Hoy le contestaba a @antonello en Twitter una pregunta que se hacía en una entrada de Error500.net (que ahora ha migrado a una lista de Substack… no me acostumbraré) a propósito de las gafas de Apple las Vision Pro.
Antonio ante la facilidad que estas gafas de Apple y la versión 3 de las Meta nos proporcionarán para interactuar con otras personas a través o dentro de entornos digitales:
¿cuánto más queremos que nuestra relación con la realidad y con otras personas esté intermediada por la tecnología digital?
Es una pregunta muy pertinente dados los tiempos que corren ahora mismo. Es decir: ¿dejaremos de vernos en persona para vernos dentro de un metaverso o dentro de una aplicación de Apple? No está planteando el tema de si preferimos interactuar con un avatar digital antes que con una persona (que daría lugar a otra discusión muy interesante) sino si la interacción con personas va camino de realizarse intermediada por sistemas digitales.
Mi respuesta ha sido muy rápida: al final preferiremos la relación a través de una tecnología digital antes que en persona. Le ponía como ejemplo una novela del ciclo de robots de Asimov, Los robots del amanecer, pero creo que sería más pertinente la anterior del mismo ciclo: El sol desnudo. En ambas novelas la interacción de los humanos entres ellos está muy reducida ya que se comunican con robots y con sistemas de videoconferencia. Pero esta visión de Asimov creo que nos alcanzará a nosotros más pronto que tarde, pero con herramientas mucho más potentes.
Ahora mismo al volver a la Universidad y estar entre una generación de compañeros que tienen todos la edad de mis hijo estoy aprovechando para ver como las cosas entre ellos cambian. Pero además observo a algunos familiares e hijos de amigos que están todavía en primaría y allí el asunto de interactuar a través de lo digital es todavía peor. Tal vez sea la novedad, pero cuanto más joven más veo a la persona usando cualquier interfaz para comunicarse con otras personas. Al final el contacto directo existe… pero se va debilitando.
El otro día un profesor que es amigo y cliente de la tienda nos contaba que tienen una pequeña epidemia en el instituto de alumnos que están en clase haciendo videoconferencias con compañeros de otras clase e incluso con compañeros de la misma clase… evolucionamos de pasarnos notitas escritas a lápiz a directamente comunicarnos mediante el teléfono a pesar de estar a solo 5 metros de distancia.
Lo curioso es que gracias a estos adelantos digitales nos es más fácil socializar con amigos sin necesidad de estar juntos. Es decir la socialización aumentará con la tecnología, pero realmente físicamente estaremos más solos. Ahora la discusión es si es mejor o peor esa socialización digital. Nos abre puertas a un tipo de comunicación que antes no podíamos tener. Hace unos años un amigo o un familiar se iba a vivir a otro país y salvo que alguien cogiese un medio de transporte e invirtiese un buen dinero y tiempo… no íbamos a poder socializar. Recuerdo cuando aparecieron los primeros teléfonos IPs con precios domésticos y tarifas planas de Internet. En la tienda vendimos varios de estos sistemas para que parejas de madre-hijas, o hermanas que vivían en ciudades distintas pudiesen estar durante varias horas del día hablando entre ellas de cualquier cosa. Este mismo uso luego se extendió a la imagen con las Webcams y ahora arrasa con los teléfonos… e irá a más.
Hoy iba en el coche y hay un tramo cuando salgo de casa en el que coincido con carril bici y un carril para peatones separado de los coches. Me fijaba que la mitad de los que iban caminando estaban hablando con el móvil mientras hacían su ejercicio diario… hablando de ejercicio las últimas veces que estuve en el gimnasio la mayoría de los allí presentes estaban haciendo pesas mientras hablaban con otras personas con sus teléfonos.
Si ahora con los sistema de realidad virtual o realidad mixta se logra un entorno digital que haga cómoda la comunicación mediante un sistema digital su uso seguirá aumentando y aumentado… otra cosa es que nos guste.
Y por cierto que maravilla comentar lo escrito en otro blog de la edad de éste… aunque ahora haya mutado a lista de correo.
Quedáis pocos escribiendo, pero sois de lectura casi obligada 🙂
Como yo os sigo a ambos a través de un gestor de RSS no me había dado cuenta del cambio de error500 a Substack… Otro ejemplo para el capítulo de herramientas que son un vestigio de cuando concebíamos internet de otra manera, pero que por suerte siguen funcionando bien
Jokin: cuanto tiempo… me alegra leerte. A mi me pasaba lo mismo que a ti. Seguí la lista de correo de Antonio, pero Erro500 lo leo desde el RSS…