Llevamos toda la semana (y parte de la otra) peleándonos con un PC que se resistía a quedar bien. Era un presupuesto que parecía sencillo, pero entre errores en las especificaciones de los fabricantes de hardware (te dicen una cosa y cuando lo montas es otra) problemas con el software, cambios de versiones… aquello no terminaba de arrancar.
Al final ayer por la tarde, apagué el teléfono, me olvidé del correo electrónico y gracias al Plan E que sigue manteniéndonos incomunicados (y a la valiente política de nuestro gobierno municipal de fomentar a las grandes superficies de poblaciones cercanas) pude tener una tarde para pelearme a solas frente al PC rebelde. Y no hay nada como poder chequear todas las opciones, ver los mensajes de error y de confirmación en su orden, poder hacer pruebas sin tener que pensar después de cada interrupción por donde iba…
Y cuando cerramos al tienda, el sistema estaba ya funcionando como el cliente quería. Por cierto se trata de un equipo curioso, voy a ver si le hago algunas fotos y preparo una entrada.
5 Comentarios
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Vaya tinglado! tan curioso era el equipo?
Y que tenia el equipo para ser tan curioso?
Jejej, creo que se trata de mi equipo, que ha dado unos cuantos quebraderos de cabeza…
Si es que no se me ocurre nada bueno. Por cierto, sería todo un honor que hicieras una entrada sobre él.
Un saludo.