Estos últimos días, habréis notado irregularidades en la publicación de entradas en el blog. Uno de los motivos que me ha hecho estar más alejado de la red de lo que querría, ha sido que he estado impartiendo unos cursos de formación en mi empresa de por las mañanas.
Por un lado uno va de cabeza, tratando de hacer el trabajo diario normal y a la vez preparando la formación. Y por otro hay que acudir al aula y después recuperar las horas. Pero la verdad es que es una experiencia que me gusta mucho.
Hace unos años, en mi empresa era normal que los miembros de la parte técnica, sobre todo los analistas funcionales diésemos formación a los usuarios finales. No era algo obligatorio. Los compañeros del Departamento de Formación, entendían que quien mejor para explicar algo que el que lo había diseñado, probado e implantado. Así que los analistas que queríamos nos apuntábamos y cuando había impartir clases de nuestras materias, allí que íbamos.
Pero luego, llegaron cambios. Nuestros jefes pensaron que los analistas estábamos mejor sin dar clases a los usuarios finales. Que no era nuestra labor y le dijeron a formación que se buscase la vida.
Y yo lo sentí mucho. Primero, porque me gustaba (y me gusta) dar clases. Es algo que he hecho durante muchos años y creo que se me da bien. Y después, porque el contacto con el usuario final mejora muchísimo mi trabajo. Sobre todo las charlas informales antes y después de la clase. Nuestra formación se imparte casi siempre en horario de tarde. Suele parase 15 minutos a la mitad de la clase, para tomarnos un café. En esos quince minutos, yo recibía más información sobre lo que estábamos haciendo bien y lo que estábamos haciendo mal, de la que me llegaba por canales oficiales en un año. Siempre terminaba la tarde con un par de hojas llenas de nuevas ideas para implantar en futuros desarrollo, con ejemplos de como resolvían problemas los usuarios por su cuenta, con ejemplos de como lo hacía la competencia… Pero hay jefes que prefieren que las ideas se pudran y no lleguen a los que pueden implantarlas.
Yo creo que para un Departamento Técnico el estar en contacto con el usuario final y real de sus creaciones es la mejor manera de mejorar y de aprender. Impartir formación a esos usuarios de forma directa y con personal interno, creo que es una de las mejores (y más baratas) maneras de que la cultura de la empresa suba y baje por todos los niveles y de que se consiga una mejor sincronización.
Así que a ver si esto ahora vuelve a convertirse en normal, y puedo estar en contacto con los usuarios que sufren nuestros programas y tratamos de mejorarnos todos un poco.
2 Comentarios
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En eso estoy contigo.
Yo, desde que me dispuse a ayudar en un foro,
las dudas que tenían sobre un tema en particular,
no vi bien que es lo que se movía alrededor
de mi trabajo cotidiano, por donde iban las inquietudes
y también mis carencias en comunicar lo que yo sabia.
“A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos”
Marco Tulio Cicerón
Yo estoy aburrido de decirles a mis jefes que tendríamos que darnos de vez en cuando un paseíto por los puestos de los usuarios y ver cómo trabajan. Es totalmente distinto a cómo pensamos que trabajan. La cantidad de cosas que hacen a mano, la cantidad de herramientas que nosotros hemos hecho y que ellos no usan porque no sirven para el trabajo que ellos realizan de verdad, o porque no saben que existen… es abrumadora
En fin, no sigo que me cabreo.