Hace años se afirmaba que las comunicaciones digitales iban a aumentar la eficacia y ahorraríamos tiempo con su uso. Pero yo creo que en esto momentos pasa lo contrario: las comunicaciones digitales modernas nos hacen perder más tiempo sin tener más ventajas.
Y no me refiero a las redes sociales, voy sobre todo al uso intensivo e intrusivo del WhatsApp. Hay días en los que me dan ganas de apagar los dos número que tenemos asociados a ese sistema ya que solo generan atrasos y pérdidas de tiempo. Parece como si la gente no entendiese qué es la comunicación, hay personas que ya viven en el metaverso, pero en el de los mensajes de WhatsApp: comen, corren, caminan, toman café, asisten a eventos, educan, trabajan dentro del mundo mensajeril. Y no entienden que haya personas que solo lo usen para comunicar y que quieren seguir viviendo en la realidad.
Como de costumbre algunos ejemplos:
- Solo necesitamos confirmar la hora de recogida:
Hace unas semanas nos traen un portátil a primera hora de la mañana del sábado. El equipo había sufrido una caída encima de un medio acuoso y no arrancaba. Por fortuna el líquido no había llegado a entrar y además por el golpe el portátil se había apagado en seco y no arrancaba. El cliente nos comenta que si pudiésemos reparárselo para el mismo día que tenía que entregar un trabajo el lunes a primera hora. Le decimos que lo avisamos en valorar la avería. Mi socio se entra el equipo al taller y lo chequea. Descubre que del golpe ha muerto el disco duro. Tenemos en la tienda discos que podemos usar. Pero los datos serán complicados de recuperar. Pero mi socio que tiene memoria fotográfica recuerda que la esposa de ese cliente nos compró hace dos años un disco duro externo y que le configuro copias de seguridad automática. Así que envía un mensaje al cliente indicándole la avería, el costo del cambio del disco y le pregunta si tienen copia. Le dice que si tienen copia y nos traen el disco duro pronto, antes de cerrar la tienda debería estar todo resuelto, pero que se pasen pronto con el disco duro.A partir de ese instante entramos en el verdadero metaverso (no ése que sale en las películas de superhéroes). El cliente envía un WhatsApp a su esposa preguntando por el disco duro. Y ésta empieza una retahíla de mensajes. Tras más de veinte mensajes todavía no sabemos si tiene copias de seguridad actualizadas. Al final el marido la llama de voz y consigue enterarse de que si tiene copias de seguridad al día. Ahora necesitamos saber cuando vendrán a dejarnos el disco duro. Nos enteramos de donde está, que está haciendo, donde estará a las 12 y por qué no pueden venir, ya que estará toda la familia ocupada, también nos dice donde van a comer, con quien comen y cuando, qué les cuesta el menú donde irán a tomarse el café… al final el marido nos vuelve a llamar de voz y nos dice: como necesito eso ya, no voy a la peluquería (ya nos lo había dicho su esposa, porque tenía que estar guapo para la comida) y os dejo ya en 1 minuto el disco duro.
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¿Qué portátil te gusta al final?
Este caso es muy recurrente. Me acuerdo de una venta de un portátil, pero nos pasa con más hardware. Cliente que se pasa por la tienda o directamente nos envía un mensaje (cada vez más de voz) pidiendo presupuesto para un portátil. Le preparamos un presupuesto con 4 modelos y le enviamos un pdf a su WhatsApp. Nos dice que le han gustado dos de la marca Asus, si tenemos algo más de ese estilo. Mi socio le envía otro presupuesto con cinco portátiles más parecidos a los dos Asus. Hasta aquí todo normal. Hay ocasiones en las que hace dos, tres, cuatro… presupuestos y si hay suerte cerramos la compra. Pero cuando lo hacemos por correo electrónico es más sencillo: hay un hilo de mensajes fácil de seguir y de ver.
El cliente nos envía un mensaje de voz de 11 minutos. Tras escucharlo no sabemos todavía qué portátil le gusta. Empezó que si al final el plata del primer presupuesto no le desagradaba, pero le gustaría esta estética con la autonomía de uno con pantalla grande del segundo presupuesto y el disco duro del primer Asus, pero que no fuese tan caro. Mi socio iba haciendo el crucigrama mientras escuchaba. Al final cree saber lo que quiere: color aluminio, batería que duré más de 10 horas, disco duro de 1 tera y que el precio no pase de los 900 Euros. Así que le vuelve a preparar otro presupuesto con equipos que cumplen esos parámetros.
