The Thick of It, la serie

Este año la temporada televisiva se está alargando más de la cuenta en mi casa. Normalmente por estas fechas salimos al jardín y hacemos más vida fuera que dentro de la casa. Pero como aquí sigue haciendo frío, pues estamos dentro de la casa y seguimos consumiento televisión.

Estos meses hemos estado viendo bastantes series de TV. En casa somo un poco antiguos a la hora de verlas. Solemos repartir las series y seguimos viendo un episodio a la semana, casi nunca solemos ver maratones de episodios segudos. Pero tuvimos algunas excepciones. Una de ellas fuen The Thick of It. Vimos el primer episodio y seguimos con los otros tres que teníamos con subtítulos en español de tirón. Al día siguiente casi puedo levantarme entre el sueño y la agujetas que tenía de reírme. Y luego a esperar a conseguir los subtítulos de los otros dos que faltaban para completar la primera temporada.

Vimos primero la pelìcula In the Loop, y como nos gustó, pues vimos que se basaba en una serie de televisión inglesa. Así que a buscarla. Y encontramos una página donde elhematocritico se había tomado la molestia de empezar a subtitularla. Y nunca dejaré de agradecérselo. La serie es complicadísima de traducir. El guión es trepidante y los actores hablan muchísimo, emplean mucha jerga política y hacen juegos de palabras difíciles de seguir. Cuando vemos un episodio, usamos mucho el mando a distancia para pausar y retroceder para poder leer las parrafadas (hablan muy deprisa) y entender las segundas y terceras intenciones de muchos de sus gags y por supuesto para dejar de reirnos que con las lágrimas no podemos leer los subtítulos.

La serie es una muy digna heredera de otra serie inglesa Si Ministro que uno veía cuando era más jóven. Aquí el protagonista también es un ministro inglés. En este caso es el titular de la cartera de Asuntos Sociales (más adelante se llamará de Asuntos Sociales y Ciudadanía). La serie cuenta lo que hacen los políticos cuando no los ve el público. Tenemos además del ministros a sus asesores más cercanos, a su jefa de prensa y a la estrella de la serie, a Malcolm. Malcolm es el jefe de fontaneros del Primer Ministro y es el que se dedica a limpiar la mierda que van dejando los ministros a su paso. Eso si, su lengua es cualquier cosa menos suave.

Los guiones son obra de Armando Iannucci que también es el director de la serie. Se nota el sello personal de que dirige el mismo que escribe. La cámara muchas veces se mueve como si fuese un documental, parece que estemos viendo a anímales en la selva en lugar de a políticos en su despacho.  En la serie se ve el maridaje entre los políticos, la televisión, los periodistas…  Los guiones muestran situaciones muy parecidas a las que vivimos en España.

En el primer episodio, vemos al Ministro de Asuntos Sociales, preocupado porque los periódicos apuntan a que su gestión no es buena y tal vez vayan a sustituirlo. Llega por la mañana al Ministerio y cuando está viendo con sus asesores como responder a las críticas, le dicen que Malcolm llega del 10 de Downing Street para verlo. Preparan un desayuno para Malcolm y éste le dice al Ministro que cuenta con el apoyo del Primer Ministro, que el partido está con él, que los periodistas con unos ..xxxjjj hhnnn (poner aquí los peores insultos que se os ocurran) y le pregunta si él apoya al Primer Ministro. Por supuesto dice el Ministro. Uno ve en la cara como la tensión del Ministro desapareca, ahora que sabe que va a serguir. Así que Malcolm se levanta y cuando está llegando a la puerta, saca un sobre de la chaqueta y le dice:

– Por cierto, aquí está tu carta de dimisión, fírmala.

– Pero no me apoyaba el Primer Ministro

– Claro y por eso te lo pide, porque no podemos parecer débiles destituyéndote, así que por el bien del partido, mejor que dimitas.

Y esto es solo el principio. Y con esta serie me doy cuenta de lo que nos falta todavía para ser más europeos. Aquí tenemos una serie de TV que no deja a un político vivo, ya sea del gobierno o de la oposición. Además producida pro una cadena pública. Algo así en España sería totalmente imposible de ver. Ni en una cadena pública, ni en una pirvada. Nos queda todavía mucho camino por recorrer.

En resumen, si te gusta el buen humor inglés The Thif of It es una serie que no puedes perderte. Además son episodios de solo media hora de duración y se te harán cortísimos.