Este año sigo yendo a clases a ver si termino la carrera, pero me he matriculado en menos asignaturas. Tengo más cosas que hacer, así que decidí ir un poco más lento, total no me corre prisa. Así que voy a seguir escribiendo aquí algunas reflexiones de lo que veo y escucho por allí.
El estar encuadrado dentro del alumnado me hace ver muchas cosas con una perspectiva diferente a pesar de mi edad. Vamos que puedo tener un sesgo de grupo. Y eso me ha pasado hace unos días tras hacer un examen tipo test. El año pasado ya hice algún examen con preguntas de tests, pero eran combinaciones de tests con preguntas de desarrollo. En uno de esos exámenes cometí un error en una pregunta de las más fáciles. De hecho hasta el profesor me preguntó por ese fallo. Y el motivo del error fue que al imprimir el examen esa pregunta se había quedado entre dos páginas. Es decir al final dé la página dos del examen estaba la pregunta y de sus cuatro respuestas, solo se veía la primera línea de la respuesta D, las otras dos líneas estaban detrás. Me pilló ese día a mí con una migraña fuerte y no me di cuenta. Con lo poco que ponía de la D, consideré que no era la correcto, cuando si hubiese leído la respuesta completa hubiese visto que era la que debía marcar.
El examen test que hice hace dos semanas si que era completo tipo test. Cuando fui a hacerlo miró las preguntas… y en todas los finales de página (12 hojas) había preguntas descabalgadas, es decir el enunciado estaba al final de la página pero algunas de las opciones a responder estaban en la siguiente página. Además estaba todo grapado y no se podían quitar las grapas. Así que con la experiencia del año pasado, pues allí estaba yo hoja adelante, hoja para atrás, para tratar de ver las cuatro opciones juntas y no fallar en la respuesta. Además la maquetación era penosa: un tipo de letra muy ilegible a pesar de que era muy grande, partes del examen con unos márgenes y partes con otros, uso no coherente de negritas y cursivas… diablos si yo creo que lo haces a mano y sale mejor.
El día siguiente del examen en clase al comentarlo, los profesores empezaron a criticar a los alumnos. Se quejaban de lo que ellos llamaban “indigencia intelectual” de muchos de mis compañeros. Decían que les hacían preguntas que era sobre el significado de palabras que una persona mínimamente estudiada debería conocer. Esto es algo que escucho mucho en esta mi segunda temporada universitaria. Aquí debo decir que mi experiencia al estar en contacto directo con otros alumnos no es la misma. Yo no veo tanta diferencia sobre los conocimientos, las ganas o la actitud. Tal vez sea otro sesgo… parte de los compañeros con los que trato luego son los que obtiene matrículas y sobresalientes. Son los que suelen acudir a clase y luego cuando ven a un viejales que regala los apuntes, los resúmenes, los apuntes y su experiencia… pues se apuntan enseguida. Lo que si que indicaría es que tal vez el concepto de vocabulario o de conocimientos de cultura general no es que sea menor entre los estudiantes de hoy en día… sino que sería diferente. Pero de esto podríamos hablar otro día. De momento me quedo con la acusación de bajos conocimientos del castellano que es de los que acusaban a mis compañeros los profesores.
Como no me puedo callar, aproveché para desviar el tema. Les comenté que para el próximo tests podían revisar un poco la maquetación del test para no hacer más difícil su contestación: que deberían vigilar no dejar las preguntas rotas entre páginas, que la letra podría ser más legible. Entonces me dijeron que eso no era nada importante. Varios de mis compañeros de clase empezaron a sonreírse. Los profesores son todos de mi quinta y digamos que lo que vemos de sus conocimientos digitales no muestra que despunten en esos ámbitos. Así que aquí tendríamos una “indigencia” o si no queremos repetir la palabra, una “indolencia” de muchos cincuentones: desconocen una mínima gestión digital básica (vamos escribir un texto legible en un procesador de textos) y además hacen gala muchas veces de ese desconocimiento.
Así que al final podríamos dejar el partido empatado. Unos puede que no conozcan todo el vocabulario, pero otros cuando lo escriben lo hacen fatal.