En las grandes empresas la teoría del salchichón a la hora de implantar programas y servicios se mantiene con el paso de los años. Así tenemos empresas donde hay lonchas de algo que debería se un salchichón, junto a otras lonchas… para tratar de dar respuesta a los problemas que deben resolver los empleados. Hoy quería comentar una noticia que muestra como es complicado tener una idea global de lo que hacen los empleados y de a qué se dedica una empresa, cuando cada aplicación y funcionalidad digital va por su lado.
Este fin de semana leía una noticia sobre una demanda de empleados de Bank of America que pedían cobrar el tiempo que estaban esperando que sus sistemas informáticos estuviesen disponibles para poder fichar y que a efectos del banco empezase el tiempo de trabajo efectivo. Los empleado se quejaban de que por las mañanas debían iniciar sus PCs, desbloquear discos encriptados, iniciar sesión con factores múltiples, conectarse a la VPN de la empresa, iniciar máquinas virtualizadas en la nube, validarse en cada paso… para que al final con todo operativo, poder fichar. Pero lo anterior en ocasiones se repetía si iban a desayunar o a comer al regresar. Y cuando se iban, debían apagarlo todo. Parece ser que a la hora de imputar las horas efectivas de trabajo se hacía desde el fichaje (no contaban el tiempo de arranque, validaciones…) hasta que se cerraba el programa de control (y no sumaba el tiempo de apagado controlado del PC).
Esto si se va sumando día a día puede representar una cifra de horas alta, así que entiendo el motivo de la demanda. Si fuesen 15 minutos diarios, serían 5 horas al mes, y eso es tiempo que el trabajador ha estado sentado y no ha empezado a trabajar por problemas técnicos.
Parte del problema aquí es la descoordinación de servicios. Hace décadas, cuando yo empecé a trabajar en una entidad financiara, teníamos terminales tontos. El servidor de la Oficina no se apagaba salvo que hubiese que hacer alguna actualización gorda o por avería. Así que llegabas, arrancabas el terminal, ponías el usuario y la contraseña y en 15 segundos podías empezar a trabajar.
En los últimos años, podías estas de 5 a 10 minutos hasta poder trabajar: arranque PC local con su contraseña, arranque máquina virtualizada en la nube con su contraseña y usuario (y al final con segundo factor al móvil), usuario y contraseña según el módulo que se fuese a usar en el PC… Recuerdo que muchas veces el primero que llegaba a la oficina iba pulsado botones de los PCs de los demás, por los menos los dos minutos que tardaba el PC local en arrancar ya te los ahorrabas…
La suerte es que nosotros no fichábamos en el PC. Pero no dejaba de ser absurdo perder 4 horas a la semana por la lentitud del arranque. Uno de los motivos del retraso era (e imagino que en los bancos americanos pasara lo mismo) que se trataba de una tarea que se concentraba en momentos muy concretos. A la hora de entrada teníamos a miles de compañeros validándose todos contra los mismos servidores y arrancando las mismas aplicaciones. De hecho si te reconectabas en otro momento todo el proceso era más rápido.
Pero esta demanda muestra como se van apilando aplicaciones y procesos (que por supuesto son necesarios para la seguridad de la empresa) sin tener en cuenta otros objetivos de la misma, como el ahorro de tiempo. Aquí alguien debería pensar como hacerlo para que nada más arrancar, el empleado pudiese fichar (empezar su jornada laboral) y que ya dispusiera de algunas herramientas para comenzar a ser productivo para la empresa (se me ocurren muchas ideas… si alguien quiere pagar por ellas ya sabe donde estoy) Pero no, es más sencillo que cada departamento añada sus cosas en el arranque olvidándose del empleado y de la productividad global de la empresa.
Ya he dicho que en las entidades financieras donde he trabajado estos problemas de horario tal y como se describen en esta demanda no los teníamos, pero si hemos tenido problemas parecidos.
En varias ocasiones tuvimos problemas con aplicativos concretos de venta de productos comerciales. Un trimestre el banco lanzó un producto de ahorro novedoso y muy interesante. Para fomentar su venta esa trimestre las contrataciones que hiciesen los comerciales de ese producto era lo que más se valoraba para obtener puntos que luego se convertían en su parte variable del sueldo de ese trimestre. Así que los comerciales se centraron en la venta de ese producto, ya que si empleaban su tiempo en él cobrarían más al final de trimestre. Durante el primer mes del trimestre estuvieron conversando con muchos clientes ofreciendo el producto. Cuando cerraron las ventas, hacían la contratación. Pero había un problema en el software y las contrataciones fallaban… para resumir, de cada 10 contratos que “vendieron” solo se pudieron contratar de verdad uno. Eso supuso que ese trimestre la mayoría no cobrasen plus comercial, ya que no habían llegado al mínimo de puntos. Y no solo eso, sino que tenían a su cartera de clientes cabreada ya que les habían convencido de contratar un producto que al final no se había materializado.
Resumiendo, espero que los empleados del Bank of America ganen su demanda y alguien tome nota para tratar de pensar más en una visión completa de un problema y no en partes sueltas.