Hoy en día cuando instalas, reparas o configuras un ordenador, tienes accesos a datos muy personales y privados de los clientes; así puedes ver su correo, el historial de las páginas web que visita, los documentos que escribe, la música y las películas que ve, la mensajería instantánea, las búsquedas que ha hecho en Internet, las fotos de su cámara digital, los vídeos de su cámara de vídeo…
En la mayoría de los casos los clientes no son conscientes de lo que podemos ver cuando estamos tocando su ordenador. Hay ocasiones en las que los clientes si que borran (o eso creen ellos) la información que no quieren que se vea antes de enviar el equipo a reparar, pero hay otras veces donde no se puede hacer y precisamente nos piden que busquemos y recuperemos lo que se pueda, así cuando un disco duro muera de repente el cliente no puede eliminar antes de avisarnos el contenido privado de su disco que no quiere que se vea. La responsabilidad que recae sobre nosotros es muy alta y hay que llevar un cuidado muy exquisito con todo ello y procurar mirar lo menos posible en los discos duros que nos llegan.
Pero el concepto de secreto profesional no está regualado para los informáticos y sin embargo si lo está en otras profesiones como sacerdotes, abogados, médicos… y es curioso porque yo he reparado equipos de profesionales de todos estos grupos… y podrían haber sabido muchas cosas de sus clientes, excepto tal vez del sacerdote, porque todavía no graban las confesiones. No sé como debería regularse ese secreto profesional del informático, pero algún tipo de seguridad jurídica tendríamos que tener para realizar nuestra labor; y estoy pensando en nuestros clientes, imaginemos una futura ley que nos obligará a denunciar a los clientes que tienen instalado en el disco duro el emule o a los que tienen fotografías pornográficas en su ordenador…
Hay veces donde se nos han planteado dilemas con lo que hemos visto en un ordenador, y hay veces en las que no tienes más remedio que mostrar la información que has obtenido del ordenador de un cliente: en una ocasión un alto cargo de una empresa financiera nos trae su ordenador personal porque hacía cosas muy raras, lo revisamos y estaba lleno de dialers porno, y de spyware de páginas con algo contenido erótico. Los historiales de visitas a páginas web pornográficas eran espectaculares. Nuestro cliente era mujer y la conocíamos y nos extrañaba esa actividad, así que formateamos el equipo y se lo entregamos. Le comentamos con tacto que llevase cuidado con las páginas que visitase y le preguntamos si el PC lo usaba más gente aparte de ella. Se rie y dice que lo usa también su marido pero muy poco porque es muy torpe con todo lo de la informática… así que le creamos dos usuarios uno para ella y otro para el marido y les ponemos contraseñas a los usuarios. A los dos meses vuelve el PC a la tienda con los mismos síntomas y los mismo problemas pero comprobamos que los accesos a las páginas porno venían todos del usuario del marido. ¿Que hacer? nuestro cliente es la esposa, pero el que mete el spyware en la máquina es el marido desde páginas de dudosa moralidad; al final contactamos con el marido le contamos el problema y ya no hemos vuelto a ver este PC en el taller.
Nosotros tenemos una norma: mirar lo menos posible lo que hay en los discos duros que nos llegan a la tienda y usar el sentido común cuando no tenemos más remedio que ver la información.
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XDDDDD
El primer ordenador al que tuve que ‘hacer una limpieza’ estaba lleno de fotos caseras de la usuaria en cuesti?n… tras hacer gala de una estoicidad honorable durante cinco minutos, no pude evitar echar un vistazo al resto de la serie, y es que no s? que pu?etas piensa la gente cuando trae el ordenador a reparar… :p un saludo
[…] ienda… aquello parec?a que no llevaba a ning?n sitio. Al final y de alguna manera salt?ndome la deontolog?a del t?cnico cog? al padre y le ense?? la copia de se […]
Tienes raz?n, pero si se hicera un convenio los profesionales quedar?ais cubiertos, pero; ?y los amateurs?