La tecnología parece que siempre va a mejor. Y en muchos casos así es. Pero en el mundo digital una cosa es la tecnología y otra cosa es el uso y el abuso que algunos (o casi todos) los fabricantes hacen de sus “clientes”.
Uno de esos sectores donde los avances esconden otras cosas es el mundo de la SmartTV o las televisiones inteligentes. Hace años nosotros vendíamos muchos HTPCs en la tienda: finitos, minúsculos, para jugar, pero con el advenimiento de las televisiones inteligentes o espabiladas la cosa cambio. Seguimos vendiendo HTPCs, pero casi siempre es la renovación de un cliente que ya lo tenía (y le gusta más que el sistema operativo de su TV) o clientes con requerimientos especiales en cuanto a imagen (puedes configurar mucho mejor la imagen a lo que a ti te gusta) o sonido (lo mismo que con la imagen).
Pero estos días me he encontrado en varios sitios una noticia que me ha hecho sonreír. Empezaron en Tomshardware y luego siguió a una web algo más seria como Arstechnica. Se trata de un usuario que cansado de la publicidad con la que su televisor quería ganar más dinero a su costa (como si lo que pagó por el TV no fuese suficiente) conectó un viejo portátil con Linux y montó un sistema algo primitivo de gestión de contenidos. Y todo el mundo aplaudía por algo que existe desde hace décadas: el HTPC.
Pero viendo los comentarios no me extraña que al final volvamos a vender HTPCs en cantidades apreciables otra vez. Los fabricantes no paran de introducir publicidad en todos los sitios y dispositivo. Con la llegada de las televisiones espabiladas y los canales de streaming estamos viviendo una evolución que lleva a la carcajada. Primero dimos un giro de 180 grados y nos centramos en contenido personalizado, contenido innovador, nada de anuncios, el beneficio venía por el pago de una cuota asequible, en un par de servicios tenías todo el contenido que necesitabas. Pero eso fue hace ya mucho tiempo. Ahora si quieres tener variedad hay que contratar varios servicios o ir dándose de alta y de baja cada mes. Muchos planes incluyen publicidad, el contenido ya no es tan original, ahora tenemos una programación casi calcada de lo que se vería en la TV generalista hace unos años… y por si fuera poco nuestra televisión es un agente infiltrado para vendernos a los publicistas. Así que con este segundo giro en 180 grados estamos donde estábamos hace 15 años. Eso sí con 4K…
Por lo tanto la idea de volver a tener un dispositivo conectado al televisor que haga de centralización y filtro del contenido multimedia vuelve otra vez. Pero hay muchas opciones mejores que colgar un viejo portátil detrás de la televisión. Nosotros los últimos HTPCs que hemos vendido eran pequeños dispositivos tipo NUC o con Rasbperry. Con un software de gestión de contenidos y el sistema operativo que al cliente más le gustase: Windows o Linux. Y de esta manera podemos tener otra vez un poco más de control a la hora de disfrutar de nuestras series, películas o documentales favoritos. Lo que decía en el título: reinventando el HTPC 20 años después.
Todo se reduce a si quieres tener el control o que te controlen, solo que cuando lo segundo se vuelve mas evidente mas gente se pasa a lo primero.
No se cuanto hace que no enciendo mi HTPC. Sí tengo claro que cuando me mudé hace dos años y pico lo coloqué en su sitio, lo conecté… y ahí se quedó. No lo he encendido ni una sola vez. Actualmente el contenido lo gestiono con un Fire Stick con la app de plex, que se conecta a un NAS donde centralizo todo el contenido. Ahora leyendo, me ha dado curiosidad el tema. A ver si cambio el hard de la caja del HTPC (que ya está más que obsoleto y no creo que “tire” con contenido 4k) y vuelvo un poco a los orígenes. O quizás una raspy. En fin, echémoslo a la lista de proyectos pendientes… jejeje
La clave es no apagarlo. Yo sigo con él. En mi caso el poder configurar la imagen a mi gusto y sobre todo el tener un PC completo que nos permite tirar de aplicaciones, consultar cosas rápidas y hacer de NAS, porque al final tengo un montón de teras dentro. Pero la solución de un pequeño Android o un Raspberry atacando a un NAS también la hemos montado mucho.