Este año notamos un aumento de PCs en los que los clientes nos piden arranque dual Widnows y Linux o directamente un arranque único con Linux. Normalmente las cifras que tenemos nosotros de PCs con Linux son superiores a las medias del mercado por el tipo de cliente que tenemos: muchos programadores y usuarios avanzados que le tienen menos temor a Linux.
Por fortuna el soporte del hardware funciona cada vez mejor en Linux. Pero en el último mes hemos tenido tres experiencias con tarjetas de red que nos han hecho perder mucho tiempo para lograr que Linux las reconociese.
Todo empezó con un PC en el que el cliente nos había pedido como sistema principal Ubuntu. Montamos una placa base de gama media que venía con una tarjeta de cable de 2.5 GBs y una tarjeta Wifi con soporte para Wifi 6. Ambas eran de Realtek y la placa base tenía un chipset B650 de AMD. Todo funcionó bien a la primera… excepto la tarjeta Wifi. No había forma de que Linux la reconociese. Al final nos bajamos los drivers de la Web de Realtek y los compilamos. Tras algunas intentos fallidos, conseguimos que el sistema reconociese a la tarjeta Wifi. Como hacemos en estos casos, guardamos las instrucciones por si nos volvían a hacer falta.
Y una semana después nos encontramos con un caso parecido. Configuración, parecida, excepto que el chipset era un X670 de AMD y el cliente nos había pedido Debian. Debian no reconoció a la tarjeta Wifi de forma nativa. Así que ejecutamos el tutorial que unos días antes nos había funcionado con Ubuntu… pero no hubo forma. Al final la solución fue sencilla, de esas que las tienes delante y no las ves. Actualizamos el kernel a una versión un poco más moderna y la tarjeta Wifi fue reconocida inmediatamente por Debian.
La semana pasada montamos un PC en el que el cliente nos pedía Linux, preferiblemente Ubuntu. Parecido a los anteriores, pero ahora la placa base era una X870 y la Wifi ya era Wifi 7 y de Mediatek. Yo pensé que nos las veríamos canutas para que Linux reconociese una tarjeta Wifi tan moderna. Así que instalamos Ubuntu y vemos que el Wifi funciona perfectamente. Empezamos a pasar los tests de stress… y de repente nos damos cuenta que el PC reconoce el Wifi, pero cuando lo apagamos no accede a la red por cable. La tarjeta de de red de placa es una Realtek de 2,5 GBs, pero con 4 años de existencia. Una tarjeta que nunca nos había dado problemas en Linux para ser reconocida. Probamos de todo: instalamos los drivers, los compilamos, actualizamos el Kernel, probamos otros Linux: Debian, OpenSuse… mismo resultado. De forma nativa todos veían el Wifi, pero ninguna distribución permitía usar la red de cable. Por si la placa base estaba averiada, instalamos Windows y detectó la tarjeta por cable sin problemas.
Como la caja era espaciosa, al final hicimos una prueba estúpida: montamos una tarjeta separada por PCIe con el mismo chip de Realtek que venía en placa base: y funcionó sin hacer nada. Así que parece que el problema es algo relacionado con la juventud del AMD X870. Hablamos con el cliente y dejamos la tarjeta de red separada. Imagino que en unas semanas, cuando AMD resuelve el problema tendrá dos tarjetas de red por cable en el PC.
Así que hay veces que Linux y los fabricantes de hardware te sorprenden por donde menos te esperas.
No acabo de comprender que siendo usuarios avanzados no instalen ellos el Linux. Supongo que no lo haréis por la cara.
Por cierto, anoche empecé a pegarme con la tarjeta wifi y el Linux Mint de un pc que me acabo de montar. Todo bien, salvo la.wifi.
La mayoría se lo reinstala luego, pero nosotros tenemos que asegurarnos que todo funciona en la distribución que han escogido, por eso nos cercioramos de que todo el hardware sea reconocido por Linux antes de servir el equipo. Y en ocasiones les pasamos los drivers o las instrucciones que hemos usado nosotros para afinar todo el hardware en Linux. Aquí no vendemos el hierro, como siempre digo, sino la solución ya completa.