Cuando hay que dar fechas de entrega de un proyecto, lo normal es que haya alguien (un Project Manager en jeferil) que sepa lo que hay que hacer. Este encargado del proyeco además debe tener acceso a las agendas de todos los demás intervinientes en el proyecto. Contaría con facultades para cambiar las prioridades del trabajo de las demás personas que han de intervenir en el proyecto. Igualmente en la jerarquía de la empresa debería estar por encima de los que él ha de controlar.
Con todos estos requisitos se podría elaborar un plan de proyecto, discutir con otros gestores de proyectos las prioridades y marcar una fecha de finalización en el calendario..
Lo anterior que parece algo de sentido común, pues no suele cumplirse casi nunca. Así que vemos las planificaciones voluntaristas (y como tiene en un cartel en su escritorio un compañero mío: Voluntarista=Crédulo=Tonto) que suelen terminar en un fecha que coincide con algún evento mayor: salida de un nuevo módulo a producción, presentación de un nuevo producto…
Normalmente esta forma de trabajar no me afecta. Son ya muchos años dentro de la misma anormalidad, así que como no he conocido otra cosa, pues me acostumbro. Por más inverosimil que sea el plazo y raras que sean las especificaciones, si depende de mi, se cumple. Puede que los últimos días no haga otras cosa, haga jornadas de mañana y tarde, trabaje el fin de semana… pero se cumple el plazo.
Sin embargo estos días me llevan los diablos. Incardinado dentro de un proyecto secreto de reorganización, han decidido que quien escribe el análisis funcional, debe vigilar al analista orgánico, a los programadores, abrir subproyectos para cada desarrollador que intervenga en el proyecto… y todo esto sin ninguna muestra formal de que puede hacerlo. Así que por primera vez en mucho tiempo, no sé si cumpliré los plazos, puesto que no dependen de mi, por mucho que los consultores se empeñen en que si.
5 Comentarios
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ya conoces el cuento:
Érase una vez cuatro personas llamadas Todoelmundo, Alguien, Cualquiera y Nadie.
Había un importante trabajo que hacer y Todoelmundo pensó que Alguien lo haría.
Cualquiera podría haberlo hecho, pero Nadie lo hizo y Alguien se enfadó.
Todoelmundo pensó que Cualquiera podría hacerlo, pero Nadie se dio cuenta de que Todoelmundo no lo haría.
Al final Todoelmundo se enfadó con Alguien cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podría haber hecho.
Joer OPA que bueno.
En la empresa en la que trabajo se solucionó esto de manera sencilla. Todos los consultores a la calle y desde hace 10 años no tienen ni acceso a presentar propuestas. Los apoyos técnicos externos se determinan desde dentro, como no hay otra manera de hacerlo y ocasionalmente se contratan desarrollos cerrados 100% externalizados, para temas alejados del núcleo de negocio.
Más barato, mas fiable y más rápido.
Y esto no es una PYME, hay más de 20.000 empleados en 20 países.
Ahí va el mío:
Érase una vez tres personas llamadas perro,gato,luis
Luis tenía un perro…
pero al tener un gato.
creo que me lié…. 🙁