director General, complacido con la explicación, aceptó la contratación de Tundra y además tuvo una idea, contratar a otra consultora, Eloise, para que auditara los avances de los remeros en su entrenamiento y también para que coordinase a LCC, Ementeris, Tundra y Higirad.
Ahora, pregunta, ¿cual fue el resultado de la siguiente carrera? ¿Qué hizo el Director General?
6 Comentarios
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Buenísimo… cualquier similitud con la vida real es mera coincidencia, no?
Una versión resumida a modo de chiste, que saqué de una página laboral:
Una regata entre filiales de distintos paises:
Filial francesa: 6 remeros y un timonel.
Filial de EEUU: 6 remeros y un timonel.
Filial de Paises Bajos: 6 remeros y un timonel.
Filial española: 4 remeros y 3 directivos con traje y corbata (uno de ellos hace de timonel).
Logicamente, la filial española no gana.
Solución: se despide a 2 remeros.
Es una pena que la realidad de una gran cantidad de empresas españolas se ajuste EXCESIVAMENTE bien a esto.
Saludos.
tendero, el quid de la cuestión es:
al director general se la trae floja la competición de remos. Hace como si le importara, pero se la trae floja, floja, floja (si le importara, llegaría a las mismas conclusiones que tú). Por eso ha llegado a director general.
Somos nosotros, los pringadillos, los que meditamos y nos preocupamos por los remos de los cojones
y yo mientras diseñando mi propio prograna de inventario, clientes y facturas para mi propia empresa. soy director, tecnico y comercial a la vez.
quiza deberia contratar una consultora, soy el raro.
Recomiendo leer el libro “Elogio del imbécil” de Pino April.
Saludos,
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