Un cliente que me descolocó

El lunes entró a la tienda un cliente, que me descolocó del todo, vamos que no sabía por donde entrarle y me mareó un buen rato.

Eran ya las ocho de la tarde pasadas, estaba con un de los chicos que trabajan con nosotros, viendo un tema un poco complicado a la hora de actuliazar los precios de nuestras tarifas y en eso se abre la puerta de la tienda y entra un señor mayor, con 70 años cumplidos, dos chicas una de unos 35 y la otra de unos 30 años. Se acerca al mostrador y me muestra una calculadora digital pero de hace unos 10 años y me pide pilas para la calculadora. Le doy la vuelta y no encuentro ni tapita para pilas, ni siquiera tornillos… le explico que no puedo cambiarle las pilas, que esa máquina va cerrada desde fábrica… Coge la calculadora y me dice:

– Bueno yo lo que quería era un ordenador…

Aquí le preguntamos el uso que le va a dar, lo que se quieren gastar… y pregunto si la va a usar algún niño para jugar…

– Bueno el ordenador es para mis chiquitinas, pero no, no creo que jueguen…

Yo le reitero, que cuando lleguen los cumpleaños, la Navidad, al final a sus nietas alguien les regalará algún juego… y el sigue diciendo que no. Le pregunto entonces que es lo que están estudiando sus nietas y me dice que nada. Yo ya no entiendo nada, le pregunta la edad de sus nietas y el cliente se pone a decirme que necesita un sistema Wifi para que entren a Internet…

Un buen rato de más diálogo de besugos, para que al final una de las chicas que acompañaban al cliente, por fin se da cuenta de mis problemas y me dice:

– Las chiquitinas somos nosotras, es que para nuestro abuelo siempre seremos eso…

A partir de ese momeno pude centrarme un poco más en la venta, pero claro yo pensaba que el cliente era el padre de las dos chicas y cuando hablada de sus nietas eran sus hijas… y realmente las dos chicas que venían con él eran sus nietas…

Luego la diversión siguió cuando el cliente no entendía que yo vendía un PC donde todos los componentes tenían marca, pero el conjunto final no lo tenía…

Menos mal que al final conseguí cerrar la venta y enterarme (porque tampoco lo había entendido hasta ese momento) que necesitaba tres PCs… así que valió la pena.