Pero entonces entra otro mensaje de voz de 19 minutos desdiciéndose del anterior. La cosa continuo, pero no quiero hacer yo esta entrada infinita. Al final mi socio se levantó y fue a la Oficina del cliente que está a 100 metros de la tienda. Volvió a los dos minutos con el presupuesto cerrado.
- Imágenes borrosas
Otro clásico, nos pasó ayer sin ir más lejos. Un cliente que usa un programa a medida de gestión que le programamos en la tienda. Salta un error y no les deja usar una de las funciones. Hacen una foto del error del programa con el móvil y nos la envían por WhatsApp. Pero no se dan cuenta que la sincronía de la imagen del monitor se acopla a la cámara. Cuando abrimos la imagen somos incapaces de leer el mensaje de error. Nos envían dos fotos más… pero ninguna se veía bien. Al final acabamos antes conectándonos en remoto y viendo el error en vivo.
Resumiendo el exceso de información y de ruido que permiten enviar estos sistemas modernos de comunicación digital al final consiguen lo contrario: que no se entienda lo que quieren comunicar. Y dejo para otro día los grupos de WhatsApp porque eso ya entraría en la categoría de delito.
9 Comentarios
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Lo de los mensajes de voz de minutos por whatsapp para responder sí o no es matador, y con el tiempo aumentan. Afortunadamente no trabajo cara al público, así que salvo en un caso particular puedo ignorarlos.
En ese caso particular, suelen ser mensajes que escucho horas después de que ocurra el hecho relevante que provocó el mensaje, me da tanta pereza en cuanto veo mensaje de voz, que lo pospongo y acabo olvidándolo. No uso mi móvil con auriculares, así que un mensaje de voz supone buscar un sitio aislado para escucharlo sin hacer partícipe del mensaje a todo el mundo a mi alrededor.
Y lo de los pantallazos con mensajes de error o documentos… En nuestro trabajo tenemos un externo que se dedica a administrar servidores para diferentes clientes y tiene una particular manía por los clientes que se empeñan en mandarle mensajes de error en pantallazos pegados en documentos word, malo que no copien y peguen el mensaje de error y manden un pantallazo, pero que encima lo peguen a un word para enviarlo… Premio extra para los clientes que además convierten el word a un PDF para mandarlo.
Hola Ana.
Un apunte independiente del asunto de esta entrada: Los audios de WhatsApp se pueden escuchar de forma privada aunque no tengas cascos si te pones el móvil en la oreja como si estuvieses en una llamada.
Un saludo
Tip: Cuando quieras ecuchar un audio de forma discreta le das a reproducir y te pones el movil al oído como si fueras a llamar. Así sonará por ese altavoz y no por el inferior y nadie que no seas tu oirá el audio
Con los PDFs te gana uno de nuestros clientes. Como en su día imprimió miles de facturas en blanco… ahora imprime las facturas desde el programa de facturación con un folio preimpreso, lo escanea, lo pasa a PDF y envía entonces la factura. Le explicamos como generar el PDF directamente desde el programa de facturación y nos dice: y ¿qué hago con todas las facturas impresas????
La gente se enreda con el medio
Pero al final el problema no es la herramienta, sino el mal uso o el exceso que se hace de ellas.
Una persona que no tenga whatsapp pero tenga diarrea verbal te va a ocasionar ruido y exceso de información.
Gente que sea concisa y con la cabeza bien amueblada para expresarse bien no hay tanta.
Tux: tienes razón, pero estas herramientas amplifican la verborrea y la multiplican.
Esta misma semana me escribe un cliente por Whatsapp a las 23:40. Le había atendido el día anterior para hacer una reinstalación de sistema. El tema de drivers, updates y software ya lo hacía él con el CAU de su empresa. Pues me escribe casi a medianoche porque en msinfo32 no le sale el nombre de la tarjeta gráfica, que sí estaba correctamente instalada.
El colega aún no había conectado el PC a internet (le tenían que asignar una IP fija y otros temas). No había metido updates ni drivers de ningún tipo pero por si acaso me escribe no vaya a ser que sea culpa mía. Al final metió los drivers y apareció el nombre de la tarjetita.
Esta es otra: las horas de atención. Nosotros a algunos clientes les cogemos el teléfono (o el mail o el Whatsapp) a cualquier hora porque sabemos que si nos contactan es porque es algo grave… pero a otros nada. Es cuestión de conocerlos.